THE STORYBOOK

H2: PARTE 12 (SPANISH)

En una habitación de hospital un hombre hablaba con el hijo al que no había visto desde hacía varias semanas...

- " Así que eso fue lo que pasó..." - murmuró Kongpob con expresión triste - "aún no puedo creerlo...".

- " Siento mucho el engaño" - intervino por primera vez el hombre que, desde una silla de ruedas, observaba al joven con una expresión avergonzada en el rostro.

Kong asintió mientras pensaba en tantas tardes que había pasado con Arthit. 

Los besos de buenas noches que le había pedido y que el joven, con el rostro sonrojado, le había dado justo antes de esconderse en su cuarto. Los paseos por el parque y las cenas que habían compartido hasta altas horas en la noche.... y nada había sido real.

"Una mentira..."

"Tan sólo había sido una mentira para proteger a su hermanito pequeño"

- " Me gustaría que me contestaras a la pregunta que te he hecho" - dijo finalmente su padre al ver cómo el joven comenzaba a encerrarse en sus pensamientos - " con un sí o no me basta..."

Kongpob bajó la mirada mientras pensaba en la respuesta.

Unos minutos más tarde el joven asintió levemente.  

Ambos hombres sonrieron y, tras compartir una mirada, sacaron sus móviles y comenzaron a llamar. 

Uno a la policía, el otro a su hijo mayor.

Desgraciadamente, una de las llamadas quedó sin contestar ya que el joven, en esos momentos, volaba en un avión privado hacia una de las islas propiedad de la familia Suthiluk....

UN PAR DE HORAS DESPUÉS...

Arthit abrió los ojos mientras dejaba escapar un gruñido. 

Su cabeza le daba vueltas pero, sin duda, lo que peor llevaba era la sed que sentía y la luz que entraba por el balcón abierto.

"Dichosas pastillas...", se dijo mientras esperaba a que la habitación dejara de dar vueltas.

Finalmente, cuando comenzó a sentirse menos mareado, el joven se levantó lentamente, notando por primera vez y con terror, que no llevaba nada puesto salvo su ropa interior.

"¡Ese maldito....!"

Con rapidez, y aprensión, comenzó a revisar su cuerpo por marcas o signos que pudieran indicarle si había pasado lo que se temía.. pero por suerte parecía que estaba perfectamente.

Arthit suspiró aliviado mientras recorría con la mirada la lujosa habitación. 

Sus ojos se fijaron en las únicas ropas que estaban colocadas en una de las perchas y, con un nudo en la garganta, se acercó a ellas.... era un traje de bodas de color negro.

¡Está loco!

¡Tengo que salir de aquí!

Con el corazón latiendo a mil, se colocó los pantalones y la camisa, dejando la chaqueta en el perchero. 

Ya vestido, se acercó al balcón y observó la distancia que había al suelo.

- "Yo que tú no lo intentaría.." – dijo una voz que le produjo escalofríos.

Toptap estaba en el quicio de la puerta, vestido con un esmoquin blanco.

- "Mis hombres están por toda la casa y, aunque consiguieras huir, ¿adónde crees que podrías ir?" – dijo mientras se acercaba lentamente – "al fin y al cabo estamos en una isla".

Arthit palideció, dando un par de pasos hacia atrás. Hasta que su espalda quedó pegada a la barandilla.

Ya no tenía a dónde huir.

- "Será mejor que te prepares.. nuestra boda nos espera"

Tras lo cual agarró al joven del brazo y lo acercó hacia él de un tirón. 

Su rostro comenzó a acercarse al del joven que, inmediatamente, le lanzó un cabezazo que hizo que lograra soltarse.

Sin embargo eso duró poco ya que Toptap, tapándose la nariz que comenzaba a sangrar, le volvió a agarrar cuando se dirigía hacia la puerta y lo lanzó hacia la cama.

- "Tal vez debamos comenzar con la noche de bodas primero... seguro que así se te quitan las ganas de escapar"

Arthit abrió los ojos a causa del asombro y del miedo. Inmediatamente comenzó a deslizarse sobre la colcha cubierta con pétalos de rosas sobre la que había despertado hacia sólo unos pocos minutos.

Toptap, sin apartar la mirada del joven, se abalanzó sin previo aviso, cogiéndole de una pierna.

Ambos comenzaron a forcejear.

Arthit sentía cómo sus fuerzas comenzaban a flaquear, tal vez a causa de la pastilla que le había obligado a tomar y cuyos efectos aún no parecían haberse disipado del todo.

Toptap, que lo había notado, comenzó a sonreír.

- " Es inútil que te resistas" – dijo mientras conseguía agarrar e inmovilizar una de sus manos y colocarse entre las piernas del joven – "sabes que no tienes escapatoria. Además... incluso si escaparas, ¿adónde ibas a ir? Kongpob ahora te odia..".

- "¡ Eso no es verdad!" – exclamó el joven mientras sentía cómo sus lágrimas comenzaban a bañar sus mejillas.

- "Claro que sí... ya lo recuerda todo. Y ahora mismo eres la persona a la que más odia en su vida..."

Arthit negó con la cabeza mientras intentaba bloquear las palabras hirientes del hombre.

"Vamos.. tienes que aguantar", se dijo.

Sus ojos se movieron hacia la mesilla donde había una lámpara que parecía bastante pesada. 

Rápidamente, alargó el brazo intentando cogerla, sin embargo sus dedos no lograron más que rozarla.

"Un poco más..."