Narra Jungkook:
—No soy tan tonto e incompetente como se piensa de mí.— Dijo Taehyug con una sonrisa ladina.
—Ah, ¿sí?— Seokjin se hizo hacia adelante para verlo de forma seria.
—Sí.— Tae le devolvió la mirada ácida.— Así que suelten, ¿qué pasó?
—¿Por qué hay que estar contándote todo?— Escupió mi hermano.
—Puedo averiguarlo, pero ahorrenme tiempo.— Mi amigo me miró ahora a mí.
Era raro que Tae estuviese con esa postura, desafiante y a la ofensiva, pero siempre era así cuándo Seokjin le hablaba.
—Peleamos con Deukook, creo que básicamente lo dejamos inconsciente, Baegi llamó a la policía y quién sabe que mentiras diría, ahora nos persiguen.— Suspiré, sintiendo el peso de la situación en mi espalda.— Ahora dinos cómo sabías que nos perseguía la policía.— Me crucé de brazos, esperando ahora su explicación, e ignorando la mirada de reprensión de Seokjin, por decirle todo a todos.
Yoongi y Jaesoo nos miraban sorprendidos, pero no decían nada, sólo callaban escuchando todo.
—Por fin decidieron darle su merecido a ese imbécil.— Tae rió por lo bajo.— ¡Pero se han metido en la mierda hasta la coronilla de la cabeza!
—¡Lo sabemos! Duh.— Seokjin le torció los ojos.— Te haré la pregunta una vez más. ¿Cómo lo sabías?— Lo miró fijamente, desafiante.
Tae suspiró y se quedó en silencio unos segundos, se levantó del sofá y caminó hacia una puerta que recién acabo de notar, puesto que tenía el mismo papel tapiz de la pared encima.
—Vengan todos.— Abrió la puerta y empezó a bajar por una escalera.
Seokjin fue el primero en seguirlo, luego los demás imitamos su acción. Estaba oscuro, pero a medida que avanzábamos las luces de una computadora, un televisor y una laptop iluminaban la pequeña habitación, había una especie de radio al lado éstas, y había como cuatro casilleros de esos de metal pegados a la pared izquierda, debajo de las escaleras había también unos muebles con gavetas, había una especie de pizarra en la pared derecha, un montón de papeles en la mesa frente a ésta, y una silla frente a la de las computadoras. En el televisor se veían divisiones, imágenes que captaban diferentes cámaras, al parecer al rededor de la casa en la que estábamos, pero también había un recuadro que reflejaba la casa de Jaesoo. Lo señalé inmediatamente.
—¿La casa de los Min's?— Pregunté algo incrédulo, Tae asintió.— ¿Por qué?
—Porque tenía que vigilar a tu padre.— Me respondió sin más.
—¿Qué es todo esto Taehyung?— Preguntó mi hermano viendo con detalle.
—¿Creen que me iba a quedar como tonto luego de lo que le hicieron a mi padre? Tenía que cuidar a mi madre. Tenía que mantener vigilados a mis enemigos. No soy tan estúpido como para creer que ya salimos de su mira, y si fue así, bueno, más ventaja para mí, pero no creo que haya sido así.— Se sentó frente a las computadoras y empezó a buscar algo.— Sé lo de ustedes porque tengo intervenida la señal de radio de la policía, y un programa que detecta cuándo hablan de las direcciones o personas que me interesan.— Dio play a un audio.
Era de la típica voz de los policías al hablar por radio, hablaban de la dirección de la casa de los Mins, pidieron a una patrulla que se acercara al lugar ya que había una disputa familiar y había un hombre inconsciente que fue agredido por sus hijos.
—Oh, se grabó otro.— Tae dio play a otro icono.
En éste pedían una ambulancia, describían a Deukook, y decían que tenía la nariz y el rostro destrozado, con posible dificultad para respirar, ya que parecía que su tabique hundido lo impedía. Luego nos describieron a Seokjin y a mí, y dieron una orden de captura para nosotros.
—Mierda.— Seokjin estampó su puño contra la mesa de la que estaba recargado.
—No se preocupen.— Dijo Taehyung.— Puedo decir algo por aquí que los despiste, y en este lugar están a salvo, no creo que lleguen hasta tan lejos. Aparte no han dicho que son peligrosos, si los buscan con insistencia será porque Baegi sea persistente, pero normalmente a éstos temas de problemas familiares no les ponen mucha atención.— Me miró fijo.— Pensé que habían hecho algo mucho más grave, pensé que por fin lo habían matado...— Apartó al fin su mirada.— Eso dejenmelo a mí.— Susurró muy bajo, pero aún así escuché, aunque parece que fui el único.
—Esto es bastante impresionante.— Dijo Yoongi al cabo de un rato.— ¿Cómo pusiste esa cámara frente a nuestra casa?— Miraba fijo el recuadro que mostraba su hogar.
—Eso no lo puse yo.— Dijo, con una pequeña sonrisa.— Fue Deukook, yo sólo las intervení.— Empezó a cambiar las imágenes según los ángulos en las que estaban puestas cada una de las cámaras.
A Jaesoo parecía haberle comido la lengua un ratón, miraba todo muy callada, de vez en cuándo cambiaba su expresión a confusión o sorpresa, pero aún así no decía nada de nada, era muy raro en ella eso. En lo que sintió que la miraba, aparté mi vista y me concentré en Taehyung.
—¿Por qué no me habías dicho antes de éstas cosas?— Le pregunté.
—No vienes mucho amigo, y tampoco me cuentas muchas cosas.— Se cruzó de brazos, con su típica expresión de malcriado.— Una por una no es trampa. Sólo debes saber que siempre cuidaba tus espaldas en lo que podía.— Me guiñó el ojo.— Y mi mamá quedó tan paranoica, no quería que contara esto a nadie.
—Umh...— Yoongi intervino.— ¿Dónde está el interruptor? Quitemosle algo de dramatismo a esto.
—Está allí.— Tae señaló un punto tras de Jaesoo, ella salió de su ensimismamiento y encendió la luz.
—Wou.— Dije al ver el montón de fotos que estaban pegadas a la pizarra.
Habían nombres, fechas, coordenadas, algunas que yo conocía y otras que no. Seokjin se quedó tan impresionado como yo por la cantidad de información desplegada en la pizarra. Fotos de mujeres que yo había visto a lo largo de mi vida, hombres, de Deukook, Yoonsoo, Jinwoo, Baegi, los papás de Mindae, incluso de algunos de nuestros profesores, de los matones que trabajan con mi padre... mierda.
—Nos tomó bastante tiempo recopilar ésta información, pero es bastante completa.— Tae sonrió orgulloso.
—¿Nos?— Preguntó mi hermano.
—A mi mamá y a mí.
El asintió, poniendo más atención a las cosas en la pizarra.
—¿Por qué se tomaron tanta molestia?— Por fin la voz de Jaesoo sonó en la habitación.
—Teníamos que saber quién mató a mi padre.— Respondió Tae serio.
—¿Y descubriste quién fue?— Le pregunté yo ésta vez.
Él se limitó a asentir.
—A pesar de mirar todo esto, no entiendo nada.— Habló Jaesoo, con pesadez en su voz.
—Es hora de que todos digamos unas cuantas verdades...— Dijo Taehyung, nos miró detenidamente, y de pronto todo se sintió tenso.