Cuándo crucé la esquina, pensando en qué le pasaba ahora al perfect boy, choqué con alguien que resultó ser mi traicionera amiga Mindae.
—Ah, hola Jaesoo.— Me sonrió.
—Hola traicionera.— Me crucé de brazos.
—Ay Jae, ¿vas a seguir con eso?— Hizo mala cara.
—No sé, ¿por qué no se lo preguntas a tu nuevo amigo el perfect boy?— Dije con tono chocante.
—¿Eso qué?— Rió.— ¿Por qué le preguntaría eso a él?— Golpeó mi hombro.
—Yo que sé, sólo vete con él.— Le devolví el golpe. Min rió aún más.
—Eres una celosa.— Se abalanzó sobre mi, envolviéndome en un abrazo asfixiante.— Que tonta eres.— Dio repetidos besos en mi mejillas mientras yo trataba de zafarme de su agarre.
—Ay, que buena suerte tengo hoy, una escena lésbica en vivo. Así me ahorro en pagar porno.— Dijo divertido Jackson, aplaudiendo.
—Ja, luego la pervertida soy yo.— Le eché en cara.
Soltó una risa sonora y se unió al abrazo al que me habían obligado a participar.
—Ya, ya, mucho amor.— Me solté y los empujé con fuerza.
—Tú eres tan cariñosa que me enamoras.— Habló con sarcasmo Jackson y apretó mis mejillas. Yo di manotazos a sus manos para que me dejara en paz.— ¿Qué vamos a hacer éste fin de semana? Por fin puedo sacar mi cabeza de los libros.— Extendió sus brazos e hizo un gesto exagerado de alegría.
—Bueno, yo no tengo nada que hacer. Podríamos salir al centro comercial un rato.— Respondió Mindae.
—No salimos con traicioneras.— Tomé la mano de Jackson y lo halé a mi lado.
—Ay, que mala.— Hizo puchero y se volvió a abalanzar sobre mí.
—Yo pensaba en que podríamos ir a una fiesta, se dice que Hoseok hará una, y puede ir quién quiera.— Dijo animado, ignorando mi comentario. No se puede conseguir apoyo de un amigo por aquí.
—¿Con ella?— Lo miro alzando una ceja.
—Ay ya Jae, ella es nuestra amiga de años, aparte tampoco habla de él cuándo está con nosotros, es la única que no está completamente dentro de la secta.— Me reprendió de forma sutil.
Yo sólo me ponía así por fastidiar a Min, pero ella es mi mejor amiga, y no la voy a abandonar en esa secta, la tengo que salvar. Aunque a veces me ofusca y la dejo por allí con las demás zombies de Jungkook.
—Ya, ya, sí puede venir. Y espero que no hable de ese ser.— La señalo de forma amenazadora, a lo que ella ríe.— Oh.— Recordé algo.
—¿Qué pasa?— Pregunta Min, ya que me he parado en seco.
—No recordaba que tenía sesión con mi tutor de matemáticas ésta semana.— ¿Recuerdan que dije que soy olvidadiza? Pues vean, acabo de hablar con Namjoon y Jimin, y ya había olvidado el horario de estudios.
—¿Tendrás tutor? ¿Tan mal estás?— Preguntó Jackson sorprendido, y yo asentí poniendo mi boca en una linea recta.
—Te explicaría.— Comentó mi amiga.— Pero tampoco soy muy buena que digamos, y Jackson, me imagino que está igual que yo.— El asintió de la misma manera que lo hice yo.— Ah, pero hablame de literatura o inglés, allí si soy una crack.— Alzó el puño en reclamación de victoria, aunque no haya ganado nada.
Jackson y yo reímos a carcajadas por tan gracioso gesto, pero debíamos reconocer que era verdad, eran las únicas clases en las que no tenía notas medias. Yo en cambio, tenía notas medias hasta en recreo.
Seguimos caminando, hasta nuestro vecindario. Era raro cuando ellos y yo no nos encontrábamos para venirnos a casa, desde pequeños hemos sido muy unidos, y también vecinos, Jackson vive a dos casas a la derecha de la mía y Min a tres a la izquierda. Siempre el punto de encuentro era mi casa, ya que mis padres la mayoría del tiempo trabajaban y Yoongi era el que nos cuidaba, y nos dejaba hacer lo que queríamos.
Tal vez si le pregunto a ellos sobre la foto que encontré... sepan algo, suelen ser mejores recordado cosas así que yo. Aunque no deben recordarlo tampoco, porque me harían bullying cada que yo hablara mal de él.
Yo no había podido sacar eso de mi cabeza. Me era extremadamente extraño que yo haya borrado algo así de mi memoria. Bueno, algún día el esclarecimiento llegará a mi mente, ya dije que no me martirizaría por eso.
La primera casa en el camino a es la de Jackson, él se despide de nosotras, haciéndonos prometer que no lo dejaríamos mal el viernes, y diciéndome que ellos esperarían a que yo saliera de la asesoría, a lo que yo dije que estaba bien. Luego, estaba la mía, me despedí de mi amiga, quién me hizo abrazarla y darle besos en la mejilla para recordarle lo mucho que la quiero, ella es así, muy cariñosa, cosa que a mí no se me da ni de chiste, por eso disfruta tanto haciéndome hacer esos espectáculos que llevan pataleta de mi parte incluida.
Entré a la casa, y el delicioso olor me invadió, mi mamá estaba haciendo lasaña, algo especial debe haber hoy. Voy directo a la cocina atraída por el aroma.
—Umh, huele rico.— Meto mi dedo en una crema pastelera que está haciendo. Hasta postre habrá, ésto es raro.— ¿Quién viene hoy?— Me cruzo de brazos y la miro curiosa.
—Tengo una cita.— Sonríe emocionada.
—¿Sí?— Fingí alegría.
—Sí, y necesito que estén en sus cuartos encerrados. Luego los presentaré. Por favor.— Unió sus manos en un gesto de ruego. Yo puse una mano en su cabeza, ya que mi madre no es tan alta comparada conmigo, y alboroté su cabello denotando cariño. Asentí y me fui a mi habitación.
¿Qué carajos? ¿Una cita? ¿Y papá? Hubiese hecho una escena allá abajo, pero no me convenía en lo absoluto, está por llegar el corte de notas, y esa pelea será legendaria.
Fui a la habitación de mi hermano, que como de costumbre, estaba cerrada con seguro. Toqué de forma estrepitosa varias veces, hasta que se dignó a abrir.
—Tengo que hablar contigo.— Empujé la puerta haciéndolo a un lado de forma brusca y me senté en su cama.— ¿Quién viene a cenar con mamá?— Le pregunté.
El empezó a reír, y yo no le veía el chiste a la situación.
—És-to-o te-e va-a en-encan-tar.— Dijo entre risas, por lo que muy poco le entendía, pero lo dejé seguir hablando.— Es el señor Jeon.
—¡¿Quién?!— Grité sin importarme si ya él estaba abajo.— ¡¿El señor Jeon?!— Volví a gritar. No me lo creía, esto era un complot para la traición.
Yoongi me tapó la boca no quería que mamá escuchara mi drama. Y yo empecé a blasfemar en la mano de mi hermano. Lamí su palma para que me soltara y me miró con asco.
Salí de la habitación, y me encerré en la mía. ¿Qué le pasa a mi mamá? ¿Está loca?