En Órbita

Sara

No puedo dejar de pensar en lo que nos dijo Rachel. Ya han pasado tres días del plazo que nos dio para pensarlo y no soy capaz de tomar una decisión. Me gustaría hablar con Nick y saber qué piensa él. Sin embargo, nunca encuentro un momento para hablar con él a solas.

Por la noche siempre estoy a punto de comentárselo a Ris, pero al final nunca lo hago. Sé que es alguien de confianza y que si se lo contara guardaría el secreto. Sin embargo, tengo la sensación de que no debería hacerlo. Y que además, igual que Rachel sabía que Marina nos lo contó, quizás también averiguaría que he roto la promesa que le hicimos.

Sin embargo, hoy de decidido consultárselo, pero sin explicárselo todo. Me siento encima mi cama con las piernas cruzadas esperando a que vuelva de la ducha y pienso en las palabras adecuadas para contárselo.

Entonces la puerta se abre y entra ella con el pelo rojo mojado.

- ¿Ocurre algo? –me pregunta.

- Si te dijeran que tienes la oportunidad de convertirte en algo mejor, pero con ciertos riesgos, a pesar de que el resultado sería positivo, ¿lo aceptarías? –ha sonado más directo de lo que pretendía, pero no sé de qué otra forma decirlo.

- ¿Qué quieres decir con "algo mejor"? –dice, remarcando las dos últimas palabras.

- Em... -no sé cómo decírselo de otra forma.

- Te lo han ofrecido ellos, ¿verdad?

- ¿Ellos?

- Los que mandan aquí, Rachel.

- Bueno, sí. ¿Cómo lo has...?

- No lo aceptes –me corta.

Su directa contestación me sorprende. No sé qué decirle.

- ¿Por qué?

Se sienta a mi lado y me coge de los hombros. Parece querer decirme algo, pero mantiene la mirada fija en mis ojos y finalmente dice:

- No puede contártelo, pero no la aceptes. Sea lo que sea no lo aceptes, ¿de acuerdo? Prométemelo.

- No puedo. No puedes pedirme algo así sin ninguna explicación.

No comprendo su reacción. No comprendo por qué es tan importante para ella mi respuesta. Es mi vida la que está en juego. Aunque, según dijo Rachel, el peligro es mínimo. Así que tampoco va a ser para tanto. No hay razón para preocuparse tanto. Sé que va a ser un gran cambio, pero a mejor.

Ris me suelta y se levanta. Aparta un momento la mirada de mí para posarla en el exterior y de nuevo en mí.

- No lo hagas –y se mete en su cama.

Me quedo ahí sentada, con las piernas cruzadas y la mirada perdida. No sé qué hacer. Ris tendrá sus razones, pero debe contármelas si quiere que no acepte. Quizás es envidia, pero eso no es propio en ella. Me gustaría pensar que la conozco, que llegaré a conocerla casi tanto como yo a mí misma. Sin embargo, eso es imposible. Yo no llegaré a conocerla realmente ni ella mí. Ya que, antes de estar aquí todos teníamos una vida en la Tierra. Y al venir aquí todos hemos tenido la oportunidad de convertirnos en otras personas. Yo creo o al menos espero, haber cambiado. Haberme convertido en alguien mejor, más fuerte y segura. Sin embargo, mi antigua yo siempre formará parte de mí, aunque ya no este entera. Y esa parte no volverá a salir. Se quedará en lo más profundo de mí, junto con los recuerdos dolorosos, las imágenes de mi madre y todo lo que ya no desee que forme parte de mí. Sin embargo, ya nadie me conocerá del todo bien, ya que desconocerán esa parte escondida y que ya no mostraré más.

- P

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He subido unos cuantos capítulos para compensar el tiempo que no subí y además estos últimos son bastante cortor. Pero son necesarios para ir desarrollando cada personaje. ¡Espero que os gusten!