PABLITO • Ragoney •

68.

Aquí tenéis el capítulo, os aviso de que está historia esta en la recta final, y quedan como dos capítulos como mucho y un epílogo, aún no es seguro, pero eso🥺
Espero que disfrutéis del capítulo, aunque haya tardado, pero aquí está😁💛
Os quiero, gracias por estar y seguir ahí✨

25 de diciembre

• Narra Pablo •

Me levanto de la cama de los papás super rápido, poniéndome las zapatillas porque si no se enfadan, y saliendo para ver si el Papa Noel ha venido.

Y buala.

Que se ha comido todas las galletas que le dejé, y la chocolatina del día 24. Sonrío porque eso significa que seguro que ya le caído bien.

Pero tengo miedo de que no me haya dejado nada. Pero bueno voy a mirar igualmente. Que yo me he portado un poco bien.

- ¡Ala! - Hay muchos paquetes de regalos. Y ponen el nombre de la abuela y del papá y del tio. Y mío. Me acerco para coger uno, pero me acuerdo de que tengo que ir a llamarles a los otros. - Papá, papá.

Entro a la habitación otra vez y me subo encima dejando caer las zapatillas.

- ¿Qué pasa...?

- Ha venido. Ha venido y ha dejado muchas cosas.  - Me subo ahora encima del Ago, y le cojo la cara para que abra los ojos. - ¡Rápido!

- No se van a ir enano...- El papá se estira, agarrándome a mi para ponerme encima suyo. 

- ¡Ay! - Me río cuando me hace cosquillas, y le intento apartar. 

- Buenos días chiquitines. - El Ago por fin se despierta,  y le da un beso a mi papa. En la boca. Qué asco en verdad.Pero después se sube encima nuestro, aplastándonos y no pasa nada porque nos da besitos.

Es el mejor, seguro que tiene muchos regalos aunque no hay hecho carta.

· Narra Raoul ·

Sin duda lo mejor de la navidad es el día de navidad. Porque mi madre hace chocolate calentito, y mi padre y mi hermano van a buscar churros. Y además Agoney esta sonriente con un Pablo hiperactivo que no quiere esperar a abrir los regalos. 

- ¡Pero jo! Cuando vienen. 

- Que te van a traer churros, no te quejes eh. - Le pico, sentándome con él en el suelo, frente al montón de árboles. 

- Aquí traigo dos tazas más. - Me giro y Agoney entra, con las tazas y mi madre detrás. 

- Venga, primero desayunamos Pablo cariño. - Mi madre nos mira a los dos, así que me levanto yo también. - Los regalos después. 

Justo a tiempo, la puerta principal se abre y aparecen mi padre y mi hermano. 

- ¡Los churritos! Para la dieta! 

- Tete que idiota. 

- Papá, una palabrota. - Pablito abre la boca y me señala, entonces noto una hostia en mi nuca. 

- ¡Mamá! - Me la sobo con el ceño fruncido, y después le hago un puchero para que sepa que me ha dolido la colleja. - Mamá que mal esto eh, que es Navidad.

- No digas palabrotas delante del niño hombre, que luego te sale macarrilla. 

Agoney ríe, ya sentado en la mesa y con un churro en la mano. ¿Me explicas en que momento ha cogido tanta confianza? Le amo. 

- Vale, perdón. - Me siento en la mesa, con todos, y desayunamos entre risas y suposiciones de lo que Pablo cree que hay bajo el árbol. 

Álvaro conversa con Agoney, y parecen amigos de toda la vida. En un momento que estamos todos callados, me doy cuenta de lo bonito que está siendo. Hacía bastante que no pasaba navidad tan cómodo, con mis padres, completamente feliz, sin pensar en nada más. Y podría acostumbrarme.