Capítulo 43

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# Poché

Las tres primeras semanas pasaron casi sin darme cuenta. Calle y yo comenzamos a llevarnos mejor después de lo que pasó en el almuerzo, su actitud había cambiado un poco después de ese día, ya casi no discutíamos.

Calle ya estaba sentada en el sofá acomodándose y esperándome para comenzar a reproducir su asquerosa película, no sé cómo pude aceptar ver esta clase de película. Todo comenzó hace dos semanas cuando decidimos hacer un maratón de marvel, a partir de ese día no había una noche en que no viéramos una película, podía decir que se vuelto una de mis cosas favorita pero precisamente en este momento no lo era. No me gustaba ver película de zombie por ningún motivo, simplemente no me gustaba ver sangre, intestinos y cerebros deshechos por todos lados.

Fui en la cocina y agarré una botella de agua fría y la llevé a mis labios dando un pequeño trago. Ya un poco más hidratada fui al sofá con Daniela, me senté a su lado pero no lo suficientemente cerca como me gustaría. Dejé la botella sobre la mesita a lado del sofá.

—Pensaba que cambiaría de opinión. De verdad ¿no te gusta ver? —dijo Calle mirándome de reojo. Antes de dar inicio a la película.

—En lo absoluto, no me gusta, lo odio, de verdad lo des...

—Lo he captado en la primera, Poché —habló Calle ya con la mirada fija en la televisión, no tuve de otra que poner atención en la película.

Un rato después, estaba a punto de volverme loca al ver una escena completamente asquerosa, en el cual un muerto viviente corría con lo que quedaba de cuerpo atrás una mujer. Mi estómago se estaba revolviendo no sé cuánto tiempo podía seguir viendo este tipo de escenas, en cambio Daniela estaba encantada viéndola.

—¿De verdad tuvo que pasar todo eso y sufrir como nadie más lo hizo para que a final muriera? —pregunté indignada mientras la miraba con confusión.

—Poché, eso siempre sucede en las películas y más cuando se trata de terror. No sé porque te sorprende —Calle se cruzó de brazos. La miré por un momento ella aún tenía puesta su mirada en la televisión aunque la película ya había terminado, parecía estar pensando. —¿No extraña a tu familia?... a Vale —preguntó de repente cambiando drásticamente de tema, la miré intrigada antes de responder.

—Lo hago —sonreí nostálgica. —Pero de cierto modo me acostumbre a extrañarlos —Calle me miró con el ceño fruncido.

—¿Por qué? —la miré esta vez analizando en la manera en que sus ojos me miraron con incredulidad. —No deberías acostumbrarte a eso. Es horrible extrañar a alguien —y sí que lo era.

—Pero cuando no tienes de otra lo haces ¿no? —me escogí de hombros. —Tengo que acostumbrarme, Calle. Eso lo hace menos difícil —suspiré resignada. —Cuando decidí ser guardaespaldas tuve que alejarme un poco de mi familia, es un trabajo en el que pasas demasiado tiempo con la persona que cuidas y eso me impide verlos como me guastaría hacerlo.

—¿Es por mi culpa? —preguntó asustada con su voz dulce mirándome con preocupación.

—¡Por supuesto que no! —hablé con la voz firme. ¿Por qué diablos piensa eso? —Al contrario, gracias a que trabajo para ti puedo verlos más seguido, antes no lo podía hacer porque vivía en otro país —una leve sonrisa se instaló en su rostro y sus facciones se relajaron. —Así que creo que debo agradecerte.

—¿Por qué? ¿Por cuidarme? —preguntó riendo, sonreí de medio lado.

—Por aparecer en mi vida —dije mirándola fijamente sintiéndome conmovida por todo.

Sus ojos se abrieron analizando aquellas palabras que había salido de mi boca sin previo aviso, luego de unos segundos ella sonrió ampliamente dejando saber que no estaba molesta. Calle se recostó nuevamente en el sofá estirando todo su cuerpo, bostezando y cerrando los ojos. Estaba cansada se podía notar.

La Guardaespaldas [EDITANDO]Where stories live. Discover now