Coloco el ojo en una posición en la cual pueda ver a través de la mira posterior del fusil, pero no a los lados de ella. Rozo con la lima del dedo el gatillo, visualizo bien el objetivo, exhalo el aire que me queda en los pulmones y disparo.
La bala atraviesa el aire con un sonido sordo e impacta en el blanco, pero no en el centro. Tan solo le he atravesado el hombro.
- Buen disparo, pero eso no lo va a matar –me dice Mike, sorprendiéndome por detrás.
Me saco las gafas y los cascos de seguridad. Tengo los brazos cansados. Decido ir recogiendo ya mis cosas, al igual que muchos. Sara se coloca a mi lado y me ayuda. Sé que no ha venido solo a ayudarme, así que no digo nada y espero a que empiece ella.
- ¿Qué has decidido? –me pregunta.
- Aún no lo tengo claro. Aunque seguramente diré que sí. ¿Y tú?
Se queda unos instantes callada, con la mirada fija en los cascos que sujeta con ambas manos. Finalmente vuelve los ojos hacia mí y me contesta:
- No lo sé, la verdad. No sé qué hacer. Esperaba que al hablar contigo me ilustraras de alguna forma que me ayudara a decidirme.
- Bueno, no sé qué decirte. Yo seguramente acepte porque tampoco tengo mucho más que perder. Además no va a ser nada a peor, si no a mejor.
- ¿Y el riesgo para nuestra salud que dijo Rachel?
- Dijo un mínimo riesgo. Y si pasa algo aquí están todos muy preparados. No creo que haya nada por lo que preocuparnos. ¿No crees? –ella asiente, aunque no la veo muy convencida.
Acabamos de recogerlo todo y nos dirigimos a comer.
Tras la conversación con Sara he decidido ir a dar mi respuesta a Rachel tan pronto como acabe de comer. La comida de hoy consiste en una pasta extraña acompañada de una ensalada. Jamás pensé que llegaría a comer este tipo de comida. En la Tierra ya no había tierras no contaminadas para cultivar este tipo de alimentos, todo era comida prefabricada. No sé dónde deben sembrarlas aquí en el espacio.
Termino de comer lo antes posible y me voy de la sala. Voy al ascensor y, como si ya supieran que iba a ir, hay un guardia. El cual me escolta hasta la puerta del despacho de Rachel.
Una vez dentro, Rachel sonríe sin mostrar los dientes, demostrando que ya sabe cuál va a ser mi respuesta. Me siento en la silla que hay frente a ella.
- Supongo que has venido para transmitirme tu decisión.
- Así es-respondo.
Ella se irgue en el asiento y levanta una ceja en señal de que espera mi respuesta.
- Sí, sí que acepto convertirme en la subespecie humana.
Ella sonríe, esta vez mostrando su blanca dentadura, complacida. Sin embargo, de repente su tez se vuelve seria.
- Nick, ¿acaso no sabrás si Sara pretende aceptar también? ¿No te habrá comentado algo?
Me quedo callado unos segundos. Recuerdo mi conversación con ella de hace unas horas.
- La verdad es que sí que me ha comentado algo, pero no se la veía muy segura de si aceptaría o no.
- Como supongo que sabrás, para crear una nueva subespecie siempre se necesitan dos miembros. Y si Sara no acepta,- hace una pausa para que pueda adivinar por mí mismo las consecuencias- no avanzaremos mucho –concluye.- Ayudaría mucho si intentaras hacerle ver que todo son ventajas y que no tiene a que temerle. Siempre y cuanto sin presionarla, por supuesto. Una vez Sara venga a comunicarme su decisión os volveré a reuniros a los dos para comunicaros la situación, siempre y cuando ella acepte.-Esto último lo dijo con una mirada que quería decir que yo debía influir en eso.
Al salir de allí me encontré con mi grupo en el pasillo. Se dirigían a nuestra habitación de grupo, faltaba poco para que empezaran las experiencias en vivo.
- ¿Dónde te habías metido? –me dice Marina- Vamos, que llegaremos tarde a las experiencias.
Mi mirada se cruza con la de Sara, ella ya sabe perfectamente dónde me encontraba. Aparta sus ojos y pasa por delante de mí. Yo sigo su rostro con mi mirada. No sabría interpretar su expresión al mirarme. Era entre decepción, preocupación o confusión o una mezcla de las tres.
Me coloco al final y los sigo por el pasillo. Entramos en nuestra correspondiente habitación y nos colocamos cada uno en nuestro sitio.
Una vez dentro de nuestras mentes empezamos las experiencias en vivo. Las cuales transcurren con tranquilidad, como siempre. Acabamos que ya era casi la hora de cenar y todos nos vamos a duchar.
Yo termino lo antes posible ya que tengo algo pendiente. Me visto rápido y salgo al pasillo donde casi no hay nadie. Llego hasta su habitación y entro. Por surte, dentro no hay nadie y me siento en una de las camas a esperarla. Tras cinco minutos esperando, la puerta se abre y yo me levanto de la cama. Por surte no es Ris la que aparece, ya que si no tendría que contarle que hago aquí. Si no que entra Sara con el uniforme asignado y el pelo goteando.
Al verme aquí se para en seco y me mira con cara sorprendida.
- ¿Qué haces aquí? –me pregunta, cerrando la puerta tras de sí.
- Quería decirte que ya he ido a hablar con Rachel.
- Lo sé –dice acercándose mí.- Le has dicho que sí, ¿cierto? –yo asiento en respuesta.
- ¿Estas enfadada? –pregunto con miedo a su respuesta.
- No, claro que no. ¿Por qué debería estarlo? –me pregunta sorprendida, alzando una ceja.
- No lo sé, la verdad-contesto rascándome la nuca.- Pensé que esto era algo que nos relaciona a ambos y que debemos decidir conjuntamente que elegimos hacer. Sin embargo, yo ya he dado mi respuesta sin consultarte antes. Y si tú no quieres hacerlo estoy dispuesto a decirle a Rachel que me lo he pensado mejor y que mi respuesta es no. Pero si al final dices que sí, que espero que así sea, pienso estar allí, cuidar de ti y apoyarnos mutuamente pase lo que pase.
Ella en respuesta me sonríe sin enseñar los dientes, avanza hacia mí y me abraza. Yo tardo en reaccionar y finalmente la abrazo también.
- Gracias –me dice en un susurro.
La separo de mí y la miro a los ojos.
- Entonces...
- Sí, sí que voy a hacerlo –yo le sonrío ampliamente en respuesta.
- P

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En Órbita
Science Fiction"¿Alguna vez habéis sentido la necesidad de escapar de dentro de vuestro propio cuerpo, de dejarse arrastrar por el viento y no preocuparos por nada; tan solo de dejarse llevar por la corriente? A veces, a mí me gustaría ser algo tan simple como una...