THE STORYBOOK

H6: PARTE 1 (SPANISH)

H6: TRES AMORES

EN UNA ESTACIÓN DE TREN EN LAS AFUERAS DE LA CAPITAL...

Las puertas del vagón se cerraron con rapidez y, tan sólo unos segundos después, comenzamos a movernos por las viejas y maltrechas vías.

Los pasajeros, unos sentados en sus asientos mientras que otros – como yo – aguardaban de pie a que llegara su parada, observaban el paisaje a través de las ventanillas, leían algún libro o, la inmensa mayoría, trasteaban sus móviles con expresión dormida.

Yo, por el contrario, apenas si podía mantenerme quieto.

Y es que... es que... el amor de mi vida estaba por comprometerse.... con otro.

Con un joven con el que, por lo visto, apenas llevaba un par de meses saliendo... con alguien que no podía conocerle como lo hacía yo, que no podía amarle como yo lo amaba... como siempre le había amado.

- "Krist..." - musité mientras bajaba la mirada hacia la revista que, esa misma mañana al salir de casa, había comprado presa de la euforia y que... al final... me había llevado a la desolación más absoluta.

"¿Por qué, Krist...?", me pregunté por enésima vez mientras observaba el rostro hermoso del joven que... por tantos años, había sido el amor de mi vida y mi compañero de trabajo.

Si, Krist y yo habíamos trabajado juntos... habíamos compartido tantas cosas... miles de fans habían soñado con vernos como pareja, pero....

"Nunca... nunca hiciste caso de mis insinuaciones... jamás, siquiera, dejaste entrever que también te gustaban los hombres..."

Eso, sin duda, era lo peor...

El saber que... que jamás le dije nada para que no afectara a nuestra amistad.

El saber que... además de su ex novia, con la que había estado tantos años, ahora estaba con alguien más... y que no se lo había dicho a nadie.

Ni siquiera a sus mejores amigos.. 

- "Y pensar que estaba tan feliz..." - susurré mientras una lágrima se deslizaba por mi mejilla y caía sobre la fotografía de dos jóvenes que, cogidos de la mano, sonreían a cámara con alegría y felicidad.

Con rapidez, la sequé lo mejor que pude y, finalmente, volví a posar mi mirada en el título de la entrevista...

" ¡¡¡Gran Actor reconoce ser bisexual!!!"

Gruñí por lo bajo, maldiciéndome por cómo mi corazón había dado un vuelco en mi pecho tras leer, por primera vez, ese escueto titular.

Y es que, por unos segundos, había creído que... que finalmente iba a tener una posibilidad... que, por fin, iba a poder declararme al muchacho que, desde que lo viera por primera vez, poblaba mis sueños y deseos...

Sus labios..

Su piel clara...

Sus ojos negros...

Todo me hacía amarlo y desearlo con una fuerza que jamás había conocido antes...

Pero él tenía novia y yo... yo no iba a interponerme en su relación, mucho menos cuando él bien podía no tener interés en alguien de su mismo sexo.

¿Y si me comenzaba a odiar?

¿Y si se alejaba de mí?

No quería eso...¡No quería eso en absoluto!

Así que me había callado...y había aceptado lo que parecía estar dispuesto a darme... su amistad.

- "¡Fui un idiota!" - exclamé mientras estrujaba la revista con mi mano derecha - "¡Un completo idiota!"

Y es que... mientras yo intentaba mantener nuestra amistad... alguien más se había acercado a él. Alguien que le había hablado de amor... que le había hecho distanciarse de sus amigos...¡de mí!

" Pero no más...¡no más!", me juré a mi mismo en el instante exacto en el que, con un leve chirrido, las puertas del tren se abrían con rapidez.

Habíamos llegado a mi parada...

Quince minutos más tarde estaba frente a las amplias puertas del hotel donde Krist y ese... ese hombre, iban a festejar su compromiso con sus familias y amigos más cercanos.

Amigos que no eran del grupo... de los de toda su vida.

Amigos que, el joven, había conocido gracias a Él... a su novio.

- " Ha hecho todo lo que ha podido para separarnos... para que no me acerque a él...pero no lo va a conseguir" - susurré mientras que, con pasos decididos, subía los peldaños que daban al hall del edificio.

Por suerte, y gracias a lo importante que era la recepción y las personas que se encontraban allí reunidas, varias señales habían sido colocadas indicando el lugar de la ceremonia.

Casi corriendo me encaminé hacia la amplia sala...

No bien entré por la puerta, mis ojos comenzaron a recorrer con rapidez el lugar hasta reparar en una figura que, vestida de blanco, saludaba a varios familiares con una amplia sonrisa en su rostro.

- "Por fin..."

Y es que allí, a tan sólo unos metros de distancia, estaba Krist... Mi Krist.

Con pasos ágiles me dirigí hacia él pero, justo antes de poder siquiera hablarle, una mano se colocó sobre su brazo.

Una mano que le atrajo hacia un cuerpo musculoso mientras provocaba que sus mejillas se tiñeran fuertemente de rojo.

- "Mi amor.... Es la hora"

Krist sonrió y asintió.

Sin embargo... lo que acabó apuñalando mi maltrecho corazón fueron las palabras y la expresión de amor que Krist dirigió a ese maldito... una expresión que... que yo jamás habría podido lograr colocar en su rostro... ni siquiera cuando estábamos en nuestro mejor momento.

- "Me alegro...no puedo esperar para que todos sepan que eres mío" - había dicho, con voz aterciopelada, Krist mientras se acercaba al rostro del hombre y depositaba un breve beso en su mejilla - "te amo".