Capítulo 6

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#Poché

Me desperté muy temprano eran las 05:30 de la mañana, lo primero que hice fue bañarme para despertar completamente, busqué la ropa más cómoda para poder viajar sin molestia, aunque odiaba despertarme temprano podía al menos preparar algo de desayuno aunque no entendía mi manía si lo único que sabía preparar era un café o cargar cereal con leche. Comencé a desayunar sin ninguna necesidad de atragantarme ya que tenía el tiempo suficiente para llegar en al aeropuerto.

Después de haber terminado con mi desayuno, tomé un taxi para que dejara en el aeropuerto fui las primeras persona en montarme en el avión, mi plan era descansar un poco pero gracias a la turbulencia no logré hacerlo durante todo el vuelo escribía o dibuja algo en mi mini cuaderno. Cuando el piloto indico que era el momento de aterrizar guarde mis cosas.

Al terminar de recoger mis maletas, comencé a buscar a mi hermana fue difícil encontrarla por su estatura y por la mía. Valentina al verme se acercó a mí para darme un abrazó de bienvenida para luego ayudarme con las maletas.

—Hola mi vida —ahora era el turno de mi papá, al verlos supe que les había extrañado tanto.

Mi papá había reservado en restaurante para poder comer lo cual lo agradecía con el alma en pensar comida en este momento, aunque estaba cansada no puede negarme a dar un recorrido por las calle de los Ángeles, cuando por fin llegué en la casa lo primero que hice fue meterme al baño y luego en mi cama estaba a punto de dormir cuando escuché que alguien tocaba mi puerta.

—¿Qué en ésta casa nadie duerme? —me quejé. —Pasa —dije de mala gana.

—Lo siento soy yo, Vale —me senté en la cama.

—Sé quién eres —puse los ojos en blanco. —¿qué quieres? —pregunté, odiaba que me despertaran.

—Sólo necesito que me ayudes en algo —me pidió haciendo un puchero. —necesito escoger una ropa.

—¿Para qué? —iba a ayudarla lo más rápido posible para que me dejara dormir tranquilamente.

—Es para una fiesta y me tengo que ver diva —puse los ojos en blanco.

—Dios Vale, sólo para eso interrumpe mi sueño —protesté.

—¿Qué hacen despierta? —apreció de la nada papá. —¿no iban a dormir? —preguntó confundido.

—Créeme que ese era la idea, pero Vale me pidió ayuda para una fiesta —Cuando estaba hablando Vale me hizo una seña para que me callara pero ya había sido muy tarde.

—Ah, entonces te vas en la fiesta con ella —abrí los ojos sorprendida.

—Perdón ¿qué? —pregunté confundida.

—Sí papi, Poché se va conmigo —contestó Vale con una sonrisa, negué con la cabeza una y otra vez.

—No regresen muy tarde ¿si? —nos pidió nuestro padre.

—Papá yo...

—Sí papá —me interrumpió Valentina.

—Poché cuida a tú hermana, nos vemos mañana —iba a hablar nuevamente pero no puede. —si sucede algo me llamas ¿okey? que se diviertan —dijo antes de dejarme con Vale.

—No, no, no y no, yo no me voy a ir a ninguna fiesta —me negué rotundamente.

—Por favor, por favor por favor —me rogó mi hermana.

—¿Por qué papá no te da permiso de que te vayas sola? si siempre te lo da ¿qué hiciste Vale? —pregunté.

—Nada, sólo que la fiesta queda un poco lejos —se defendió.

—¿Qué tan lejos? —no iba a aceptar antes de saber bien.

—Cómo media hora o una hora —se escogió de los hombros.

—¡¿Qué?! —grité Vale me calló tirándome algo por la cara. —Valentina, yo estoy cansada no puedo conducir así.

—Sí lo sé, pero estaré contigo, seré tú copiloto no dejaré que duermas ni loca —mencionó. —sólo va a hacer un rato Poché, por favor, hoy por mi y mañana por ti ¿si? —alcé mis cejas. —mira Poché hagamos un trato, tú me acompañas en la fiesta y mañana te dejo dormir la horas que tú quiera sin interrupción yo me voy a encargar de eso, pero acompáñame por favor —me pidió.

—Esta bien, sólo dame unos veinte minutos para arreglarme ¿okey? —acepté con un suspiro, Valentina automáticamente sonrió.

—Okey, te amo —gritó saliendo de mi habitación, comencé a prepararme para la fiesta.

—Bueno, vámonos ya ante de que me arrepienta —le comuniqué a Vale. —quiero decirte algo ¿si? —mi papel de hermana mayor entraba en acción.

—Lo que quieras.

—No me mientas, yo sé que a veces soy un poco aburrida pero me puedes convencer como lo hiciste hoy ¿si? —le pedí con una media sonrisa. —prométemelo.

—Te lo prometo, ahora vámonos —puse los ojos en blanco, no sé por qué estaba tan ansiosa.

—Okay —contesté arrancado el auto.

Vale comenzó a canta mientras que yo luchaba contra el sueño que tenía pero gracias a los gritos de Valentina llegamos salvó a salvó en la fiesta. Mi hermana no tardó en abandonarme cuando se encontró con sus amigos, le pedí que no sé alejara tanto y de que estuviera pendiente de su celular Vale se encontró con algunos amigos le dije que no se separara mucho de mí y de que atendiera su celular, comencé a caminar en medio de las personas hasta que tropecé con alguien.

—Lo siento, lo siento mucho —se disculpó la chica quién era más alta.

—Tranquila no pasa nada —contesté.

—Mucho gusto me llamo Paula pero me puedes decir Pau —estrecho su mano.

—María José pero me puedes decir Poché —me presenté con ella.

—Okay Poché ¿qué haces tan sola? —preguntó con una sonrisa.

—No conozco a nadie de aquí, sólo vine a acompañar a mi hermana —respondí —que por cierto no sé a dónde está —comencé a buscarla con la mirada por todo lados.

—Tranquila no le va a pasar nada —comentó Paula al notar mi preocupación.

—¿Por qué tan segura? —cuestioné.

—Porque es mi fiesta —contestó con risa.

—Oh —fue lo único que puede decir por lo apenada que estaba.

—Vamos te voy a presentar a mis amigos —dijo tomando mi mano para guiarme entre la multitud.

—Eres nueva ¿no es así? —me preguntó.

—Algo así, sólo vengo cuando estoy de vacaciones soy de Bogotá —dije mientras intentaba no chocar con otras personas.

—Wow, igual que yo —mencionó la rubia emocionada. —¿Por qué es la primera vez que te veo en mi fiesta?... espero verte más seguido —dijo soltando mi mano. —okay ellos son mis amigos te presento él es Sebastián, él es Juan Pablo, y ella es Juana.

—Hola, me llamó María José —me presenté con una sonrisa hasta que una chica con silueta muy conocida se acercó al grupo.

—Y ella es Daniela Calle —me dijo Juana al ver en donde estaba mi mirada.

—¿Tú? —Preguntó al verme creo que no era la única que estaba sorprendida muy sorprendida.





























La Guardaespaldas [EDITANDO]Where stories live. Discover now