La Guardaespaldas [EDITANDO]

Capítulo 49

#CALLE

No esperaba encontrarme con mi ex mejor amiga de la infancia y parte de mi adolescencia en este lugar. No ahora que estaba desesperada con hablar con María José.

—¡Dios tanto tiempo! —la escuché decir con bastante entusiasmo. Y me sentí apenada de no sentir lo mismo.

—Bastante —digo intentando sonar igual de entusiasta que ella. No estaba segura de haberlo logrado. Luján fue la primera niña que hizo que dudara de mi orientación sexual, con su cabello rubio y sus ojos verdes lo encontré bastante hermosa a los 9 años. Sonreí recordando aquellos vergonzoso tiempo de primaria cuando tenía un flechazo con esta niña, claro que ahora debía tener en cuenta de que ella ya era todo una mujer. —Supongo que pasó mucho tiempo —añado con una sonrisa. En ese tiempo solo tenía gusto para las rubias o rubios del salón, ahora solo me gustaba una morena.

—Te extrañé. No sabes cuánto sufrí por tu partida, eras mi mejor amiga y perderte de un día a otro fue doloroso —alcé la vista, mirándola interesada ante sus palabras. La separación de mis padres no solo me trajo tristeza sino también muchos cambios, mudarme a los Ángeles y dejar a mi mejor amiga. Recuerdo que fue una total agonía para mí. Pero con el tiempo logré superarlo, comencé a adaptarme a la ciudad y gran parte se lo debía a Paula. Ella me refugió en sus brazos cuando apenas pisé el nuevo colegio y me ayudó a que doliera menos la ausencia de Luján, al menos un poco.

—Fue difícil —estuve de acuerdo con ella.

 
Nos sobresaltamos al escuchar a alguien aclararse la garganta por detrás y ambas volteamos simultáneamente, solo para encontrarme con los ojos verdes que ya conocía perfectamente.

—Tenemos que hablar —su tono de voz era neutro. No le importó ser cordial, solo ignoró completamente la existencia de Luján. Muerdo el interior de mi mejilla por el nerviosismo que me causaba esta escena. Luján me miró con una expresión de confusión, le lancé una sonrisa tranquilizadora antes de mirar a María José.

—María José, ella es Luján... fue mi mejor amiga en la infancia —digo más que un presentación fue una explicación.  Poché haciendo una breve exploración miró a mi amiga, como si estuviera evaluando su comportamiento. Luján parecía estar incómoda ante su observación pero pudo ocultarlo con una media sonrisa.

—Hola... —saludó Luján tímidamente con su mano. Sonreí con cierta ternura ante eso, era exactamente como recordaba a mi amiga. Tímida. Regresé mi mirada a María José que ahora tenía el entrecejo arrugado, con una ceja ligeramente arqueada observándome.

—Luján, esta es María José mi.... —ella arqueo su ceja aún más, esperando su presentación. Dudé por unos segundos en continuar pero la mirada insistente de Poché me obligó a terminar de hacerlo. —Ex novia y mi ex guardaespaldas —digo haciendo hincapié en la última palabra mientras mis ojos le lanza dagas.

María José abrió la boca para decir algo, pero negué con la cabeza, no era el momento. Mi vieja amiga no notaría el leve pellizco de sus ojos mientras sonreía pero sabía que eso significaba que estaba en problemas, pero ahora no me importaba estarlo, ella también lo estaba.

—¡Oh!...—la exclamación de sorpresa en la voz de Luján hizo que abandone la mirada de Poché y me concentre en la de ella. Sus ojos se entrecerraron y me estudió por un momento apoyándose contra la barra sin ocultar una amplia sonrisa que jugaba en sus labios. —¿Te gusté en algún momento? —abrí mucho los ojos ocasionando una carcajada de su parte. —¡Por Dios! ahora entiendo tu acoso hacia mí —dijo dándome un guiño, abrí la boca para protestar pero ella se volvió hacia Poché. —María José ¡es un placer conocerte! — extendió su mano para que Poché la estrechara y no fue necesario lanzarle una mirada de ruego para que lo aceptara. Sorprendiéndome lo recibió con una media sonrisa.