PABLITO • Ragoney •

46.

• Narra Agoney •

Vuelvo a abrir los ojos cuando escucho a Pablo protestar, y aunque no me hubiera dormido del todo, me cuesta volver al mundo real.

Me incorporo y veo a Raoul intentando calmar al chiquitín, quién cuando ve que estoy despierto me sonríe.

- ¡Está despierto! Así que podéis ir los dos.

Bostezo y acabo de quitarme de encima de Raoul, sentándome en el sofá. Miro interrogante al rubio, quién también se incorpora.

- Quiere que vayamos a su habitación hasta que se duerma, y que le cuentes un cuento.

- ¡Si! De lobos y mariposas.

Agrando una sonrisa mientras alterno la mirada entre los dos rubios que me miran ilusionados.

- Vale, pues vamos.

- ¡Sí!- Pablo sale corriendo, y yo me levanto para después ayudar a Raoul a hacer lo mismo.

Álvaro ya no está, así que supongo que ya se habrá ido a dormir.

- ¿Tu hermano?

- Mañana tiene entreno, así que tiene que descansar. Nos ha sacado otra foto, pero esta vez se lo pedí yo.

Se sonroja y besa suavemente mis labios antes de correr en la misma dirección que el pequeño.

Niego con la cabeza y le sigo.

Cuando entro, el cuarto solo esta iluminado con la lámpara de la mesilla, y Raoul está arropando a Pablo.

- ¡Ago! ¿te tumbas a mi lado?

Raoul me sonríe y se levanta de la cama dejándome el espacio.

Un poco tímido, avanzo y me estiro por encima de las sábanas.

- Me tendré que sentar en la silla.-La carcajada de Pablo hace que yo también ría y me gire para mirarle.

- Te podemos hacer un hueco, que eres chiquitín y cabes seguro.- Empujo suavemente a Pablo hacía la pared, y dejo un cachito a mi lado.

- No se yo...

- ¡Va papá! ¡Que quiero escuchar el cuento ya!

Ahora soy yo quien suelta la carcajada, y Raoul sube aguantándose la risa hasta acomodarse con la cabeza en mi pecho y los pies sobresaliendo del final de la cama.

- Bueno... más o menos.- Le sonrío desde arriba y llevo una mano a su pelo para peinar sus mechones rubios.

- ¿A ver, que personajes tiene que haber en el cuento?

- ¡Un lobo!- Dice seguro el pequeño.

- Y una mariposa. - Asiento y voy pensando en alguna trama sencilla, y un bonito final.

- ¡Y el Mickey!- De repente se me ocurre algo, y les hago una seña indicándoles que voy a comenzar.

- ¿Os acordáis de los lobitos que encontraron a la mariposa?

-Sí, que se llamaba Pablo y el papa Raoul y la mariposa Ago.- Asiento sonriendo, viendo que se acuerda perfectamente. Echo un vistazo a Raoul, quien ha alargado la mano y ahora coge la de Pablo.

- Pues la mariposa, un día, fue a buscarles para llevarles de excursión a un sitio súper chulo.

- ¡Bien! ¡De excursión!- Pablo se incorpora y nos mira con una sonrisa emocionada.- Sabes que en el cole voy a ir a un montón de excursiones porque ya somos mayores? Me lo dijo la Aitana porque ella va a ese cole y porque tiene un hermano mayor que ya ha hecho el primero.