Nick

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Ya tenemos un horario establecido: a las 8:00 nos levantamos y vamos a desayunar, a las 9:30 clases de defensa personal, a las 12:00 clases con armas de fuego, 14:30 comer, libre hasta las 16:00, a las 16:00 experiencias en vivo, 20:00 cenar y a las 21:30 a dormir. Lo mejor del día son las experiencias en vivo. Volvemos al mundo de nuestras mentes y pasamos unas horas en un paisaje aleatorio. Todos posibles parajes que nos podríamos encontrar en el otro plante. No hemos vuelto a hacer ninguna misión, pero tampoco es que me muere de ganes de hacerla. En la última no me fue muy bien, que digamos. Mike, a diferencia de mí, daría cualquier cosa por jugar en otra. Aunque creo que en las clases de defensa ya disfruta suficiente machacándome. En la primera clase dijeron que nos emparejáramos con alguien. Y por supuesto todos lo hicieron con alguien conocido, es decir, con su compañero de habitación. Sin embargo, ahora desearía haber pensado en eso antes. A pesar de que soy alto, él me sobrepasa casi una cabeza y también es el doble de ancho que yo.

Las clases de tiro son entretenidas. Al menos se me da mejor que la defensa personal. En mi grupo tampoco se le da mal a Ris, Mike parece haberlas empuñado desde pequeño, pero Marina y Sara son un completo desastre en esto.

Cuando no encertan ni un blanco Mike se pone de los nervios e insiste en demostrarles como él da justo en el corazón del objetivo. Nadie lo soporta cuando se pone en plan líder del grupo. No nos han explicado muy bien para qué sirven estas clases de aprender a disparar, pero espero que no lleguemos a tener que usarlas contra seres humanos.

Cuando me miro en el espejo ya no veo al chico que era antes. Siento que he cambiado. Este lugar me ha hecho cambiar. Ya no tengo las ojeras permanentes y los ojos rojos que tenía antes por pasar la noche en vela en el club de apuestas bebiendo ni el permanente ceño fruncido a causa del enfado con mi madre. Mi rostro antes transmitía seguridad. Seguridad por nada, la verdad. Ya que, como pude comprobar, en tal solo unas pocas horas mi vida dio un giro tan drástico que lo movió todo de su sitio, dejándome descolocado en el mundo. Sin embargo, ahora me siento una persona mejor. Ya no culpo a mi madre ni a mí ni a mi padre, ya no culpo a nadie. Ahora solo soy yo en una nueva vida. La cual empezó el día en que decidí dejar de sentir la culpabilidad, el día en que lo perdoné todo. Ya que, ya no soy el Nick de hace unas semanas. Es como si hubiera vuelto a nacer para hacer mejor uso de la vida que me ha sido concedida.

Estos pensamientos son los que me han mantenido ocupado muchas noches, mientras Mike hace sus cien flexiones habituales antes de irse a dormir.

- Tú también tendrías que hacerlo para mantenerte en forma. Tendrías que ejercitar tus músculos. No sabes con lo que te vas a encontrar mañana -me repite siempre.

- Unos buenos bíceps no son la base de todo, Mike -le digo en un tono que parezca una broma, aunque en realidad va en serio.

- Nunca se sabe -dice después de soltar una enorme carcajada.

- ¿Qué opinas de nuestro grupo? -le pregunté el otro día.

Deja de hacer las flexiones y se sienta con las piernas cruzadas en el suelo.

- Mmm... Esa es una pregunta interesante. En primera parte creo que tenemos posibilidades de ganar, eso sí, tenemos que ayudar a Marina y Sara con eso de la puntería. Sara verdaderamente me sorprendió el primer día, aunque creo que fue un simple golpe de suerte. -Me fastidia su forma de ver las cosas, donde él es el centro de todos aunque no se mencione.- Marina es una chica dura. La he visto en defensa y la verdad es que no se le da nada mal, pero no es uno de nuestros puntos fuertes. Ris, en cambio, es un gran potencial, la verdad. Me recuerda a mí. Me juego lo que quieras a que no ha tenido una vida fácil. Por eso sabe arreglárselas tan bien, porque nadie nunca le ha proporcionado lo necesario, se lo ha buscado ella sola. Y tú, bueno, debes admitir que la lucha se te da de pena -me río, porque sé que tiene razón, aunque yo me convenzo de que es a causa del compañero que me ha tocado.- Sin embargo, eso del tiro al blanco tan poco se te da mal y, a pesar de no hacer las cien flexiones, se ve que estás preparado para lo que sea que nos espere. -Hace una pausa.- En conclusión, sí, podemos ganar.

Se levante y antes de irse a la cama me da un golpe amistoso en el hombro, más fuerte de lo que me esperaba, y me dice:

- Me alegro de tenerte de compañero -yo le sonrío, intentando expresar que siento lo mismo. Aunque en realidad no es así y me siento un poco mal. Sin embargo, luego me viene a la cabeza sus comentarios sobre Marina, y sobre todo de Sara, y se me pasa.

Yo pienso que ella también es un gran potencial para el equipo. Se le nota que ha sufrido mucho y aún se está recuperando. Sin embargo, tengo la sensación de que es un punto importante del grupo.

- P

En ÓrbitaWhere stories live. Discover now