12

8.2K 718 103
                                    

Me quedé observándolo un momento, si veía que no respiraba, tal vez me alarmaría, pero si respira bien, no moveré ni un dedo por él. Empecé a preocuparme porque el chico no parecía dar señales de vida, así que me senté para ver bien si se movía. Cuándo fui a tomar su pulso para ver si había pasado a mejor vida, me arrodillé a un costado de su cuerpo, puse mis dedos índice y medio en su cuello, y en lo que sintió mi tacto él se movió. Suspire con alivio, por lo menos estaba vivo. Me levanté, pero me quedé un momento más parada a su costado, analizando que podría haberle pasado por la mente a éste chico esa noche para haberse puesto en ese estado. En lo que iba a caminar para irme al tobogán nuevamente, Jungkook estalla en vómitos, justo sobre mis zapatos.

La cantidad de líquido junto con sólido asqueroso que salía de él, era impresionante, y más impresionante es que me haya vomitado a mí encima. Juro que quería patearlo hasta que muera de verdad.

Él se acostó boca arriba quejándose del malestar, y llorando como niño pequeño. Yo sacudí mis pies furiosa, arrojándole su propio vómito encima. Genial, tendría que echar a la basura mis zapatos favoritos. ¿No puedes arruinar más mi noche Jeon? Y cómo si leyera mi mente, el chico se sentó y vómito nuevamente en mi dirección, empapando mi pantalón.

Se quedó mirándome mientras limpiaba su boca con el dorso de su mano. Yo estaba estupefacta, parada allí como una boba. No sabía si lanzarme sobre él y golpearlo hasta ver sangre.

— ¡Joder! — Grité. — ¡Maldita sea Jungkook! ¡Eres un grandísimo mierda! — Empecé a lanzarle arena encima con toda la rabia del mundo.

Él hizo lo mismo, haciendo que mi ropa fuese un desastre aún más asqueroso. Yo paré y él igual. Me quité los zapatos y se los lancé, pero no logré pegarle con alguno, a pesar de estar ebrio aún conservaba sus reflejos intactos. Se empezó a reír de mí y allí si perdí la paciencia. Me fui sobre él como un león sobre su presa. Empecé a golpearlo en la cara y el pecho con la mayor fuerza que pude.

Yo estaba sentada sobre su abdomen, tratando de aruñarle la cara. Él tomó mis manos con mucha fuerza, y en cerrar y abrir de ojos yo estaba bajo su cuerpo.

— Peleas como niña. — Soltó con burla. Y se rió en mi cara.

El pútrido olor a alcohol y vómito que salió de su boca casi me hace vomitar a mi también.

— Soy una niña imbécil. — Traté de soltarme para golpear su cara, pero no pude, en cambio conseguí que él aprisionara mis manos aún más sobre mi cabeza. La posición en la que nos encontrábamos me hizo sentir totalmente incómoda. — Sueltame estúpido. Y quitate de encima de mí. — Intenté forcejear, pero es obvio que él es más fuerte que yo.

— ¿Y si no quiero? — Rió. Con la mano que tenía libre, tomó la botella que estaba al lado de nosotros y tomó un sorbo de ella.

— Sí, eso, perfecto. — Dije con ironía. — Toma más, y empeora tu estado. ¿Qué coño te pasa perfect boy? ¿Se te rompió una uña y ya tu vida no es perfecta? — Pregunté con sorna.

Él rió sarcásticamente ante mi comentario. — ¿Estás estúpida o qué? — Dijo molesto. — No es tu asunto. Yo sé que estás gozando el verme así. — Tomó otro sorbo. — Me odias, porque me tienes envidia. — Sonrió con autosuficiencia.

Yo bufé ante eso. — ¿Yo? ¿Tenerte envidia? Ja', ¿qué te crees? — Reí. — No le tengo envidia a niñitos mimados y chupamedias de los profesores. — Hice una risa fingida. — Crees que tienes el puto mundo a tus pies, y vete aquí, hundiéndote en alcohol. Si sabes que arruinaste tu reputación allá, ¿no? No aguantas un poquito de ron. Y tus fanáticas te tienen miedo ahora. Eres un bestia. Se te ha caído la más...

— ¡CÁLLATE! — Gritó él, interrumpiéndome. — Tú no sabes nada, no hables sin saber. Eres igual que los demás, me tienes envidia y me juzgas. — Me soltó y se quitó de encima de mí.

Estaba por decir algo, pero él se levantó, y empezó a caminar a la salida del parque. Salió cabizbajo, y creo que llorando, pues lo pude ver limpiando su cara con el dorso de su mano.

No sé porqué tuve la repentina necesidad de correr tras él y pedirle disculpas, pero no lo hice, jamás lo iba a hacer.

Vino a mi mente esa foto que tenía escondida en mi baño. Aún me preguntaba porqué existía, y qué había pasado.

Hoy, él ha mostrado parte de su verdadero ser, como yo predije, él no era perfecto. Casi me sentí miserable por haber hablado mal todo éste tiempo de su persona. Pero es que él también daba pié a ello, siendo tan arrogante y creyéndose superior cada que le otorgaban algún merito que luego su padre restregaba en la cara de mis padres.

Y viene a decir que le tengo envida, pff, es un idiota. Aparte me ha dejado la ropa hecha un desastre.

Olía a excremento casi, así que no podría quedarme en mi maravillosa aventura de dormir a la intemperie.

Decidí dejar los zapatos ya allí, que no me servirán, jamás podré quitarle ese olor de mierda, y empecé a caminar descalza hacia mi casa. Necesitaba un baño urgente, y deshacerme de todo lo que llevaba puesto.

Cuándo llegué, me metí por la puerta de un costado al jardín trasero. Rodee la casa y cuándo iba a abrir la puerta, una mano en mi hombro me dio el susto de mi vida. Solté un grito que creo que todo el vecindario escuchó.

Jungkook empezó a hacer 'shhh' con la mano en su boca. Pero ya era demasiado tarde, nuestros padres habían oído y ya estaban bajando las escaleras.

De golpe abrieron la puerta y sus caras al vernos, no fueron las más agradables que digamos.

Mi madre negaba repetidas veces con furia en su expresión y el padre de Jungkook quería asesinarlo con la mirada.

Natural. » Jeon Jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora