La sala estaba preparada.
La música que debía acompañar a los novios, comenzó a tocar suavemente.
Los invitados se volvieron con expresiones de alegría hacia la puerta por la que debía aparecer Kristal sin embargo, segundos después, se quedaron mudos de asombro. Y es que, en vez de la novia, un joven caminaba por la alfombra roja en dirección al novio que, con una sonrisa, le esperaba junto al sacerdote.
Los murmullos comenzaron inmediatamente pero, por encima de ellos, un grito resonó en la habitación. Un grito que hizo que muchos de los asistentes, cerrando sus bocas, voltearan hacia la joven que, con el rostro completamente pálido, se había desmayado en brazos de su madre.
"Nam...", se dijo Arthit mientras se detenía por unos segundos, "lo siento..."
Mientras tanto, y agarrada a su brazo, la abuela de Kongpob sonreía a los asistentes como si el desmayo de la joven no fuera nada extraordinario.
Como si no tuvieran nada que ver con el estado de la muchacha.
- "Continúa..." - susurró entre dientes Rose mientras apretaba levemente el brazo de Arthit. Eso sí, sin dejar de sonreír en todo momento.
Arthit bajo su mirada hacia el suelo para, instantes después, levantar el rostro y comenzar a andar hacia el lugar donde Kongpop le esperaba.
Sin embargo, el rostro de Nam seguía marcado en su mente. Haciendo que se sintiera, nuevamente, como la peor persona del mundo.
Lo siento....
Mientras tanto, a pocos pasos de distancia, el Señor Rojnapat se acercaba con rapidez hacia los familiares de Namtarn y, con pocas palabras, hizo que le siguieran hasta el despacho más próximo.
Su esposa, con una amplia sonrisa en el rostro, abrió la puerta de la habitación y, en cuanto hubieron pasado todos, cerró asegurándose de que nadie los estuviera siguiendo.
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UNOS MINUTOS DESPUÉS....
Arthit no daba crédito a lo que estaba ocurriendo.
Mucho menos cuando, desde el centro de la sala, observaba al sacerdote terminar de darles la bendición.
En sus manos, de brillantes tonos violáceos, se encontraba el ramo de flores que su hermana le había dejado sobre la cama.
"Es como si hubiera sabido lo que iba a pasar...", se dijo el joven mientras observaba las hermosas rosas de color violeta, "como si lo hubiera planeado todo desde un inicio. Pero...¿por qué? ¿Por qué no me dijo nada? Si nos lo contábamos todo..."
- "Por el poder que se me ha conferido, les declaro esposos. Puede besar a su.. pareja"
Con ojos abiertos a causa del asombro, Arthit levantó el rostro para mirar hacia Kongpob.
"¡OMG!" - exclamó el joven para sí mismo mientras sentía que sus mejillas comenzaban a enrojecer - "¡me había olvidado de esta parte de la ceremonia!".
Kongpob sonrió mientras observaba al muchacho que, completamente ruborizado, le observaba como un corderito. Siguiendo con su mirada cada cambio de expresión, cada gesto que estaba haciendo.
Como si temiera que le fuera a saltar encima en cualquier momento...
Tan mono.... e inocente.
El joven, lentamente, le tendió una de sus manos y, cuando Arthit finalmente posó una de las suyas sobre la de él, tiró bruscamente haciendo que éste, con un leve gritito, acabara entre sus brazos.
- "No necesitas avergonzarte... al fin y al cabo es nuestro día. Si te pones así por un beso...¿qué vas a hacer en la noche de bodas?".
- "No... ¡Noche de bodas!" - exclamó Arthit sin poder contenerse.
"Ahora", pensó Kong mientras inclinaba la cabeza y tomaba con los suyos lo labios del atribulado muchacho que, de la sorpresa, se mantuvo quieto mientras era besado frente a todos los espectadores.
Los vítores comenzaron inmediatamente.
Todos los espectadores se levantaron para aplaudir por los recién casados con grandes expresiones de júbilo.
Sin embargo, al fondo de la sala, y sin que los jóvenes se dieran cuenta, un muchacho les miraba con una expresión llena de ira y de celos.
Nat gruñó en voz baja y, dando media vuelta, se marchó hacia su cuarto.
Si tan sólo su madre no se hubiera metido por medio...
Si tan sólo las cosas hubieran ido como habían planeado...
Ahora todo sería tan diferente.
- "¡Tenía que ser yo!" - murmuró mientras subía los peldaños de la escalera - "era yo el que tenía que haberse casado con Kong..¡no él!"
Pero lo solucionaría.
De una manera u otra lo haría.
"Kongpob será mío...", se dijo Nat mientras abría la puerta de su dormitorio y se dirigía hacia el escritorio donde había dejado su teléfono móvil.
Con rapidez lo tomó entre sus manos y comenzó a marcar un número.
Mientras tanto, en la sala donde se estaba llevando a cabo la boda, una persona terminó de enviar un mensaje con varias fotografías del enlace y, especialmente, del beso de los novios.
Todo ha salido como esperábamos...
La ceremonia ha sido preciosa
Te mando las fotos que me pediste.
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THE STORYBOOK
FantasiaA book of different peraya stories : H1: Beauty and the sleeping prince (COMPLETE) H2: The Lion Prince and the Pauper (COMPLETE) H3: Thinking about you (COMPLETE) H4: Unforeseen wedding (COMPLETE) H5: Timeless Love (COMPLETE) H6: Three loves (COMPL...