Ris

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Nick se fue a la enfermería y aún no ha vuelto, así que tenemos que jugar con desventaja. La prueba es muy simple. Vamos por equipos, todos con un fusil de asalto, no están cargadas de verdad, pero si te disparan los trajes que llevamos simulan como si nos hubieran dado. Un disparo, nos quedamos sin uso de armas propias; dos disparos, estamos eliminados. El último equipo que quede en pie gana. Los tres primeros eliminados pierden cinco puntos en su marcador.

Ahora avanzamos los cuatro en fila, atentos a cualquier movimiento, a través de un bosque no muy frondoso.

- Mira que dejarnos tirados en esto Nick. –Va refunfuñando todo el rato Mike.- Justamente tenía que ponerse hoy malo o yo que sé que le ha pasado.

Sara fija la mirada en el suelo, sé que seguramente Nick está metido en lo mismo que ella.

- Deja ya de quejarte y estate atento a esto –le suelto.- Aunque no esté Nick podemos ganar.

Llegamos a la cima de una colina y desde allí podemos ver gran parte del bosque.

- Mirad, allí –susurra Marina. Todos miramos hacia dónde apunta con el arma y podemos ver que hay otro grupo. Están escondidos detrás de unas rocas, solo esperando que pase alguien. Si esa iba a ser su estrategia durante todo el juego lo iban a tener difícil.

- Será mejor que demos un rodeo, -empiezo a decir- si nos ven llegar directamente desde aquí nos descubrirán enseguida.

Todos están de acuerdo con el plan, así que nos separamos. Yo voy con Marina por el este y Mike y Sara se van por el oeste. Una vez estemos lo suficiente cerca, esperaremos que aparezcan al otro lado a los demás para poder atacarlos a la vez.

Marina y yo avanzamos rápidas y ágiles por el bosque. Puede que no sea una persona muy buena con las armas, pero ahora mismo parece en su elemento, corriendo por el bosque. La verdad es que no la conozco mucho, debería intentar conocer más a las personas de mi equipo.

Llegamos con la respiración agitada al lugar hasta donde habíamos acordado avanzar, hasta detrás de otras rocas a unos diez metros del otro grupo. Me separo un poco para comprobar si ya veo a Mike y a Sara, pero ni rastro de ellos. Me apoyo en la roca, al lado de Marina e intentamos calmar nuestras respiraciones agitadas.

- ¿De dónde eras tú en la Tierra? –le pregunto. Ella se queda unos segundos pensativa, seguramente no se esperaba esta pregunta.

Todo el mundo sabe que cuando te preguntan de dónde eres no se refieren a la ciudad ni el país, sino de si eres de las clases altas o de las bajas.

- Era corredora de élite –con eso me queda claro a que clase pertenecía. Ya se le ve que esta atlética y delgada.- Lo cierto es que nunca gané nada, -suelta, riéndose de sí misma- pero con tal de correr yo estaba feliz. Lo echaba de menos.

En la Tierra solo practican deporte las personas de las clases más elevadas, cosa que me dice que ella no era alguien cualquiera de las clases altas. Sus padres deberían ser alguien con influencias e importancia, sino jamás habría llegado tan lejos. Aunque me gustaría seguir preguntándole sobre cómo era su vida llena de lujos, tenemos una prueba que ganar, así que vuelvo a asomarme a ver si ya han llego Sara y Mike.

Entonces, al otro lado, veo a Mike asomarse también desde su posición. Me hace una señal con la mano indicándome que ya están listos y yo hago lo mismo.

Mike sale el primero del escondite, apuntando su arma. Los del otro equipo, sorprendidos, empiezan a colocarse y a intentar posicionar sus fusiles, pero no parecen muy concentrados.

Sin embargo, cuando salgo de mi escondite también, aparece otro equipo desde otro lado y nos apuntan a ambos. Entonces, todos empiezan a disparar, encontrándome en medio de una lluvia de balas que silban a mi alrededor. Aunque sepa que no pueden herirme, la sensación es de los más estresante y preocupante. Intento ponerme a cubierto y volver detrás de la roca en la que estaba.

En ÓrbitaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin