Nick

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Los tres días has pasado y me encuentro de nuevo en la enfermería. Me preguntan sobre los síntomas que he tenido y se sorprenden por lo de las visiones. Solo les digo que he visto cosas sin sentido, nada importante. Nada de Cassie.

Me extraen sangre, me toman la tensión y me hacen más preguntas sobre cómo me encuentro. La verdad es que me sigo encontrando extraño, como si el cuerpo en el que estoy no me perteneciera. A veces por mi mente pasan pensamientos extraños y actúo y digo alguna cosa con la que me sorprendo a mí mismo.

Tras estar un rato a solas sentado en la camilla, reflexionando sobre mi actual situación, aparece un hombre muy arreglado y con un maletín. Toma una silla y se posiciona ante mí. Abre su maletín, que es como un ordenador por dentro.

- Hola, Nick. Me llamo Henry –me tiende una mano y se la estrecho.- He venido para empezar con una pequeña prueba y comprobar si ya están empezando a hacer algún efecto o ha sido un fracaso.

Asiento en respuesta y espero paciente mientras teclea algo en su ordenador. Lo gira hacia mí y compruebo que la pantalla está llena de números y operaciones sin resolver.

- Quiero que mires todo esto y corrijas lo incorrecto y completes lo inacabado, si puede ser en menos de cinco minutos.

- ¿Cómo se supone que lo voy a hacer en tan poco tiempo? ¿Ha visto la cantidad de operaciones que hay? –protesto, intentando no sonar muy grosero.

Me tiende el ordenador, mira su reloj y dice:

- Y el tiempo empieza... ya.

Me apresuro a observar la pantalla, no sé ni por dónde empezar. En la escuela no es que fuera muy aplicado y menos en las matemáticas. En la mayoría de problemas no sé ni que debo hacer, es como estar viendo números y más números sin sentido alguno. Pero entonces, como si algo hubiera hecho clic en mi cabeza, todos los números se empiezan a ordenar y todo me resulta muy fácil, es como intentar sumar uno más uno. Empiezo a apuntar todos los resultados y cuando acabo le tiendo el ordenador.

Una vez la pantalla sale de mi vista es como si saliera de un trance, como si mi mente volviera a ser la misma. Espero paciente como Henry comprueba todos los resultados. Finalmente, cierra el ordenador y el maletín y se levanta.

- Cincuenta y cuatro segundos, todo correcto, bien hecho.

Él se da la vuelta dispuesto a marcharse y me levanto.

- ¿Eso es todo? ¿No va a decirme nada más?

- No, eso es todo. Lo cierto es que lo has hecho mejor de lo que me esperaba. Esperamos mucho de ti, Nick, tenlo claro. –Se dirige hasta la puerta y se para en ella.- Se me olvidaba, las experiencias de hoy están justo empezando, pero preferimos que hoy descanses.



- P

En ÓrbitaWhere stories live. Discover now