THE STORYBOOK

H4: PARTE 7 END (SPANISH)

La puerta de la habitación se cerró con un sonoro portazo, dejando a los recién casados mirándose mutuamente en un cuarto lleno de pétalos de rosas.

Los gritos de Nat, ya en el interior de su habitación, aún podían oírse levemente.

- "Nunca pensé que tu hermano estuviera tan obsesionado conmigo" - musitó Kong mientras pasaba una mano por sus cabellos - "ni que fuera él quien me estaba mandando todos esos regalos".

Arthit suspiró, recordando las palabras del joven.

- "Nunca nos hemos llevado bien pero..." - musitó mientras miraba hacia el suelo - "jamás me esperé ésto, pareciera que nos odia".

No le importa cómo está Kristal... Si está bien o si necesita algo...

"Y en cuanto a mí...mejor ni pensarlo", se dijo mientras recordaba los ojos de Nat fijos en él y llenos de odio.

- "No te preocupes... ahora me tienes a mí. Soy tu esposo... no estás solo" - dijo Kong mientras se quitaba la chaqueta y la colocaba sobre una de las sillas.

Arthit sonrió levemente.

"No ha cambiado en nada", se dijo mientras recordaba a ese muchacho juguetón que siempre le seguía a todos lados. Incluso cuando tenía cinco años y él siete. Un niño que ahora era todo un hombre y su esposo.

Si.

Su esposo...

"¿Y ahora qué...?", se dijo Arthit mientras observaba la cama blanca y dorada.

- "No tenemos que hacer nada si no te encuentras cómodo" - dijo Kongpob tras notar la mirada de Arthit y mientras se sentaba sobre la colcha - "sé que, hasta hace unas horas, yo iba a casarme con alguien más y tú estabas comprometido".

Las palabras de Kong fueron como una jarra de agua fría lanzada a la cara.

Y es que era cierto.

Él estaba comprometido... con Nam.

Con una joven que, desde pequeña, había soñado con ser su esposa.

"Espero que alguna vez me pueda perdonar... y que encuentre a alguien mejor, que no la haga sufrir como yo lo estoy haciendo".

Arthit suspiró, observando el rostro serio del que ahora era su marido.

- "Nam... no se merece ésto" - musitó finalmente con un hilo de voz.

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Kongpob bajó la mirada hacia el suelo.

- "¿La amas?"

Arthit, sin embargo, negó inmediatamente con la cabeza.

- "Es mi mejor amiga...mi hermana" 

- "Te entiendo perfectamente..." - dijo Kong mientras que el rostro de Nat, lloroso y con expresión desolada, pasaba frente a sus ojos - "tampoco quiero hacerle daño a tu hermano... pero no puedo quererle como él desea. Casarnos cuando sólo puedo verle como un hermano pequeño sería una locura..."

Arthit, con el ceño fruncido, le miró sin decir nada.

- "Tal vez ésto que ha pasado sea lo mejor para todos..."- continuó diciendo Kongpob mientras se levantaba y se acercaba al joven que, con expresión sorprendida, le observaba desde el otro lado del cuarto.

Arthit, bajando la mirada, sólo pudo asentir mientras miraba hacia el suelo cubierto parcialmente por los pétalos de rosas.

Si..