12.

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• Narra Agoney •

Llevo esperando en el banco desde las 22:25.

Nadie ha venido.

Al principio pensé que estaría tardando en prepararse, o que Pablo le habría entretenido. Pero es que ya son las putas once y media. Me levanto, una hora ya es demasiado.

Me iba a ir a casa, pero es que quiero saber porque no ha venido. Ya sé dónde está su casa, así que allí voy.

Dudó antes de tocar al timbre, por si Pablo ya está durmiendo, pero igualmente acabo haciéndolo.

Es esa pequeña parte egoísta de mi, que a veces dejo que salga.

Raoul abre la puerta y se queda callado. Es que encima va en chándal, sin ninguna intención de prepararse. Empiezo a cabrearme.

- ¿Me has dejado tirado y encima pensaba quedarte tan tranquilo en casa?- No sé si tendría que enfadarme, porque tampoco es que lo vea muy feliz, y hoy no ha sido un buen día, pero podría haberme avisado, o haber contestado a mis putos mensajes.

Como no responde, estoy por irme, pero entonces veo a Pablo venir hacia aquí corriendo.

- ¡Ago! No sabemos hacerlo, tienes que ayudarnos.- Le sonrío, porque él no tiene la culpa, pero no me sale muy sincera. En realidad no tenía ganas de salir, pero me hacía ilusión pasar tiempo con Raoul.

Me he pasado diez minutos eligiendo que ponerme, otros diez peinándome, casi ni he cenado de los nervios. Y él estaba en su casa, pintando con Pablo.

Realmente quiero irme de esta casa.

- Hoy no puedo. Me tengo que ir. Me doy la vuelta, dispuesto a irme de verdad.

- Agoney...- No debería girarme, solo tengo que dar un paso más para salir definitivamente, pero la súplica en su voz hace que pare en seco.- Lo siento...

Cierro los ojos y noto los bracitos de Pablo tirando de mi camiseta para que no me vaya.

Me giro para mirar a Raoul, quien tiene los ojos llorosos. Sé que intenta reprimir las lágrimas por Pablo, y que si estuviéramos solos, ya las habría dejado escapar.

- Pablo, ven, que hoy te quedas conmigo.- Álvaro aparece en escena, pero Pablo no se mueve.

-  ¡No!

- Bueno, pues Agoney, entra amigo, Raoul ve a ponerte guapo.

- Álvaro...- Raoul rechista, pero su hermano le coge del brazo y se lo lleva, Raoul sonríe suspirando y se deja llevar.

Yo me voy con Pablo a pintar.

- Mira Ago, es un ratón feo, yo quiero Mickey. Hazlo tu.- Sonrío y cojo un color. Hace bastante que no pinto, pero en el instituto me encantaba. Me pasaba las clases dibujando en mi libreta en vez de escuchar al profesor.

Sonrío al recordar esa época, a pesar de los problemas, hice buenos amigos. 

- ¿Que te parece amiguito?- Pablo mira mi dibujo y sonríe ampliamente.

- Aaaaalaaaa.- Se pone de pie, dibujo en mano, y sale corriendo. Yo me quedo sentado en el sofá, y recojo un poco los colores en su estuche. Oigo unas risas y voces al final del pasillo, así que me levanto.

- ¿Lo ha hecho Agoney?- Me asomo a la puerta y me encuentro a Raoul con una camisa de flamencos desabrochada y el pelo a medio peinar. Me muerdo el labio al verle los abdominales y cambio la vista a Álvaro antes de que me ponga rojo.

- Sí, lo he hecho yo. ¿Os gusta?- Raoul me mira admirado y asiente repetidamente.- Tampoco es para tanto, solo he hecho la cabeza...

- Jo...lin Agoney, pues esta genial.- Sonrío y me acabo de meter en la habitación.- Ya casi estoy, un momento.

PABLITO • Ragoney •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora