En Órbita

Ris

Sé que lo que estoy haciendo es muy arriesgado por mí parte, pero a este paso ya no voy a poder seguir más con esto. Estoy tan agotada, además que con este calor y corriendo por la arena es mucho más difícil. Al abrir el mapa y ver que Sara y Nick se habían reunido con un grupo mucho más grande me ha parecido la mejor opción, porque por cuenta propia no creo poder derrotarlo. En lo que tardaría en dispararle él podría hacerlo también, es más fácil cuando más de dos personas están disparando a la vez.

Entonces, en el horizonte veo la figura de los demás robots. Deseo con todas mis fuerzas que mis suposiciones sean ciertas y no me hagan nada hasta que deje de estar como objetivo del robot que me persigue o hasta que lo mate.

Sigo avanzando, hasta que tan solo se encuentran a unos pocos metros. Ahora ya no puedo echarme atrás, estoy agotada y sin fuerzas. Así que sigo corriendo, pasado entre las máquinas metálicas, que se mueven sin rumbo. Tal y como deseaba no hacen nada, algunos se gira y me enfocan, pero no me atacan. Sin embargo, las pisadas de mi perseguidor siguen resonando detrás de mí, cada vez está más cerca.

Entonces, se oye un pitido. Levanto la vista al cielo, solo una hora. Sin embargo, seguido de esto, empiezo a notar un temblor bajo mis pies. Observo a mi alrededor y, entonces, lo veo, surgiendo justo delante de mí. Es un robot el doble de grande que los normales, formado por láminas de metal negras. De repente, como si se estuviera encendiendo, todo de vetas rojas aparecen por todo su cuerpo, hasta llegarle a la cabeza, donde se le iluminan dos ojos de color rojo. Empieza a mover sus articulaciones, como si se despertara después de un largo sueño.

No tengo ni idea de cómo va a reaccionar o cómo debe ser el comportamiento de esta máquina, pero ahora no tengo tiempo para analizarlo. Desvío ligeramente mi camino, para no encontrármelo de frente. Sin embargo, mientras paso por su lado, se gira hacia mí y levanta ambos brazos, juntando los puños. Y, segundos después, los baja con fuerza hacia el suelo, hacia mí. Por surte, calcula mal y consigo esquivarlo. Sin embargo, el impacto hace la misma reacción que una explosión y provoca que salga volando.

Observo allí donde han impactado sus puños, ahora que los está levantado, y no sé si asustarme o agradecerle lo que ha hecho. Ha destruido completamente el robot que me perseguía, pero sé que ese ataque no iba dirigido a él, sino a mí.

Me levanto rápidamente de donde he caído y me escondo detrás de una de las estructuras que sobre salen de la arena. Compruebo que tengo el arma cargada y aún munición de sobra. Observo a mi alrededor. Esta zona, en el centro del mapa, ya no es tan desierto. Hay edificios sobresaliendo de la aren, la infraestructura de casas y edificios, medio destruidos. Me asomo para ver que está haciendo el robot negro y veo que se mantiene quieto, barriendo el lugar con su mirada. Lo más probable es que ese no detecte a un solo objetivo, sino que nos atacará a todos por igual, una vez que nos vea. Vuelvo a esconderme detrás y enciendo el mapa.

El grupo grande donde también se encuentran Sara y Nick ya está muy cerca. Sin embargo, ahora no es buen momento. Lo mejor sería que yo intentara salir de aquí sin ser vista por el robot negro y sin que ninguno de los pequeños me marque como su objetivo. Pero ahora no puedo avisarles del peligro que correrán si se acercan. Presiono uno de los puntos azules, tan solo se encuentran a quinientos metros. El robot negro se gira y se queda mirando algo en el horizonte, desde su altura ya deben de ser visibles. Pero entonces, tanto el robot gigante como los pequeños, todos, empiezan a desplazarse hacia allí. No van a poder hacer nada contra tantos.

Salgo de mi escondite y observo las posibilidades que tienen y las que tengo yo para ayudarles, ahora que todas las máquinas están centradas en ellos. Observo los edificios, todas las estructuras de la ciudad en ruinas que tengo a mi alrededor. Una hora, una hora más tenemos que sobrevivir y al paso que avanzan ambos grupos todo acabará antes de sesenta minutos. Así que vuelvo a ponerme en marcha, corriendo detrás de la seguridad de los edificios, intentando idear un plan eficaz en este tiempo.

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