21.

2.9K 204 132
                                    

· Narra Agoney ·

Me relajo cuando noto la respiración acompasada de Raoul, cuando ya no agarra mi mano con fuerza, y cuando Pablo me sonríe, echado en la cama, con el pollito de peluche entre sus manos.

- ¿Vamos a tu cama?- Pablo niega, y me ofrece el hueco libre de la cama, a su lado.

Pienso bien lo que estoy a punto de hacer.

Porque una cosa es cuidar a Raoul, hacerle un favor, cuidar de su hijo porque él está malo. Ser un buen amigo.

Pero no sé si meterme en su cama, con él y su hijo, sea muy normal entre amigos. Y me preocupa que Pablo pueda malinterpretar las cosas. Es pequeño, cualquier cosa a esta edad puede marcarle.

No quiero que piense que puedo ser una persona permanente en su vida, porque a lo mejor no lo soy.

Aunque me encantaría.

Lo que si hago es levantarme del suelo, porque estar de rodillas es un poco incómodo.

Suspiro al verle desde arriba, con el pelo aún sudado, la mano en su cara tranquila, y la extraña postura con la que se ha quedado dormido. Sonrío al ver a Pablo acurrucado a su lado, con  el peluche amarillo entre sus brazos.

Cuando le vi aparecer con él, me entraron ganas de reír. Pablo y un pollito son la combinación perfecta. Ambos regordetes, rubios, y chiquitines.

Pero claro, lo que me hizo reír no fue eso, si no que el peluche fuera para Raoul.

Pablo acaba durmiéndose, así que yo voy al salón.

Me hago una especie de cama en el sofá, poniendo las almohadas a un lado, y cojo una manta de Mickey que había por allí.

No sé si conseguiré dormirme, y espero enterarme si alguno de los rubios me necesita, pero sinceramente estoy tan cansado que dudo de ambas cosas.


*******


- Ago... Ago...- Me muevo un poco, cerrando fuerte los ojos y después los abro.

Cuando miro hacia la voz, veo a Pablo frente a  mí, agarrando la manta que me tapa. Aún está oscuro, así que es de noche.

- ¿Qué pasa?

- Nos has dejado solos... Yo no quiero dormir más.- Sonrío mientras le ayudo a subirse encima mío, dejando su cabeza en mi pecho, y su cuerpo encima del mío.

Recuerdo la vez que Raoul me dijo que el chico estaba gordo porque comía mucho, y suelto una pequeña carcajada.

- Ago... Echo de menos a la mama...- Su vocecita suena triste.

Odio estos momentos.

Yo también la echo de menos.

A la mía, no a la suya.

Y me parece horrible que, pudiendo su madre estar con él, no lo haga.
Que si, que está trabajando, pero es que yo solo les he visto juntos dos veces. Y una de ellas le perdió.

Si pudiera estar con mi madre, solo una vez más, lo aprovecharía tanto...

- Cristi...digo, tu mamá... Está... Bueno, te quiere mucho, todas las mamás quieren mucho a sus hijos.

La mía me quería un montón por lo menos.

- Y... Bueno, aunque esté trabajando, seguro que se acuerda mucho de ti, y te echa de menos también. Y que... este donde esté... te quiere mucho.

PABLITO • Ragoney •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora