• Narra Raoul •
- ¿Amor...amoooor?- La voz me guía hasta el salón, y descubro a Agoney sentado en el suelo, revolviendo una caja llena de vinilos.- Cuales pongo en la estantería, y cuáles dejamos en la caja, porque no se van a ver todos bien y si no...
Me siento a su lado y le robo un beso en los labios, interrumpiendo sus palabras.
- Si o sí tiene que estar el de Beyoncé.
Lo cojo y me lo quedo mirando, fascinado por la belleza del disco. De color negro, con simplemente la palabra Beyoncé en amarillo. Era una edición especial, me costó 90 euros. Le doy un beso y lo dejo sobre los demás.
- Eres muy raro...- le miro extrañado, incluso frunzo el ceño a pesar de saber que me está picando, y entonces me giro y veo su sonrisa, y el agujerito entre sus paletas, y entonces tengo que morderme la sonrisa.
- Eres... - Y sin poder aguantar más me lanzo a sus labios. Sin tener ya ninguna caja de por medio, y apareciendo en la cama sin darme ni cuenta, nos besamos hasta que ya no nos queda aire.
- Joder Raoul... Te llamaré raro todos los días.- Muerde mi cuello y va dejando lametones. Me quita la camiseta y va bajando sus besos por mi abdomen. - Y ahora...
Me quita el cinturón con rabia, desabrocha el botón y baja la cremallera para, a continuación, meter su mano debajo del calzoncillo y volver a besarme con ansia.
Le muerdo el labio inferior y le separo para poder quitarle la camiseta y descubrir el bello que le crece en el pecho, y que me da cierta envidia.
Sigo la mirada hasta el pelo que llega más abajo del ombligo y cuando siento su mano otra vez en mi entrepierna jadeo cerrando los ojos.
- Agoney...- me besa en cuello y vuelve a bajar a mis pezones, con los que se entretiene antes de seguir bajando y quitarme totalmente mis calzoncillos.- ¡Agoney!
Una pequeña mordida y después se mete mi miembro entero en la boca, dándome una oleada de placer que llega hasta las puntas de mis dedos.
Le cojo de los rizos y muevo su cabeza para que vaya más rápido, pero lo único que hace es separarse y besarme.
- Ahora tu...- Coge mi mano y la baja a su entrepierna, bajando sus pantalones.- Quiero que me toques...
Susurra en mis labios, y después mete su lengua en mi boca, acariciando la mía, jugueteando, y a la vez, moviendo su mano, ahora en mi miembro.
Tan solo sentir sus gemidos acallados en mi boca, hacen que mi mano se mueva más rápido y Agoney tiemble.
- Raoul... Ya...
- ¿Ya que?- se retuerce entre mis brazos, apartando su mano de mi polla y llevándola a la suya para empujar mi mano.- No, no. Solo puedo tocarte yo.
Le giro y quedo encima, subo sus manos por encima de su cabeza y le besó un par de veces más antes de bajar del todo su pantalón y calzoncillo, y coger un condón de encima de la mesita.
- Dios Raoul...- Le miro con una sonrisa, para después llevar dos de mis dedos a su boca y dejar que los lama. Y joder... ojalá me lamiera así la polla también. - Dios Raoul, méteme algo ya...
- Que impaciente.- Aún así le hago caso, y en pocos minutos mis dedos ya lo han preparado lo suficiente como para que me ponga un condón y pueda entrar en él.- ¡Buah, Ago!
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PABLITO • Ragoney •
RomanceLa vida de Raoul cambia cuando decide dejar Montgat e intentar arreglar su matrimonio con Cristina y que su hijo Pablo no sufra una separación. Pero claro, no contaba con conocer a un canario llamado Agoney, al que Pablito coge cariño enseguida y le...