A book of different peraya stories :
H1: Beauty and the sleeping prince (COMPLETE)
H2: The Lion Prince and the Pauper (COMPLETE)
H3: Thinking about you (COMPLETE)
H4: Unforeseen wedding (COMPLETE)
H5: Timeless Love (COMPLETE)
H6: Three loves (COMPL...
- " ¿ Estás seguro de lo que me dices?" – preguntó el joven nada más terminar Kong de relatarle lo que había ocurrido aquella mañana en la que visitara el dormitorio de su padre.
- " Yo mismo la vi " – respondió exasperado Kong.
El joven, que mientras relataba los hechos se había levantado para ponerse a deambular por el salón privado de sus habitaciones, se detuvo para observar a su amigo. Éste, con los ojos cerrados y en su pose favorita, estaba analizando todo lo que le había contado. Sin duda intentando alcanzar alguna respuesta que pudiera explicar la rara conducta de su madrastra.
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Kong suspiró y se sentó al lado de su amigo. Esperando a que éste por fin levantara la mirada y le dijera qué opinaba del asunto.
- " ¿ Has probado a seguirla?" – preguntó Bass de repente.
El joven sólo atinó a negar con la cabeza.
Bass bufó. Sin duda Kong seguía siendo tan inocentón como cuando eran pequeños. Por suerte, ahora que él estaba allí, llegarían al fondo del asunto.
- " Mañana mismo comenzaremos" – dijo el joven mientras se levantaba y, seguido de cerca por Singto, se dirigía hacia la mesa de trabajo del joven – " pero primero tenemos que descubrir todo lo que podamos acerca de ella.... Y, ¿quien mejor para contarnos acerca de sus costumbres que los sirvientes?"
El joven sonrió irónicamente mientras hacía sonar una campanilla. Unos minutos más tarde, una joven sirvienta hacía su entrada desde una de las puertas.
- " ¿Desean algo?" – preguntó la joven mientras hacía una leve reverencia.
- " Avisa a Kimmon que necesito verle" – ordenó Bass mientras Sing tomaba asiento a su lado.
QUINCE MINUTOS MÁS TARDE...
Kimmon cerró la puerta y se encaminó a las cocinas. Sin duda ése era el mejor lugar para comenzar. Sus órdenes habían sido claras, descubrir qué planes tenía la Reina e informar a la mayor brevedad posible.
El joven suspiró mientras se pasaba la mano por sus cabellos negros. Una costumbre que, desde que había conocido al joven príncipe Bass, se había exacerbado enormemente.
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- " ¿ Necesitas algo? – preguntó una voz a sus espaldas.
Kimmon se volvió, quedando frente a frente con una mujer de sonrisa amable y ojos cálidos.
- " La verdad es que venía a ver si podía comer algo" – dijo el joven con rapidez – " acabo de llegar con el cortejo del príncipe Bass".
- "¡ Por supuesto!" – exclamó la mujer mientras le indicaba una de las sillas vacías. Tras lo cual, se encaminó hacia las grandes cacerolas que se estaban calentando en el fogón.
Unos minutos después el joven tenía ante sí un plato de sopa recién hecha, una hogaza de pan y varias piezas de fruta y carne.
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Kimmon sonrió tras probar la sopa.
- " Está deliciosa" – le dijo a la cocinera que, con una taza de té en sus manos, acababa de sentarse en la silla situada al lado suyo.
- " Gracias" – respondió la mujer – " has tenido suerte de que la Reina haya ordenado que su almuerzo fuera servido antes de la hora habitual. Si no fuera así tendrías que haberte conformado con algo de pan y queso, al menos hasta la hora del almuerzo".
El joven asintió actuando como si la conversación acerca de la Reina no le interesara en absoluto.
- " Ha debido ser un problema que solicitara la comida tan pronto cuando no es lo habitual"
- " Y tanto! Pero estamos acostumbrados a sus excentricidades. Mucho más ahora que está tan obsesionada con el Concurso de Belleza" – respondió la cocinera mientras hacía un leve gesto de hastío con la mano
- " ¿ Concurso?" – preguntó el joven con sorpresa y curiosidad.
- " Como se nota que no eres de este reino" – dijo la mujer con una sonrisa – " La reina está obsesionada con el concurso en el que se elige a la persona más bella de todo el país. Es en lo único que piensa. En eso y en cómo hacer que sus hijas lo ganen"
- " Bueno, eso dependerá de los jueces" – dijo Kimmon mientras se llevaba un trozo de carne a la boca.
- " No sé yo... se oyen rumores, ¿sabes?" – respondió la cocinera mientras bajaba el tono de su voz – " y con eso de que haya llamado al cazador..."