24.

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Se narra una escena bastante dura, si no estás preparado para leerla,no te va a hacer daño, porfavor, no leáis. Está marcado con un *

Narra Agoney

Yo: Acuérdate de tomarte la pastilla rubio, que te tienes que curar pronto

Le acabo de enviar un último mensaje a Raoul antes de atender con toda mi atención a Miriam.

Ayer, después de estar con Raoul, volví a casa y encontré a Miriam en mi portal. Le había dado mi dirección la última vez que nos vimos, pero no pensé que la volvería a ver tan pronto.

Me preguntó si podía quedarse en mi casa y yo accedí encantado. El caso es que la puta prensa ha pillado a su exnovio saliendo de un bar con ella, y los están acribillando. Así que se han vuelto a pelear y Miriam está destrozada.

Está mañana la he invitado al bar donde trabajo para desayunar y poder hablar más tranquilos.

- Es que encima me echa a mi la culpa. Pero si yo solo quería arreglarlo.

Suspira furiosa y se arregla un poco sus rizos desordenados.

- Miri, tranquila, solo... Insiste en que no tenéis nada. Sigue haciendolo. Porque ellos no se si se van a cansar, pero cuando vean que no dices nada nuevo, seguro que paran. - Niega con la cabeza, secándose las pocas lágrimas que se le han vuelto a escapar.- además, Carlos tendría que entenderlo, y tener más paciencia. No sé, no tienes que cargar tu con toda la culpa, y... él no tiene razón.

Me cruzo de brazos, haciendo que sonría un poco.

- Chicos, ¿queréis algo más?- Amaia se acerca y nos sonríe, se queda un poco más mirando a Miriam, pero después aparta la mirada sonrojada.- ¿Todo bien?

- Si Amaia, no te preocupes.

Vuelve detrás de la barba, y acaricia suavemente el brazo de Alfred.

Estoy deseando que me cuente qué ha estado haciendo últimamente. Y como les fue en el cine.

- Agh, cuéntame algo más positivo Ago, que me anime.- Me muestra una pequeña sonrisa que le devuelvo.

- Pues a ver... Te puedo contar un chiste.

Asiente recolocándose el pelo por tercera vez en lo que llevamos de día. Creo que los nervios le hacen tocarse el pelo.

Y ahora a ver si me acuerdo del chiste que me contó Raoul ayer...

- Hola, soy el hada de los dientes.- Miriam se sorprende por el comienzo del chiste, no la culpo, yo hice lo mismo.- Coño, que fría. Claro, soy el hada.

- Ago, que malo...- Empieza a reír a carcajadas, dando un golpe en la mesa.

Yo también me río, aunque a mí no me haya quedado tan bien como al rubio. En realidad, él puso una voz muy aguda en la parte del hada, que hacía el chiste más gracioso.

Sin darme cuenta, ya es miércoles y solo quedan diez minutos para que Ricky venga a recogerme.

Hemos decidido ir a Barcelona, a algún centro comercial, y hacer algo por allí.

Estoy un poco nervioso, he estado arreglándose toda la mañana, y casi no he comido nada.

Quiero que esto salga bien, necesito poder querer a alguien con toda mi alma. Así ha sido siempre, me gusta entregarme a las personas, a pesar de que la mayoría acaba decepcionandome. Espero que Ricky no vuelva a hacerlo.

Es lo único que quiero.

Pero al final siempre acabo encariñandome con todo el mundo, sin darme cuenta, con pequeños detalles que acaban convirtiéndose en muestras de amor.

PABLITO • Ragoney •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora