28.

3.7K 222 235
                                    

• Narra Raoul •

Creo que podría despertarme ahora mismo y creer que estoy soñando.

Me acabo de besar con Agoney.

Es que... No me lo estoy creyendo.

Sus labios son suaves, cálidos, y me dejan una sensación de calma que nunca antes he sentido.

Pero nos tenemos que separar, aún así, aguanto con los ojos cerrados un tiempo más, esperando abrirlos y que el siga aquí, conmigo en este sofá.

Y está.

- Vaya...- Agoney sonríe, soltando una risita nerviosa. Yo me muerdo el labio y aparto la cara para reírme también.

- Vaya...

Le miro otra vez, sus ojos brillan, pero ya no parece que quiera llorar. Me rompió el corazón cuando se abalanzó sobre mí y sentí sus suspiros. Sentí su dolor, en cierto modo, y eso me entristeció.

Me siento bien al haberle contado lo de mi cicatriz, y también en haberle hecho entender que quiero y voy a ayudarle.

Yo también me he sentido así, y siempre hay que seguir adelante. Me lo dijo un vez Álvaro.

Agoney vuelve a tocarme la mejilla. Me gustaría que no estuviera todo el rato mirándola, ni compadeciéndose, pero entiendo que no se haya dado cuenta antes y le de curiosidad.

Cómo estamos bastante cerca solo tengo que empujar mi cuerpo hacia él para que mi cara se esconda en su pecho, y así lo hago.

- No me mires más...- sé que me pongo rojo cuando me avergüenzo, y no quiero estarlo ahora. Me parece un momento tan íntimo, que cualquier movimiento en falso que haga, puede destruirlo. Así que voy a ir tranquilo, pero dejándome llevar.

- ¿Porque?- Seguimos hablando en susurros, y me encanta, porque así no alentamos a que mi hermano nos espíe, y tenemos que estar cerca para escucharnos.

- Me da vergüenza, ahora que lo sabes, miraras todo el rato...

- Te escondes de mi...- No es una pregunta, y noto que su cabeza va a cien por hora pensando, así que me incorporo y le miro.

Lo último que quiero ahora es que piense que me escondo, que no confío y que me avergüenzo.

Porque mi cicatriz lo único que hace es recordarme que tengo una buena familia. Y que soy muy valiente, según el médico.

Vuelvo a cogerle de las mejillas,por donde casi ya no hay barba, y le sonrío.

- Me da vergüenza que tú me mires y pienses "ay, pobrecito que le dieron una paliza de pequeño y le dejaron una marquita". Pero no me escondería nunca de ti.

Parece volver a pensar, y no me mira a los ojos. Adoro que me mire a los ojos porque me siento especial, y le siento especial a él.

Nos siento especiales y únicos y esa sensación es una puta pasada.

- Yo si me escondo de ti...

Ahora mismo estoy perdido. Me reiría de lo absurdo de la situación, pero parece estar muy serio.

- ¿Cómo?

Suspira y se levanta la camiseta hasta que se queda con el torso desnudo.

No entiendo nada hasta que veo algunas marcas por su pecho y barriga. Si que noté algo el día de la playa, pero esta vez parecen más graves.

Y eso me asusta un poco.

- ¿Qué...que te ha pasado? - Acerco las manos, dispuesto a tocarle, pero al final no lo hago. Dirigió mi vista a sus ojos, ahora cristalizados.

PABLITO • Ragoney •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora