Capítulo 32

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# Poché

—Calle... estás aquí —la voz de Karol hizo que nos separáramos. Revolví los ojos sintiéndome irritada por su presencia. —te estaba buscando, para invitarte a desayunar —dijo mirándonos fijamente.

—Emm... claro —respondió Daniela, rasque la parte posterior de mi cabeza sintiéndome molesta de que haya aceptado su invitación.

—Dani... —susurré.

—Ahora no Poché —murmuró tomando la mano de Karol para luego dirigirse hacia la cafetería.

Me quedé uno segundos procesando la escena que había visto. No estaba segura si lo estaba haciendo apropósito o inconsciente, pero de toda forma dolía ver como intentaba alejarme de ella.

Sacudí mi cabeza obligando alejar ese horribles sentimiento una vez que me recupere seguí sus pasos, ambas estaban sentadas en unas de las mesas. No tenía otra opción que sentarme en otra mesa no muy alejadas de ellas, vi rápidamente como establecían una conversación. Aunque intentaba calmar mis celos simplemente no podía y muchos menos ver como en mis narices intentaba alejarme ella.

—No quería interrumpirlas —hable irónicamente una vez que estuve enfrente de ellas. Karol rodó los ojos mientras que Calle solo me miró esperando que dijera algo. —Solo quería avisarte que estaría ahí —le dije a Calle mientras señalaba la mesa, ella asintió.

—No es necesario que estés aquí —comentó Karol. —Bueno lo digo porque estamos en un hospital, creo que nadie le hará daño a Dani —inquirió divertida, la miré perpleja.

—Lo es y ahora más que nunca —respondí mirándola fijamente, su sonrisa rápidamente se borró.

—Bien ya fue suficiente —intervino Calle. —Poché puedes regresar a tu mesa por favor —asentí, al ver su rostro de cansancio.

Regrese a mi mesa molesta por la actitud de Daniela pero mucho más por la sonrisa que tenía en este momento Karol.

—¡Dios! ¿Esto siempre va ser así? —me quejé con una niña pequeña.

—¿Así cómo? —alcé mi mirada encontrándome con la de Verónica pero en cambio ella tenía una sonrisa.

—¿Vero? ¿Qué haces aquí? —pregunté sorprendida por verla. Ella se sentó a mi lado antes de responder.

—Estoy a cargo de la investigación y vine a tomar la declaración del señor Germán y también la de ustedes —respondió esta vez con un tono serio, asentí.

—Claro —dije antes de regresar mi mirada en Daniela.

—¿Y tú qué? ¿Por qué no estás ahí con ellas? —me preguntó al ver en donde estaba puesta mi mirada, sonreí a media mientras negaba lentamente con la cabeza.

—Por el momento no me quieren cerca —respondí con una sonrisa débil, Verónica me miró con compresión.

—Bien entonces no te queda de otra que tomar un café conmigo Majo, como los viejos tiempos —dijo con una sonrisa, alcé una cejas antes de asentir. —¿cómo va tu vida amorosa? ¿Sigue apestando? —preguntó dejando su vaso a una esquina de la mesa.

—¡No!... bueno no tanto. Tengo o tenía una relación —suspiré pasando una mano sobre la cara. Verónica frunció el ceño y luego me miró con aspecto más serio. —Me terminaron —terminé de contar.

—Oh vaya, una ruptura amorosa —murmuró antes de tomar un largo trago de café. —puedo saber el motivo —preguntó inocentemente.

—Porque acaba de descubrir que soy su guardaespaldas —confesé sin rodeos, contuve mi risa al ver como los ojos de Verónica se abrieron. Acaba de contarle dos secretos al mismo tiempo.

La Guardaespaldas [EDITANDO]Where stories live. Discover now