PABLITO • Ragoney •

16.

· Narra Agoney ·

Si antes ya me daba vergüenza quitarme la camiseta, después de ver a Raoul sin ella, creo que prefiero una insolación a quitarme nada.
¿Cómo puede estar tan bien? A veces se me olvida que es de mi edad, pero es que con un hijo y... Y ahora está soltero. No me extrañaría nada que ligara con cualquiera, espero que no lo haga hoy.

Junto toda la valentía que tengo y me quito la camiseta, miro a los lados para ver si hay mucha gente, pero la mayoría está entretenida en sus cosas o en el mar, así que nadie me presta atención.

Tengo algunas marcas de la psoriasis que tuve, y que a veces me sale por el estrés, y me da un poco de cosa enseñarlas, pero bueno, estamos en una playa, nadie se fijará en eso.

Si tuviera el móvil, el cual me he dejado en el coche, grabaría a los dos rubitos que juegan en el agua. Raoul y Pablo están en la orilla, sin meterse aún del todo, pero se salpican y se persiguen riendo a carcajadas. Me sale una sonrisa casi al instante. Raoul me saluda y yo levanto el brazo para hacer lo mismo.

Les veo adentrarse en el agua, Pablo cogido de la mano de su padre, y caminando lentamente hasta que ya les cubre lo suficiente, por lo menos al niño.

Disfruto mirando como saltan cada vez que viene una ola, y como Raoul le coge en brazos para ir más allá, aunque no mucho, ya que empieza a cubrirle por los hombros y se quedan por allí. Me encanta mirar el mar, me da tranquilidad, y si añades a esos dos al cuadro, te sale el mejor paisaje del mundo.

Me fijo en la bolsa, la cual ni si quiera han abierto, y en el bote de crema solar que sobresale. Yo casi nunca me echo crema, ni siquiera cuando estaba en Tenerife, aunque me he quemado un par de veces, así que cojo el bote, esperando que a Raoul no le moleste, y me echo un poco de crema en la barriga, donde tengo las manchas, y un poco por la cara.

- ¿Te ayudo con la espalda?- De un momento a otro, Raoul esta detrás mío, y hace que de un respingo.- Jajaja. Lo siento.

- No pasa nada...- Me giro a mirarle mientras veo como coge la toalla de Mickey y se seca un poco la cara.- Pablo me ha abandonado. Ha visto unos niños y se ha marchado con ellos.

Se sienta a mi lado en la pequeña toalla y agarra el bote. Miro donde ha señalado a los niños y le veo correr con ellos.

- Eché crema a Pablo antes de salir, pero no me eché a mi,¿si te ayudo me ayudas?- Me río al escucharle. ¿Pero como no le voy a ayudar?

- No hace falta que me eches crema para que lo haga yo. Estás muy blanquito, te puedes quemar, y no quiero que sea culpa mía.

- Jajaja.- Pongo un poco de crema en mis manos y me sitúo detrás de Raoul. Empiezo por los hombros y voy masajeando, la verdad es que tiene la piel tan suave que me relaja tocarle.- Mi hermano me ha dicho lo mismo antes de irse.

- ¿Irse a donde?- Me aparto un poco para bajar por la espalda y poder poner mas crema, mientras, Raoul suspira bajo mis manos. Creo que tiene cosquillas, y me parece muy tierno. Creo que empiezo a sonrojarme, pero al no tenerle de frente, no puede saberlo.

- A Bilbao, tiene partido y estará unos días fuera.- Sonrío y paso el dedo por algunos lunares que tiene, para después volver a los hombros, aunque ya he acabado de esparcir toda la crema, y masajear un poco más antes de alejarme del todo. - También me ha dicho que tenga cuidado con las olas porque...

No puedo seguir prestándole atención, pues tengo la vista fija en Pablo y en sus nuevos "amigos". Desde aquí no se escucha de que están hablando, pero sé que se están peleando por algo, ya no corren, se han parado en medio de la arena. Pablo esta de pie, y los otros dos chicos le están hablando.