THE STORYBOOK

H2:PARTE 8 (SPANISH)

RIIING RIIIING

El sonido del timbre de un coche sacó al joven de sus pensamientos y, con rapidez, miró hacia la puerta de la bombonería.

En la acera, frente a la puerta principal, estaba un taxi que aguardaba a que saliera con las bolsas de pedidos.

Arthit suspiró, observando la lluvia que caía con más fuerza.

"Ni modo... tengo que salir", se dijo mientras pensaba en el dinero que perdería si no llegaba a hacer las entregas.

Arthit recogió las últimas bolsas que le quedaban y salió corriendo del establecimiento. Tras cerrar la puerta se subió al vehículo y sacó su libretita donde tenía apuntadas las direcciones a las que debía ir.

Un gruñido leve surgió de sus labios.

"No otra vez..", se dijo mientras fruncía el ceño al ver una de las direcciones, "no ese lugar de nuevo..."

Sin embargo, y a pesar de lo poco que quería ir, acabó por levantar la mirada hacia el taxista que esperaba por su orden y, con un leve gesto de aceptación, le dio esa dirección en primer lugar.

Cuando antes se lo quitara de encima mejor...

Arthit entró por la puerta principal del conglomerado con pasos rápidos y una expresión de preocupación en su rostro.

Cinco minutos.

Se había retrasado en la entrega de las pastas cinco minutos.

Y eso que había salido antes de tiempo de la tienda....

" Tan sólo esperemos que no me lo encuentre hoy" - se dijo el joven mientras esperaba a que las puertas del ascensor se abrieran.

Sin embargo ese día no tuvo tanta suerte ya que, cuando finalmente las puertas se abrieron, un hombre levantó la vista del suelo de mármol y sonrió alegremente al ver al muchacho que estaba, tan sólo, a pocos pasos de él.

- " Hola Arthit" - saludó Toptap sin moverse de su sitio dentro del pequeño elevador.

El joven suspiró mentalmente mientras intentaba, con bastante dificultad, mantener una expresión tranquila.

- " Buenos días" - contestó finalmente mientras entraba en el ascensor y se colocaba en el lugar más alejado y con las bolsas de las pastas entre Toptap y él.

El hombre sonrió mientras observaba el comportamiento del joven y, cuando las puertas se cerraron, se acercó unos pasos hasta quedar a tan sólo unos centímetros de su espalda.

- " Estás más hermoso que nunca" - comentó Toptap mientras recorría con la mirada la piel pálida del joven - " tu piel se ve tan suave que me dan ganas de recorrerla con la lengua para comprobar si sabe tan bien como se ve..."

Arthit palideció mientras contaba los segundos para que se abrieran las puertas del ascensor y poder escapar de ese hombre y de sus palabras que, lo único que conseguían, era que sintiera asco y repulsión.

Más de una vez había pensado en romper el contrato. 

Sin embargo no podía permitirse la penalización que conllevaría y, además, necesitaban el dinero para pagar las deudas de su familia.

Pero la situación era, sin duda, cada vez más insostenible.

Primero habían sido las miradas lujuriosas y las insinuaciones.

Luego los roces, aparentemente inocentes.

¿ Y ahora había pasado a este tipo de comentarios?

¡Era demasiado!

- " Le recuerdo que estoy comprometido" - dijo Arthit mientras se volvía, con el ceño fruncido, hacia el hombre que acababa de colocarle una mano sobre el hombro. Obviamente con la intención de atraerle hacia sí.

- " Seguro que no es tan buen partido como lo sería yo" - respondió Toptap con una sonrisa sensual en su rostro - " y tampoco es que tenga que enterarse..."

Arthit le lanzó una mirada de asco que hizo que el hombre dejara de sonreír.

- " Lo siento pero su propuesta no me interesa" - dijo el joven justo cuando se abrieron las puertas.

Tras lo cual el muchacho se dio media vuelta y salió del aparato dejando a Toptap con una expresión de ira en su rostro.

- " Nunca me han rechazado, Arthit" -musitó el hombre mientras observaba al muchacho doblar una esquina - " y y no vas a ser el primero que lo hagas. Serás mío.. ya lo verás!

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Mientras tanto, sentado en uno de los sillones de un pequeño pero hogareño departamento, un joven sonreía mientras escuchaba al joven que estaba de rodillas frente a él señalar lo rápido que se estaba curando su pierna.

- " Si todo sigue como hasta ahora podrás dejar las muletas a finales de semana" - comentaba Chanyeol mientras terminaba de limpiar la herida y procedía a vendarla nuevamente.

Kongpob se sentía contento con la noticia. 

Pronto podría volver a caminar sin problemas, lo que le permitiría poder ayudar a Arthit en la pastelería y así pasar más tiempo con él. 

Y es que, sin duda, su novio trabajaba demasiado... y pasaba muy poco tiempo con él.

Pero eso, por fin, iba a poder cambiar.

- " ¿ Podré entonces hacer una vida normal?" - preguntó Kong con la ilusión marcada en la cara.

Sin embargo, antes de que Chanyeol pudiera siquiera responder, unos gritos comenzaron a oírse en la calle. 

Justo frente a la puerta del bloque.

- " ¡Baek!" - exclamó una voz grave de hombre que hizo que Kong, con el ceño fruncido, cogiera una de las muletas y se acercara lo más rápido que pudo hacia la ventana del pequeño salón en el que se encontraba.

Allí, justo frente a la puerta del bloque, un hombre tenía agarrado del brazo al hermano de Arthit y lo zarandeaba mientras intentaba llevarlo hacia un vehículo aparcado en la carretera y que tenía las puertas abiertas.

Kongpob se dirigió hacia la puerta del departamento seguido de cerca por Chanyeol. 

Cuando finalmente logró llegar hasta donde estaban Baek y el hombre, varias frases hicieron que el joven se detuviera completamente paralizado por la sorpresa.

- " ¡¿ Qué has hecho con mi coche para que la policía se haya presentado en mi casa?! - exclamaba Suho mientras intentaba nuevamente llevar a Baek hacia el vehículo - " ¡ vas a ir a la estación de policía y vas a arreglar ésto o lo haré yo!".