38.

3.2K 199 508
                                    

· Narra Agoney ·

1:20

Doy una tercera vuelta en la cama, destapándome hasta la cintura. No es que haga mucho calor, pero siento mi estomago arder, y notar como esa bola caliente va subiendo por mi pecho hasta que se me instala un nudo en la garganta y empiezo a sudar. 

Joder, encima no puedo dejar de pensar en Raoul, en lo bien que lo estábamos pasando; en la terrible charla que yo causé; en mi poca valentía por  contarle lo que me pasa; en la escena de la puerta, donde nos dijimos te quiero, que puede que fueran dos palabras insignificantes pero... joder, sonaban sinceras salidas de su boca.

Suelto un suspiro cansado. Me molesta no poder estar al cien por cien con Raoul, porque nunca he estado al cien por cien con nadie, y tengo miedo de no poder llegar a las expectativas que Raoul tiene de mi, si es que tiene alguna.

A lo mejor piensa que no soy más que esto, un canario con inseguridades que tiene miedo de su exnovio. 

Porque también esta Ricky, al que cada vez que intento odiarle, mi cabeza se inventa una y mil excusas, a cada defecto que le pongo, aparece de repente un punto a favor que me hace descartar lo anterior. Por ejemplo sus ojos, son capaces de manipularme de tal manera que hago lo que me pide... pero son de un azul tan bonito que me transmiten serenidad y calma. O su carácter, tan superior, tan fuerte, que hace que me sienta pequeño a su lado, insignificante, pero que también me hace sentir seguro y protegido.

Y sigo pensando que si esa noche no hubiera pasado... si no hubiéramos hecho nada... si yo hubiera parado antes... pues que Ricky y yo estaríamos bien, incluso puede que Raoul ya no estuviera en mi cabeza.

Pero pasó. Pasó y aunque intente hacerme creer que no importó, lo hace. Y aunque lo logré superar, sé que siempre lo tendré en cuenta cuando se trate de Ricky. Y además ahora estoy enamorado de otra persona, ahora ya no puedo justificar a Ricky diciendo que le quiero, que le puedo perdonar... no, ahora mismo no puedo hacer eso porque ya no le quiero. 

A pesar de todo, Ricky sigue perteneciendo a una parte muy importante de mi vida, y no puedo olvidarlo tan fácilmente, hemos estado muchos años separados, verle fue bastante duro, pero en cierta manera, creo que me dio fuerza, creo que puede seguir ayudándome. Y siento que es el único que de verdad me conoce para hacerlo, para conseguir que vuelva a ser el Ago de antes.

Pero lo que me da más miedo es que no consiga tenerlo a mi lado solo como un amigo.

1:22

Definitivamente no puedo dormir solo en esta cama, la siento vacía, mucho. 

Echo de menos a Pablo, con él sentía la tranquilidad del silencio, no éste que me atrapa. Cierro los ojos al recordar cuando le contaba un cuento y me escuchaba emocionado, o cuando le cantaba y cerraba los ojitos para escucharme mejor, y su sonrisa traviesa, que se parece un montón a la de su padre...

¡Oh!, y no se ha llevado el chocolate, pero bueno, otra excusa para que vengan a verme, y ojalá se queden a dormir otra vez. Y buah, podríamos ver otra peli, o ir a la playa otra vez, o quedarnos en a cama todo el día abrazaditos...

Vuelvo a taparme para ver si es ese el problema, pero es que no puedo, es cerrar los ojos y sentir una angustia en mi pecho que no entiendo. Otra vez el calor, el agobio y mi cabeza funcionando a cien por hora.

Joder, que llevo durmiendo solo mas tiempo...

Aunque claro, no tenía en mi cabeza todo el tiempo a mi madre, y queda tan poco tiempo para el aniversario de su muerte que aún siento más la soledad. Normalmente tan solo tengo un mal sueño, o me despierto de madrugada, nunca me había pasado que necesitara con urgencia a alguien a mi lado, que me abrazara. 

PABLITO • Ragoney •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora