No podemos creernos lo que está pasando. Al aparecer aquí, Sara no estaba. Solo estábamos Nick, Mike y yo. ¿Qué motivo tendrán para querer matarla? ¿Tendrá algo que ver con todo esto en lo que la han metido?
- Tenemos que ayudarla –digo decidida.- No podemos dejar que la maten. Esto es una locura.
- Ris, yo... -empieza a decir Mike- lo siento mucho, pero no puedo ayudaros. Tengo familia en la Tierra y no quiera que les hagan nada. Pero tranquila, tampoco voy a hacerle nada.
Entiendo su situación, yo si aún tuviera familia supongo que tampoco habría hecho nada. Así que comprendo su decisión.
- ¿Y tú, Nick? ¿Vas a ayudar o también tienes familia?
Se queda pensativo unos segundos y, finalmente, dice:
- Lo siento, lo único que me queda es una hermana y no quiero que le pase nada malo.
- Entontes vosotros quedaos aquí, yo voy a ayudarla. No pienso dejar que nadie la mate.
Me despido de ellos y empiezo a andar entre los árboles de hojas como agujas y cubiertos de nieve. No tengo la menor idea de dónde está, así que lo único que puedo hacer es andar sin rumbo con la esperanza de toparme con ella.
Tras un buen rato andando no me he encontrado con nadie. Tan solo con nieve, árboles y más nieve. Pero, entonces, oigo el ruido de unas pisadas que se acercan y me posiciono detrás de un árbol y cargo el fusil. Tengo la esperanza de que sea Sara, pero algo me dice que no lo es.
Sus pisadas cada vez están más cerca. Cuando parece que están justo detrás de mí, se paran. Así que aprovecho y salgo de mi escondite apuntando a la persona con mi rifle e, inmediatamente, ella hace lo mismo. Es Emma.
- Vaya, que irónico –dice, acompañado de una risa amarga.- Tanto quejarte porque mate a alguien de tu equipo y ahora eres tú la que va por allí buscando a Sara para matarla.
- Yo no la estoy buscándola para matarla. No soy una asesina como tú.
- Así que la buscas para ayudarla. ¿Sabes que eso solo perjudicará a tus familiares, no? –Yo me quedo callada y con ese silencio ella misma saca sus propias conclusiones.- Oh, no me digas que no hay nadie velando por ti en la Tierra. Que triste, ahora entiendo porque eres tan amargada. –Vuelve a reírse y dice- Pues que sepas que yo si voy a matarla y, si Ían intenta impedirlo, a él también le voy a disparar. Así que si quieres, detenme. Ahora no está Marc para pedirte que te controles.
Sin que ella se lo espere, aprieto el gatillo y la bala le atraviesa el muslo. Ella suelta un grito y cae de rodillas. Levanta su arma, lista para dispararme sin miramientos, pero yo le doy una patada. Cae al suelo y lo cojo. Con mi fusil le doy con la culata en la frente. Ella cae, pero no está inconsciente. Un hilo de sangre cae de su frente, allí donde la he golpeado.
- Me llamas asesina y eso es justo en lo que vas a convertirte tú ahora –dice con rabia.- A mí me enseñaron que el que sobrevive es siempre el más fuerte, así que no me arrepiento para nada de lo que hice aquel día. Elegí sobrevivir y no puedes culparme por eso.
No puede evitar no sentir toda la rabia crecer en mi interior. No por el hecho de sus palabras, sino por lo tanto que me recuerda a mí.
-Me da totalmente igual cómo te educaron o tu forma de pensar. Porque el caso es que no puedo convertirme en una asesina cuando ya he matado antes.
Dicho eso, apunto mi fusil directo a su cabeza, tal y como ella hizo con Marina.
Sus ojos azulados me observan con miedo, saben que voy a hacerlo y nada de lo que diga va a servir para que no apriete el gatillo. Sin embargo, oigo otra arma cargándose detrás de mí. No me giro, no me importa. En mi mira solo se encuentra ella.
- Marc... -dice Emma con un hilo de voz. Está asustada de verdad, seguramente la posibilidad de morir nunca se le había hecho tan real, hasta ahora.
Con una sola mano, me las arreglo para cargar el fusil de Emma y lo apunto al pecho de Marc. Ahora queda cada uno a un lado mío, Marc no me va a disparar, pero yo no podría decir lo mismo.
- ¿Por qué siempre estás por el medio? –le grito.
- ¿Sabes, Ris? –dice él. Se acerca un paso, sin importarle que su pecho choque contra el cañón- Te conozco desde hace muy poco. Nunca lloras, nunca sientes, nunca te muestras verdaderamente. Sin embargo, me he dado cuenta de que te engañas a ti misma. Puede que sí que odies a Emma por lo que hizo, pero reflejas lo que le hicieron a tu hermano en ella.
- ¡Cállate, no menciones a mi hermano! –le grito. La rabia crece en mi interior, no por lo que dice, sino porque muy a dentro de mí sabe que tiene toda la razón y no quiero aceptarlo.
- Emma, vete –dice Marc, sin ni siquiera mirarla.
- Casi no puedo andar.
- Me da igual, vete. Y que no me entere de que cuando te marches vayas a volver a intentar matar a Ían.
Yo la observo levantarse con dificultad y alejarse cojeando. La he dejado ir, después de todo, no lo he hecho. Me dejo caer hasta el suelo y observo la nieve, tan pura e inocente. A la mente me vuelven los rostros de todas las personas que maté, a todos los participantes del Proyecto Cuerpo, a todos, menos a Rachel. Y por eso estoy aquí, no para hacer amigos ni cobrar venganzas por todas partes. Mi objetivo es acabar con Rachel y voy a acabar con ella desde dentro. Sus normas en este juego no me afectan, ella me arrebató la única familia que me quedaba, así que ahora es ella la que juega en desventaja. Yo no tengo nada a perder, nadie me espera ni nadie me necesita. Estoy sola y sus juegos no me afectan.
Me levanto y empiezo a andar, de nuevo sin ningún rumbo fijo. Marc me sigue de cerca, a pesar de que yo lo ignoro.
De repente, todo el cielo se ilumina y aparece un mapa de la zona. En él aparecen dos puntos rojos juntos que se mueven lentamente y luego también hay todo de puntos azules repartidos por el mapa. Entonces, de cada punto aparece una foto. Los puntos rojos son Sara y Ían. Busco mi cara entre los azules, estoy bastante lejos. A diferencia de otros, que han cambiado repentinamente su dirección al aparecer las fotos.
La imagen se mantiene un minuto más y desaparece. Ahora ya sé en qué dirección ir para ayudarla, pero también lo saben todos los que quieren matarlos.
- P
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En Órbita
Science Fiction"¿Alguna vez habéis sentido la necesidad de escapar de dentro de vuestro propio cuerpo, de dejarse arrastrar por el viento y no preocuparos por nada; tan solo de dejarse llevar por la corriente? A veces, a mí me gustaría ser algo tan simple como una...