- ¿Por qué me mordiste? ¿Estás loca? - Se soltó bruscamente de mi agarre.
- ¿Estás loco tú? ¡Ibas a matar a aquél chico! - Grité, siendo más intimidante que él, y propinandole un golpe en el pecho, que en realidad no pareció hacerle mucho. - ¿Qué carajos pasa por tu mente?
- ¡No es tu asunto! - Me gritó en la cara.
- ¿Ves Mindae? Hubiese dejado que llamaran a la policía y se lo llevaran preso. - Dije a mi amiga, que se encontraba sólo viendo la escena, a punto de romper en llanto.
Ella es un persona muy sensible, aparte, no tiene ésta concepción de su adorado crush, debe tener los nervios de punta y el corazón destrozado. La chica sólo alcanzó a negar con la cabeza repetidas veces. Torcí los ojos. Jungkook se notaba bastante tomado, y si lo dejaba a su merced, mi amiga no me lo perdonaría, puesto que, debía llevarlo a 'mi' casa. El grupo de chicas fresas de Mindae llegaron a formar parte del momento, abrazando a la pelinegra, viendo a Jungguk con preocupación y a mí con extrañes. Yo no quería para nada que me vincularan en chismes con éste chico, pero después de tremendo espectáculo, estoy segura de que la historia rondará por los pasillos unas varias semanas.
Se acercaron al pelinegro, haciéndome bruscamente a un lado. Yo vi eso como la oportunidad perfecta para lavarme las manos ante la situación y me fui de allí, en busca de Jackson.
Él me vio a lo lejos dirigirme en su dirección y comenzó a caminar para huir de mí, realmente estaba molesto, pero esto ya se me hacía muy infantil. Por suerte, él estaba tan tomado que el estar mareado le dificultaba correr, así que sólo tuve que acelerar un poco mi paso para alcanzarlo.
- Jackson, para. - Lo tomé del hombro. - Sé que estás molesto, pero debía hacer algo, estaba matando a ese otro chico. - Dije cuando me hizo frente. - Y ustedes no los separaban, ¿qué son idiotas? - Di un leve golpe en su pecho.
- No, a mi me pareció que querías era defenderlo a él. - Se cruzó de brazos, haciendo el típico puchero que hace cuándo está molesto. La gente podría pensar que lo hace en broma, pero no, es un chico muy malcriado.
- Por Dios, Jackson. - Torcí los ojos. - ¿Estás tan borracho? ¡Él otro chico estaba inconsciente! - Le di con un dedo en la cabeza. - Aparte, no podía dejar que lo llevaran preso. También me metería en problemas yo.
- ¿Por? - Preguntó confundido.
- ¿Mindae no te dijo? - Negó con la cabeza. - Él ahora vive en mi casa. - Solté amargamente.
- ¡¿Qué?! - La cara de sorpresa de Jackson, casi me hace reír. - ¿Cómo? ¿Por qué? ¿Qué es? - Estaba conteniendo la risa, lo podía ver.
- Su papá, y mi mamá, son novios. - Dije con alegría fingida.
La perplejidad de Jackson fue tanta, que tuvo un momento de shock, luego soltó una carcajada que me hizo querer molerlo a golpes. No me gusta que se rían de mis desgracias. Alcancé a darle un golpe con el puño cerrado a un costado de la cabeza, él se quejó y me pidió disculpas.
- Lo siento. Es que es demasiado gracioso que la persona a la que más odias, ahora debas tenerla tan cerca. ¡Son hermanitos! - Rió otra vez.
- ¡Callate Jackson! - Volví a golpearlo. - Vámonos, ya esto se arruinó. - Empecé a caminar hacia la salida.
- Espera, ¿y Mindae? - Me detuvo.
Ah, cierto, ya casi me olvido de ella. Señalé hacia dónde estaba y ambos caminamos para buscarla. Mindae no se quería ir sin Jungkook, pero, tenía miedo de decirle que nos fuésemos porque aún estaba agresivo. ¿Qué le pasa a ese chico?
- Tú te lo quieres llevar, tú lo convences. - Le dije, era una tontería que le tuviese miedo.
- Jae, él vive contigo, debes decirle. - Argumentó de forma tonta ella, haciendo que todos voltearan a verme con curiosidad. Genial, lo que me faltaba, que todos supieran. Ella se tapó inmediatamente la boca, dándose cuenta de que la había regado. Yo la miré de mala manera, estaba furiosa ahora.
Me hice camino entre las barbies esas, tomé al agresivo de la mano, y lo arrastré conmigo. Jackson y Mindae fueron tras nosotros.
- ¿Por qué estoy dejando que me arrastres? - Haló su mano del agarre de la mía. Y se paró en medio de la calle por la que caminábamos, tambaleándose un poco.
- Ya, Jungkook, vamos, estás hecho un desastre. - Habló Mindae. Pero no se acercaba a él para nada.
Yo solté el aire que contenía con exasperación y caminé sin importarme si ellos venían o ni tras de mí. Realmente no quería preocuparme por Jungkook, y con Mindae dudo que hable en un largo tiempo. La razón por la que había hecho el intento de llevarlo a casa, era porque si mi madre se enteraba de todo esto, estoy cien por ciento segura de que me regañara por no haber hecho nada estando relativamente con él, pero ya creo que hice suficiente. Ya tuve mucho de ésta noche.
Dejé de escuchar sus voces, así que supuse que ya estaba bastante lejos de ellos. En vez de seguir a mi casa, me desvié hacia un parque que solía visitar mucho cuando era pequeña. Se veía muy escalofriante de noche, pero tuve la necesidad de estar allí, así que entré y me recosté en el tobogán para niños a ver las pocas estrellas que la iluminación de la ciudad dejaban ver.
De repente el pensamiento de que había perdido una gran oportunidad con Jimin saltó a mi mente. Bah, y todo por culpa del perfect boy que hoy decidió ni ser tan perfecto.
Realmente detesto que tenga que vivir en mi casa, y detesto que mi madre esté haciendo las cosas así.
Mi celular empezó a sonar, y al sacarlo de mi bolsillo puedo ver que es una llamada de Mindae.
- ¿Qué? - Hablé bruscamente, al atender el teléfono.
- Jungkook se nos perdió. - Dijo.
- ¿Y? - Demostré mi desinterés.
- Nada Jaesoo. Ya Jackson y yo estamos llegando al vecindario. - Suspiró pesadamente.
- Que bien. - Dije.
- Adiós Jaesoo. - Colgó la llamada.
Me encogí de hombros. Sabía que se había molestado, pero yo estaba más molesta que ella.
El sueño empezó a apoderarse de mi. Así que me acomodé mejor en el tobogán. No me hará daño dormir un poco aquí. Estaba por caer rendida cuando alguien cayó en la arena a mi lado, quejándose. Levanté mi vista asustada, para encontrarme con un Jungkook de muy mal aspecto que llevaba un botella en la mano.
¿Qué no me puedo librar de éste?
