A book of different peraya stories :
H1: Beauty and the sleeping prince (COMPLETE)
H2: The Lion Prince and the Pauper (COMPLETE)
H3: Thinking about you (COMPLETE)
H4: Unforeseen wedding (COMPLETE)
H5: Timeless Love (COMPLETE)
H6: Three loves (COMPL...
Hace mucho tiempo, en un lejano país cuyo nombre ya ha sido olvidado, vivía un príncipe que era amado por todo su pueblo y especialmente por su padre. El joven y apuesto rey Leonel.
El joven era feliz, incluso tras haber perdido a su querida madre durante el último invierno. Sin embargo todo cambió cuando su padre, pensando que el joven príncipe necesitaba una nueva madre y sobre todo, en que el aún era joven y necesitaba una nueva mujer a su lado, decidió contraer segundas nupcias con una viuda de la nobleza que ya tenía dos hermosas hijas, Arabella y Linna.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Ambas jóvenes eran alegres y bellas, no sólo por dentro sino también por fuera, sin embargo su madre era una mujer que no sólo ambicionaba el título de reina, sino que además deseaba un título más, el de la persona más bella del país. El cual le correspondía al ganador del certamen anual que se celebraba cada año en los jardines de palacio.
- " Este año debéis ganarlo una de vosotras, ¿ lo habéis comprendido?" – decía la reina mientras veía como la modista hacía las últimas modificaciones en los vestidos que sus hijas iban a llevar al certamen.
Arabella, que se encontraba de pie y sin poder moverse al igual que su hermana pequeña, soportaba los últimos retoques a su vestido rosa con incrustaciones de pedrería intentando que no se le notara el aburrimiento y la desazón que le producía el tener que presentarse nuevamente a un concurso de belleza. Desde que eran pequeñas, su madre las había inscrito en todos y cada uno de ellos, dispuesta a demostrar que las mujeres de su familia, y en especial sus hijas, eran las más bellas del mundo y que nadie podría jamás eclipsarlas.
- " Dudo que eso vaya a pasar" – dijo la joven – " según tengo entendido el primer premio del certamen lo va a ganar sin lugar a dudas un joven llamado Krist y que vive en el lindero del bosque.
La reina, levantando la mirada de la revista de moda que estaba comentando con la modista, frunció el ceño sin entender a qué se refería la joven.
- " ¿Krist?" – preguntó – " pero ese es nombre de chico..."
Linna rió por lo bajo. Era obvio que su madre, una vez más, no había leído las condiciones y requisitos del concurso.
- " Madre, al certamen se pueden presentar tanto hombres como mujeres. Al fin y al cabo se trata de elegir a la persona más bella del país".
Nessa no salía de su asombro. Era la primera vez que oía de un certamen de belleza en el que juzgaran a ambos sexos por igual.
Sin embargo no iba a permitir que ese Krist fuera a complicar sus planes así que, a primera hora de la mañana siguiente, la reina decidió salir del castillo disfrazada de campesina y comprobar, por sí misma, quién era ese joven que se atrevía a apuntarse a un concurso de belleza y que además, parecía ser el favorito para ganar.
Las calles se encontraban desiertas, pues aún era muy pronto para que los lugareños comenzaran a abrir sus tiendas y negocios. Por lo que la reina, con facilidad y sin que nadie la viera, atravesó el centro del pueblo y se internó, a través del arco del reloj, en la calle que desembocaba en el bosque.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Sus pasos, rápidos y ligeros, la acercaron a la última vivienda de las que estaban en la zona, la más cercana a lindero de grandes y frondosos árboles. Fue entonces cuando oyó una melodiosa voz que tarareaba una cancioncilla infantil. Siguiendo la dulce melodía, la reina tomó un sendero que la condujo a un claro en el que un joven, que no aparentaba tener más de dieciséis años, recogía hiervas medicinales y frutos de los matorrales más cercanos con mucho cuidado de no pincharse con las espinas.
El muchacho llevaba una sudadera blanca con la capucha colocada sobre su cabeza, sin embargo eso no impedía a la reina ver las características del joven. Su piel clara como la nieve y cabellos negros como el ébano, sus ojos profundos que reflejaban la inocencia de la juventud y unos labios rojos, carnosos y suaves, que invitaban a ser besados.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
La reina palideció mientras notaba como la ira y los celos comenzaban a adueñarse de ella. Y es que el joven era verdaderamente hermoso.
Pero eso no iba a detenerla. No señor. Iba a ganar ese certamen como todos los demás. Éste no iba a ser el primer fracaso de la familia, mucho menos después de tres generaciones de ganadoras.
Haría lo que tuviera que hacer y nada ni nadie podría detenerla.