THE STORYBOOK

H2: PARTE 13 (SPANISH)

- "¡Pues haced lo que tengáis que hacer, pero encontradle!" - exclamó el señor Suttiluk mientras daba un fuerte golpe sobre la mesa de la oficina del policía a cargo del operativo.

Su mirada, fija en el rostro del hombre vestido de uniforme, mostraba ira y consternación pero sobre todo, miedo.

Si..

Miedo... miedo a que el loco del hermano de su mujer le hiciera algo a Arthit.

"Si algo le llega a pasar a ese joven... Kong no me lo va a perdonar nunca", pensó mientras recordaba su estúpido plan.

Y es que había estado tan seguro... tan convencido de que nada podría ir mal...

Tan sólo tenían que esconder a Kong hasta que la policía terminara de conseguir las pruebas en contra de Toptap.

Y ese accidente había sido la escusa perfecta.. eso y la oportuna amnesia de Kong.

"Pero no tuviste en cuenta la obsesión de Top por Arthit... y ahora... ahora el joven no está y Kong se está volviendo loco de la angustia".

El Señor Suttiluk suspiró, dejándose caer en una de las sillas vacías de la oficina.

- "No te preocupes..." - dijo finalmente el oficial al mando - "las cosas no están tan mal como tú crees".

- "¿A qué te refieres?"

El oficial, sonriendo al ver la mirada de curiosidad del hombre, sacó unos documentos de uno de los cajones de su mesa.

- "Aunque no te lo creas... ya esperábamos algo así" - dijo mientras le pasaba los papeles - "y ya hemos tomado cartas en el asunto".

Mientras tanto,en una mansión situada en una isla privada, el operativo iba a dar comienzo.

Todos estaban en posición y aguardando la señal convenida.

Cuando finalmente el jefe del escuadrón alzó el brazo, los cinco agentes se adentraron en la casa encargándose de todos los guardaespaldas.

Uno tras otro caía bajo la fuerza y experiencia de las cinco figuras que, vestidas de negro, se movían con rapidez y sigilo mientras investigaban todas y cada una de las habitaciones.

Finalmente llegaron a un cuarto del último piso del que salían leves ruidos.

Los cinco agentes se miraron y, al unísono se prepararon para entrar en la habitación.

Toptap sonreía mientras terminaba de desnudar al joven que, finalmente, había sucumbido al agotamiento y, sobre todo, a la droga que le había inyectado hacia tan sólo unos segundos.

La jeringuilla vacía estaba sobre la moqueta pero al hombre poco le importaba. Sólo tenía ojos para el joven que, ya desnudo, aguardaba sobre la colcha arrugada.

"Tan hermoso..."

Con manos temblorosas por la excitación, el hombre comenzó a desvestirse sin dejar de mirar el cuerpo que tenía frente a él. Imaginándose lo que iba a ser poder finalmente tocar esa piel blanca...poseer ese cuerpo con el que había soñado por tanto tiempo.

Tan inmerso estaba en su ensoñación que apenas notó la puerta que se estaba abriendo a sus espaldas ni las personas que, sigilosamente, entraban en la habitación.

Unos minutos más tarde Toptap estaba en el suelo, completamente desnudo y rodeado por el grupo de policías que, con sus pistolas listas para descargar a la menor provocación, le observaban fijamente mientras le leían sus derechos. 

Uno de los policías, una joven de cabellos oscuros, usó su propia chaqueta negra para tapar el cuerpo del joven que seguía sobre la cama sin hacer movimiento alguno.

- "Ya estás a salvo..." - susurró la joven al muchacho que, sin embargo, apenas había reparado en los recién llegados.

La oficial, con el ceño fruncido, se acercó a Arthit.

- "Jefe.. llame a los paramédicos" - exclamó la joven mientras se volvía hacia el jefe de la unidad de asalto con expresión preocupada - "este chico está completamente drogado y... no respira"