37.

3.6K 203 327
                                    

Narra Raoul

- ¿Amor...amoooor?- La voz me guía hasta el salón, y descubro a Agoney sentado en el suelo, revolviendo una caja llena de vinilos.- Cuales pongo en la estantería, y cuáles dejamos en la caja, porque no se van a ver todos bien y si no...

Me siento a su lado y le robo un beso en los labios, interrumpiendo sus palabras.

- Si o sí tiene que estar el de Beyoncé.

Lo cojo y me lo quedo mirando, fascinado por la belleza del disco. De color negro, con simplemente la  palabra Beyoncé  en amarillo. Era una edición especial, me costó 90 euros. Le doy un beso y lo dejo sobre los demás.

- Eres muy raro...- le miro extrañado, incluso frunzo el ceño a pesar de saber que me está picando, y entonces me giro y veo su sonrisa, y el agujerito entre sus paletas, y entonces tengo que morderme la sonrisa.

- Eres... - Y sin poder aguantar más me lanzo a sus labios. Sin tener ya ninguna caja de por medio, y apareciendo en la cama sin darme ni cuenta, nos besamos hasta que ya no nos queda aire.

- Joder Raoul... Te llamaré raro todos los días.- Muerde mi cuello y va dejando lametones. Me quita la camiseta y va bajando sus besos por mi abdomen. - Y ahora...

Me quita el cinturón con rabia, desabrocha el botón y baja la cremallera para, a continuación, meter su mano debajo del calzoncillo y volver a besarme con ansia.

Le muerdo el labio inferior y le separo para poder quitarle la camiseta y descubrir el bello que le crece en el pecho, y que me da cierta envidia.

Sigo la mirada hasta el pelo que llega más abajo del ombligo y cuando siento su mano otra vez en mi entrepierna jadeo cerrando los ojos.

- Agoney...- me besa en cuello y vuelve a bajar a mis pezones, con los que se entretiene antes de seguir bajando y quitarme totalmente mis calzoncillos.- ¡Agoney!

Una pequeña mordida y después se mete mi miembro entero en la boca, dándome una oleada de placer que llega hasta las puntas de mis dedos.

Le cojo de los rizos y muevo su cabeza para que vaya más rápido, pero lo único que hace es separarse y besarme.

- Ahora tu...- Coge mi mano y la baja a su entrepierna, bajando sus pantalones.- Quiero que me toques...

Susurra en mis labios, y después mete su lengua en mi boca, acariciando la mía, jugueteando, y a la vez, moviendo su mano, ahora en mi miembro.

Tan solo sentir sus gemidos acallados en mi boca, hacen que mi mano se mueva más rápido y Agoney tiemble.

- Raoul... Ya...

- ¿Ya que?- se retuerce entre mis brazos, apartando su mano de mi polla y llevándola a la suya para empujar mi mano.- No, no. Solo puedo tocarte yo.

Le giro y quedo encima, subo sus manos por encima de su cabeza y le besó un par de veces más antes de bajar del todo su pantalón y calzoncillo, y coger un condón de encima de la mesita.

- Dios Raoul...- Le miro con una sonrisa, para después llevar dos de mis dedos a su boca y dejar que los lama. Y joder... ojalá me lamiera así la polla también. - Dios Raoul, méteme algo ya...

- Que impaciente.- Aún así le hago caso, y en pocos minutos mis dedos ya lo han preparado lo suficiente como para que me ponga un condón y pueda entrar en él.- ¡Buah, Ago!

PABLITO • Ragoney •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora