PABLITO • Ragoney •

64.

• Narra Raoul •

Agoney conduce camino al aeropuerto mientras yo paso emisoras hasta dar con la que me gusta.

- Siempre pones los 40. - Dice sonriendo, apartando unos segundos la vista de la carretera para fijarla en mi.

- Bueno... Es que me gusta. - Digo simplemente, dejando de toquetear la radio con nerviosismo.

Estoy un poco bajón porque me voy, y aunque sé que Agoney ya esta bien, no hemos hablado de una fecha exacta para que vuelva. No he querido preguntarle directamente, porque no se como va a reaccionar, pero creo que me arrepentiré. Yo necesito respuestas y estoy nervioso por no saber cómo hacerle la pregunta sin que le siente mal.

- ¿Pasa algo? - Para en un semáforo, el último antes de entrar en la autopista, así que me acaricia la mejilla y besa mis labios.

- Que me voy. - Me encojo de hombros, y él pone en marcha el coche y suspira.

- Ya.

Nos quedamos en silencio, con la última canción de Black, un grupo nuevo que se ha hecho muy famoso, de fondo.

Quiero hablarle, de verdad que sí, pero sé que saldrá esa conversación. Aunque tampoco quiero estar callado todo el camino. El bucle de siempre vaya mierda.

- Famous y yo hemos pensado en abrir un bar juntos. - Sonrío con emoción. La verdad es que es un proyecto muy de futuro, pero está guay compartirlo con alguien más. De momento solo lo sabemos Famous y yo.

- Pero eso es mucho trabajo, y mucha inversión.

- Pero es que estoy harto de trabajar tanto por un sueldo de mierda. Y Famous también. Miquel es un cabrón.

Muchas veces hemos hablado de irnos, pero necesito el dinero, y tengo más que perder que él.

- Solo pienso que tienes un hijo, y que no puedes tomar decisiones así sin pensar. - Me pongo de lado, para mirarle entrecerrando los ojos. El cabrón está serio encima. No. Si ahora me dirá que no cuido bien a Pablo siendo en lo único en lo que pienso.

- ¡Aún no la he tomado! - Salto, enfadado.

Es una idea que nos hace ilusión, y no entiendo porque está poniendo pegas. Que más le da. Yo solo se lo he comentado, no quería que me diera un sermón.

Yo se como cuidar a mi familia. Tengo que saberlo. Lo hago bien.

- Y no creo que debas hacerlo. - Sigue serio, mirando al frente, y yo frunzo el ceño.

- Un bar da dinero sabes. Yo por lo menos intento tener metas y alcanzarlas. Ahí podría cantar siempre que quisiera. No me digas lo que hacer.

Me cruzo de brazos. Odio que me manden, ya tengo bastante con Miquel, que encima nos trata fatal. Yo trataría genial a mis trabajadores. Sería un buen jefe, y Famous también. Y encima no lo pasaría mal ni acabaría tan cansado.

- Auch. Vale. - Le veo apretar el volante con fuerza, y yo me dedico a subir el volumen de la música.

Joder. Y encima se enfada. Bueno, me he enfadado yo, pero el ha dejado de hablarme. Bueno si me ha hablado pero no admite respuesta.

Era mejor quedarse callado. Y encima me voy y no quiero que estemos mal cuando me voy.

En realidad todo se reduce a eso. A que nos separamos otra vez y estos días han sido maravillosos. Y quiero volver a verano a estar los tres, Ago, Pablo y yo. ¿Pido mucho?

Resoplo y llevo mis manos a la cara para parar las lágrimas. Soy un dramático mierda. No quería que me viera mal porque podría ponerse mal él. Pero creo que aquí el problema es mío.