Salí de la habitación con Jungkook tras de mí, él había decidido ir al hospital también para conseguir sutura en su ceja, porque al parecer y necesitaba uno o dos puntos.
—El enano ese pega duro.— Dijo, mientras ambos subíamos al autobus.
No sé porqué carajos lo dejé venir conmigo, o me vine junto a él, pero no podía evitar que viniera, sí necesitaba esos puntos, ahora que estamos sentados uno al lado del otro, puedo ver cómo el pañuelo que trae pegado a la ceja se llena de sangre rápidamente. Pero me preocupa lo que pueda pasar si de casualidad Jimin nos ve llegando juntos, aunque no creo, vamos, es un lugar enorme.
Sentí que el bus iba a paso de tortuga, seguro si me hubiese ido caminando, ya hubiese llegado. Jungkook se estaba quejando un poco de el dolor en su ceja, pero no me decía nada, sabía que si decía algo, probablemente mi reacción sería darle un golpe, sin importar lo que dijese. Por lo que la tensión estaba casi materializándose entre nosotros.
Cuándo por fin llegamos a la parada del hospital, bajamos y caminamos hacia el complejo. Entramos por el área de emergencia, yo fui directo hacia dónde dan indicaciones y pregunté por Jimin.
—¿El chico que se peleó en la escuela?— Me preguntó la enfermera, yo asentí.— En éste momento está en el área de sutura, están haciéndole algunos puntos en la ceja y el pómulo. ¿Eres familiar?
—No... soy, su amiga.— Dije seria.
—Bien, tendrás que esperar a que salga, por allá hay otros amigos de él, persona que no sea familiar, no puede entrar. No te preocupes, no es nada tan grave.— Dio algunas palmadas a mi hombro, y luego salió del cubículo.
—Jaesoo.— Jungkook me llamó, dando toquecitos a mi espalda.— Ahora que tienes que esperar por él, ¿si me acompañas a mí a que me atiendan?— Él parecía estar un poco apenado, pero más nervioso que eso.
Yo lo miré por un momento confundida, no quería, no quería acompañarlo a nada, pero al verlo sangrando tanto, me preocupaba que los chicos me fuesen a regañar por dejarlo sólo y que se desmaye. Así que sólo asentí, lo tomé del brazo y lo lleve hacia la recepción de pacientes, rezando con no coincidir con nadie que le diga a Jimin que estoy con él.
—Buenas, por favor, para que atiendan a éste chico, tiene una rotura en su ceja.— Hice que Jungkook quitara el paño de su cara, para que la enfermera pudiese verlo.
Él estaba muy pálido, y tal vez frágil, no había perdido tanta sangre, pero puede que los nervios lo estén atacando. Ah, no que muy machín.
—¿Estás bien?— Pregunté mientras lo llevaba con una orden a la sala que nos indicaron. Él sólo asintió, sin decir nada.— Dime la verdad.— Reclamé, al ver que parecía mareado.
—Ya, sí estoy bien, sólo no me gustan las agujas, y no te burles.— Habló como niño malcreado, si no tuviese mal humor, me hubiese reído, sí, pero no era el momento.
—Bien, sólo no te desmayes, no es tan malo.— Yo también le tengo temor a las agujas, pero, necesitaba ánimos, ¿no?
Entramos a una sala en la que el doctor estaba por salir, una enfermera estaba limpiando el área, yo toqué la puerta con pena, y le entregué la orden, él nos dijo que pasaramos y cerró la puerta tras nosotros. Le dijo a la enfermera que traera cosas nuevas y limpias y sentó a Jungkook en una especie de camilla, yo me quedé al lado de la puerta, sólo observando.
Jungkook se miraba totalmente nervioso, hasta movía sus pies a cada rato, y jugaba con sus manos mientras el doctor limpiaba su ceja.
—Es un corte un poco profundo, puede que necesite tres puntos.— Le dijo el doctor mientras abría la herida sin ningún tipo de pudor.— Por lo menos tuviste sólo en la ceja, y no como el chico anterior, también tenía en el pómulo.
Yo abrí los ojos de golpe, mierda, o sea, ¿Jimin estuvo aquí antes? Entonces si hubiésemos llegado unos minutos más nos hubiésemos encontrado con él y toda la situación se hubiese complicado aún más. Bien, creo que algo de luz me iluminó un poco hoy.
Tres toques a la puerta interrumpieron el hilo de mis pensamientos, que al parecer, fueron un montón de conclusiones muy prematuras.
—Adelante.— Dijo el doctor, aún limpiando las heridas de Jungkook, estaba ahora con su labio.
—Disculpe doctor, dejé mi celular aquí...— Jimin asomó su cabeza por la puerta, y mierda, su rostro estaba muy herido y también tenía vendas en su mano.
—Señorita Do, busque por allí.— Dijo el doctor a la enfermera que lo asistía.
Yo me quedé petrificada en mi sitio, Jimin no me había notado, pero sé que en el momento en que lo haga va a explotar, tampoco parece haberse dado cuenta de que el chico que estaba siendo atendido era Jungkook. Esperó pacientemente por su celular, y cuándo la enfermera lo encontró, extendió su brazo hacia mí.
—Pasaselo, por favor.— Me dijo sonriente.
No, a mí no me ilumina ninguna luz jamás, maldita sea. Cuándo hice frente a Jimin para darle su celular, su expresión cambió inmediatamente, frunció el ceño y me arrebató el celular de la mano, para luego cerrarme la puerta en la cara. Quise salir corriendo tras él, a eso vine, ¿no? A verlo, a explicarle todo, pero la vergüenza que me invadió y lo triste que me hizo sentir que me viese así, con repudio, casi con odio, fue una puñalada a mi estómago.
—Nunca dejo entrar familiares o amigos a las salas, pero éste chico está tan pálido. ¿Eres su novia?— El doctor me habló a mí.— Toma su mano, por favor, ya veo que le teme a las agujas.
Antes hubiese protestado, me hubiese ofendido porque piense eso, pero estaba sin palabras, mi mente se había apagado, o había huido, no sé, tal vez la reacción de Jimin me desconcertó mucho, no me esperaba tanto desprecio en su mirada. Yo hice lo que me pidió, de forma mecánica fui hacia dónde Jungkook y apreté su mano, él inmediatamente me devolvió el apretón, y pude sentir su pulso acelerado. El doctor estaba preparando el aguja, y él cerraba sus al borde de un desmayo.
En lugar de ir tras mi novio, o bueno, ex, me quedé allí dándole la mano a Jungkook, porque no creo que nada de lo que diga va a hacer alguna diferencia en lo que Jimin piense. Me duele, pero tal vez sea mejor alejarlo de esa manera.