NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.
SÁBADO, 17 DE MAYO DEL 2014.
Mi familia, los fenómenos, Diosa y su clan... Todos han desaparecidos.
Tengo miedo.
El miedo es el sentimiento que se ha apoderado de mi durante tanto tiempo que puede que desarrollé una inmunidad hacia él.
He tenido miedo desde que hace siete años sentía que me perseguían y pensaba que estaba volviéndome loca y paranoica, pero entonces, nunca lo estuve ni lo estoy. Era el miedo atacando mis nervios y sonando la alarma de que las cosas no iban bien.
Durante estos siete meses he jugado muchos papeles por culpa del miedo. Algunos descarados y egocéntricos como Catrina, otros orgullosos y avaros como Koroleva, algunas veces he sido una mujer poderosa y con liderazgo como cuando tomé Hoffman Inc... Y así, he hecho de mi personalidad miles de vertientes. Miles de yo que son parte de mí, pero no me representan.
Me gusta saber y tal vez me consuela que Isaak me veía. Veía cada parte intrínseca de mí. Hasta eso que escondía.
Me siento rota, deshecha y sin ánimo. Sin vida. Pero aun así, logré llegar al final de todas las mentiras y todas las verdades. En esta familia muchos hemos cometidos errores y por alguna razón, el abuelo Phillips creyó era buena idea jugar con nuestras mentes, confundirnos y obligarnos a ejercer roles que no deseábamos.
A pesar de todo eso, sé que no estoy envuelta en la oscuridad. Una que desea tragarse cada rayito de luz de mi vida, la sombra de la llama ardiente que alguna vez aparentó ser mi familia. Y hay una razón para no dejar que la oscuridad de todo lo que he hecho me gane, eso es porque la luz sigue habitando dentro de mí, en dos estrellas que serán el impulso que necesito para nunca más dejarme rodear de secretos.
Entro al jardín de la mansión Laswick. El lugar donde inició toda la historia y finalizó la verdad. No es la primera vez que vengo porque en los últimos viajes que hice a Nueva York, la visité varias veces y supe que aquí se esconde el mayor de los secretos de los Hoffman y que era el lugar apropiado para dejar que todo terminara.
Y Diosa también lo sabe. Ella jugó la misma carta que yo y los trajo hasta aquí, con métodos distintos a los míos, pero igual de eficientes.
La casa está resguardada disimuladamente por la gente de Jonah Campbell, él también está interesado en que todo explote y se sepa. Además, también me alié con Mitchell. Así que tengo ambos bandos confiando en mí aunque no lo saben.
Al acercarme, Devin, un hombre de Jonah, indica que iniciara la reproducción del audio que mi abuelo Phillips generosamente escondió en esta casa y donde confiesa la verdad que Diosa anheló tanto, es decir, quien mató a Julián Hoffman. Su voz es dolorosa, algo más joven que cuando murió y resignada.
Supongo que si lo hubiésemos planeado juntas, no lo habríamos logrado con tanta eficacia y rapidez, porque Diosa sabe que estoy aquí, que mi gente está aquí y que vengo con ganas de terminar todo de una vez. Sin cabos sueltos, pasados escondidos o posibles venganzas futuras. Todo acaba hoy.
Así que en una corta llamada pactamos como si fuésemos dos abogadas a punto de argumentar frente a un jurado las razones sobre quien tiene la verdad. Yo, una de las herederas de la verdad, con un montón de acertijos, algunas pistas tangibles y el espectro de una madre torturada de muchas formas; ella, una mujer cegada por el odio, la venganza y el querer descubrir quién asesinó a su verdadero padre, un padre que no conoció como tal, pero que le dejó el legado de la mafia.
—Si los herederos de la verdad han llegado hasta aquí, es porque se unieron y trabajaron juntos —dice la voz del abuelo Phillips—. Supongo que no fue fácil lograrlo, pero espero que ese sueño que les comenté pueda lograrse... Así que aquí estoy, a punto de revelar el secreto que volvió a mi hermosa niña, una loca hambrienta de poder, control y amor.
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Los secretos de Gemma
RomanceLa familia Hoffman ciertamente no está libre de secretos. No, de ninguna forma lo están. Hay demasiadas historias tejidas entre ellos, muchos misterios por develar, pero nadie se ha preocupado por ellos. Nadie se ha preocupado por el pasado oculto b...