9.

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• Narra Raoul

Cristina llegó ayer por la noche y acabamos discutiendo. Siempre es igual, nos reprochando cosas, y luego acabamos mal.

El caso es que esta mañana amanezco en el sofá de su piso. Pablo viene corriendo hacía mi y salta encima de mi barriga.

- ¡Es mi cumple!- Me río y empiezo a hacerle cosquillas para quitármelo de encima.- Mamá esta haciendo tortitas.

Me siento en el sofá y las huelo, lo que  provoca que mi barriga suene pidiendo comida. Cojo a Pablo como un saco de patatas y lo llevo a la cocina.

- Buenos días.- Espero que ya se le haya pasado el cabreo, porque quiero disfrutar del día.

- Hola.- Me sonríe, pero sé que sigue enfadada, por lo menos sabe fingir para que Pablo no se ponga triste.- ¿Cuantas quieres?


******


Llegamos a casa de mi hermano, que es donde vamos a celebrar el cumpleaños, en familia y con un par de amigos.

Por familia quiero decir mi hermano, Sam y Cristina. Hace mucho que no hablo con mis padres y no creo que quieran ni verme.

Y por amigos quiero decir amigos de Pablo, porque míos no son, y sus padres son amigos de Cris, no míos.

- ¡Tío Álvaro!- Pablo salta y mi hermano lo coge en brazos para llevarlo al salón. Yo me quedo con Cristina en la puerta, tenemos que hablar de algo antes.

- Raoul, ayer no acabamos de hablar, pero mi decisión ya esta tomada. Acepta que esta relación está acabada.

Ayer nos peleamos porque yo opino que no pasa tiempo con Pablo y acabamos hablando de un posible divorcio. Pero yo no quiero. A ver, ya no siento lo mismo por ella, ya no estoy enamorado. Pero... me sabe mal por Pablo.

- Cristina, ¿que pasa con Pablo? Ya lo hablaremos otro día, hoy déjale disfrutar, y a mi también.

Se va al salón enfadada y me deja solo en la entrada.

Es que no sé porqué de repente quiere el divorcio. He intentado arreglarlo y es ella la que no pone de su parte. Yo ya no se que más hacer. Quiero que Pablo este feliz, con los dos.

Después de comer, Álvaro se va a comprar la tarta mientras empezamos a preparar todo en el jardín. Más que jardín, una pequeña terraza con césped. Por lo menos cabe una pequeña piscina y un par de mesas y sillas.
Pongo banderitas y un cartel de feliz cumpleaños mientras Cristina infla globos con la ayuda de Pablo, que más bien esta escogiendo el color e intentado soplar sin éxito.

Desde lejos parece una escena muy tierna, y sé que si me acerco la magia de ese momento se romperá, así que me quedo apartado observando lo que podría ser mi familia deseada.

Trago el nudo de mi garganta y voy dentro a ver si ha llegado ya Álvaro.
Por suerte está metiendo la tarta en la nevera, así que me siento en uno de los taburetes de la cocina y suspiró esperando que me haga caso.

- Que te pasa agonías.- No sé porque pero Agoney aparece en mi mente, y me ayuda a sacar una media sonrisa.

- Cristina quiere el divorcio.- Álvaro se queda serio y se sienta a mi lado.

- Sabías que llegaría este momento, llevabais un tiempo muy mal.

- Ya... pero me he mudado aquí... Y ahora me deja. Es que no lo entiendo...

- Raoul... Yo creo que es lo mejor, para ti y para ella, te vas a acabar amargando. Necesitas un polvo.

Joder. Pues claro que necesito un polvo, pero no iba a ponerle los cuernos a Cristina, y ella tampoco es que estuviera por la labor. Asi que llevo un tiempo sin nada.

PABLITO • Ragoney •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora