51. LA ASTUCIA DE KOROLEVA.

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LONDRES, REINO UNIDO.

LUNES, 21 DE ABRIL DEL 2014.

—Chips de Chocolate...Te amo, pero debes dejarme ir.

—No...no, no te vayas—las lágrimas ruedan por mis mejillas mientras Isaak se aleja de mí—. No me dejes sola. ¡Isaak Schwartz!

Despierto agitada, palpo la cama intentando ubicarme en mi entorno y recuerdo que estoy en mi habitación de la Mansión de Patrick, sola, sin él. Allí me percato de las gruesas lágrimas cayendo hasta la sábana blanca...Todo fue una pesadilla.

Meto mis dedos entre mi cabello y apoyo mis codos en las rodillas mientras lloro sin contenerme. Todo fue una pesadilla y me lastima pensar que lo tenía tan cerca, que todo podía ser real.

Hace veintitrés días que perdí a Isaak...Sigo negándome, me niego a aceptarlo, a pensar que nunca más lo veré. No es fácil controlar el dolor latente en mi pecho, el nudo en la garganta, sentir que me falta algo...Extraño a Isaak.

—Dime que hago, Isaak ¿Cómo avanzo sin ti? ¿Cómo hago para aliviar este dolor si te extraño tanto, Jodido Idiota?

Agarro mi teléfono de la mesita de noche y marco el contacto de Mitchell.

Gemma... Gem —intento hablar pero solo mis sollozos se escuchan en el auricular—. ¿Qué sucede, Gemma? Me estás asustando.

—Yo... Mitch, yo lo extraño mucho.

Oh, Gemmy, quisiera aliviar tu dolor con un chasquido, pero es imposible... Él... Isaak te amó y debes darle tiempo, no lo olvidarás de un día al otro.

—No quiero olvidarlo —seco mis lágrimas y tapo mis sollozos con la mano—. Duele mucho, Mitchell. Me duele amarlo y saber que nunca más estará junto a mí...

Isaak te ama...amó, lo siento, Gemma. Debes darle tiempo, algún día el dolor se irá, pero debes seguir avanzando porque si no te estancarás y no quiero eso para ti... Ninguno de tus amigos quiere eso para ti.

—Duele mucho seguir y tener que hacerlo sin él. Se supone que...Pero Isaak ya no está.

Estará mientras lo recuerdes y mientras esos recuerdos no te hagan daño...Isaak no quisiera que sufrieras y te diría algo dulce como que te ama.

—Y yo le respondería que lo amo más...Lo extraño.

Puedes llorar todo lo que quieras no me iré, Gemmy, estaré junto a ti.


VIERNES, 25 DE ABRIL DEL 2014

Tomo firmemente la mano de Adabella mientras juntas caminamos hacia la taquilla de los laboratorios de la clínica. Mis síntomas se han intensificado y ha aumentados, también estoy teniendo mucha acidez, mareos y cierta debilidad por los mariscos.

Entonces hay una sospecha en el aire que intento confirmar, pero no me sentía capaz de afrontarla sola, así que Adabella cayó del cielo, porque apareció justo en el momento que iba saliendo hacia la mansión Schwartz para entrar en pánico con Arabelle.

Mi mamá está muy lejos y... no creo que pueda darme el apoyo que necesito.

Respiro cuando tomo el resultado. Compré tres pruebas de embarazo en la farmacia, de las cuales, dos dieron negativo y una positivo. Fue incierto y aterrador, así que opte por la vía más confiable y segura y vine a realizarme exámenes de sangre.

Estoy entrando en pánico.

Como Bella está igual que yo y fue quien se aguantó mi vomito verbal durante todo el camino, ella me quita el sobre y contagiada por mi desesperación, rompe el sello y lee el resultado. Su expresión no delata cual es mi situación real, ella solo me mira y parpadea mucho.

Los secretos de GemmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora