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· Narra Pablo ·

Estoy con el Ago y aparece un gatito en la puerta de casa, me levanto y abro la puerta para dejarlo entrar. Le quiero coger, pero empieza a  hablarme.

- Quiero comida, tenes que darme, dame comida.- El gato entra rápido a la casa y yo le sigo hasta la cocina. Es malo y no me espera. Pasamos por el pasillo y llegamos a una cocina.

- ¿Quieres tortilla de patatas?- Le doy un plato, que estaba en la mesa y se lo dejo al suelo.

Pero de golpe aparece papá y se cruza de brazos.

Me ha dado un susto.

- ¡Le has dado mi comida! - Su cara se convierte en un monstruo super feo.

Me escapo corriendo y cuando entro a la habitación hay un montón de luz y tengo que cerrar los ojos.

Abro los ojos asustado y me estiro en la cama, que es muy grande. Pero no es la mía. No tiene dibujos del Mickey.

Ah, vale, estoy en casa del Ago. Pero...¿donde esta? ¿Me dejado solito?

Me siento y miro alrededor. Puedo ver el sol detrás de la ventana, y sé que ya es de día y que no se enfadará si le despierto. Pero no está.

A lo mejor hace como papá y se levanta a hacer el desayuno para mi. Es que tengo hambre...

Me levanto y me rasco los ojos, no veo nada. Abro la puerta de la habitación y me asomo asustado. Jo, es que esta todo callado y... no quiero ir solo.

Quiero que venga el papa a buscarme y irme a casa. Me pongo un poco triste, pero acabo saliendo de la habitación. No hay nadie en la cocina, ni donde la tele. Me pongo enfadado al saber que el gatito solo estaba en mi sueño. Pero no pasa nada porque a lo mejor  papá no se enfada y le gusta el gatito. Ago me dice que seguro que si y yo le hecho caso.

Hay otra habitación, con la puerta casi abierta. 

¿Y si le molestado y sa ido de mi lado? No quiero que se enfade otra vez conmigo, porque no quiero estar solito...

Sin hacer ruido me voy a entrar. Veo a Ago con los ojos cerrados, y me llevo la mano al boca para morder mi uña. 

Me quedo de pie a su lado, mirándole, hay alguien a su lado, pero tiene la cabeza escondida  y no la veo. 

Una vez el tío Álvaro me castigó porque le desperté y estaba con una chica en su cama.

No quiero que Ago me castigue.

- ¿Pablo?- Asustado me voy hacía atrás.- Amiguito...

Abre los ojos del todo y su brazo se estira hacia mi.

- No quiero dormir más...- Que no se enfade, que yo no soy malo.

- Pues ven aquí con nosotros...- Se aparta un poco y veo a mi papa.

- ¡Papa!- Ago sonríe más y se lleva la mano a los labios, para que no haga ruido y le despierte.- ¿Puedo ir?

Asiente y me subo encima suyo.

- ¿Has dormido bien?

- Sí, pero solo...- No me gusta que Ago duerma con mi papa, porque quería ser yo. A lo mejor le gusta más dormir con él y nunca más viene conmigo.

- Bueno... ¿me perdonas? Es que papa estaba un poquito triste y tenía que darle mimitos. Pero ahora estamos los tres. -Ala... no quiero que papa este triste. Me acerco a él y le doy un beso. - Ven, apóyate aquí, vamos a despertarlo con besitos.

PABLITO • Ragoney •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora