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Narra Raoul

Por fin soy libre.

Bueno, más o menos.

Lo que si soy es soltero definitivamente. En realidad no sé porque tanta ilusión, pero bueno. 

Cristina y yo acabamos de acordar el divorcio, y hemos firmado los papeles. 

Parece mentira que hace unos días estuviera preocupado por dejarlo con ella y ahora lo este celebrando, pero es que siento que era un peso innecesario, y que ahora voy mucho más ligero.

Solo queda hablar con Pablo, Cris y yo tenemos que hablar sobre como vamos a hacerlo, había pensado en llevarle a un parque de bolas o algo así, para que este contento y no se enfade. 


Cuando voy a buscar a mi hermano y a Pablo a la plaza,  me encuentro en el parque a Luis, un amigo del instituto, y acabamos poniéndonos al día, pues desde que dejé de estudiar no nos vemos.

- Pues mira que tuvimos cuidado, pero al final la dejé embarazada, pero no me he casado ni nada como tú. Ya ves, seguimos viviendo juntos pero somos novios, nos va perfecto.

Luis siempre ha sido muy fanfarrón, el típico que lo hace todo mejor que tú. Aún así, es simpático.

- Qué bien, yo ahora estoy soltero.- Sonrío amplio mientras observo a Pablo y Aitana en la distancia, jugando en el parque.- Y no sabía que Aitana era tu hija, el otro día en la playa la vi, pero a ti no, así que pensé que seria amiga de Nerea o su hermana...

- Uf Nerea, es un terremoto, encima las dos juntas son explosivas. Sus padres son más mayores, pero muy simpáticos, ya verás cuando Pablo empiece el cole, conocerás a más gente y te habituarás.

- Eso espero, porque hasta ahora a todo lo hacía Cristina.

La verdad es que casi nunca podía llevarle al cole porque trabajaba por las noches y no era plan de madrugar. Pero este año quiero estar con él lo máximo posible, no quiero que note la diferencia al estar Cris y yo divorciados.

- Papá, papá, mira.- Pablo nos enseña un caracol pequeñito que Aitana y él han cogido de un árbol.- Le voy a llamar...

- ¡Vicente!- La pequeña de flequillo lo tiene bastante claro, y Pablo asiente.

- Jajaja vale, pero dejarle libre, al pobre.- Luis y yo nos reímos por la ocurrencia del nombre, mientras que los niños vuelven a correr hacia el parque.

- Bueno, nosotros ahora nos vamos de vacaciones una semanita a Ibiza, así que ya nos veremos a la vuelta.

- Claro, tenemos que quedar algún día y eso...

En realidad no me apetece mucho, pero tengo que empezar a socializar con gente de mi edad, bueno, y también con gente que tenga hijos, así Pablo hace más amigos.





Un cojín impacta en mi cara, y cuando me quiero dar cuenta un peso salta sobre mi estómago.

- ¡Papá!- Escucho una carcajada y abro los ojos para ver a Pablo encima mío.

- Tú, rubio de bote adoptado, ves a hacer la compra.

- Jooo, teteee...- Me estiró en el sofá acomodándome, y justo cuando vuelvo a cerrar los ojos otro cojín me da en la cara.- Vale, vale, ya voy...

- He estado fuera una semana y no has comprado nada, ¿que habéis comido?

- Pues lo que había por ahí Álvaro, yo que sé.

Me levanto con cara enfurruñada y le miro haciendo un puchero, pero él se cruza de brazos.

- Está bien... Pero tengo el coche estropeado, ¿como lo hago?

PABLITO • Ragoney •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora