Vidas cruzadas [Illumi Zoldyck] (Editando)

XXXVI Respuesta II

Narra Illumi

Libi seguía llorando entre mis brazos. Así también seguían mis caricias en su cabello y espalda. Sabía que ella sufría, pero no me dejó opción. Sin vínculos con este mundo, me daría la respuesta que deseaba. Y no tendría que llevármela a la fuerza.

La dejé un momento para ir por agua. De paso, tomé algunos calmantes de su botiquín. No soportaría mucho tiempo más su llanto. El vaso temblaba en sus manos. Lo sostuve, ayudándola a beber. El tono carmín en sus mejillas se había intensificado y sus ojos lloroso brillaban como estrellas en un cielo nuboso. Se veía hermosa.

Me entregó el vaso y sacó un paquete de pañuelos de su mesita de noche. Secó sus lágrimas, limpió su nariz. Me miró.

Y el cielo se llenó de nubes de tormenta, cubriendo a las estrellas y desatándose una tempestad. La abracé una vez más, dándole unas suaves palmadas en la espalda. Rechazó los calmantes y se lo permití. Por ahora.

―Libi, debes ser fuerte. La gente muere y no podemos hacer nada para evitarlo, sólo...

Se apartó de mí de un brinco. Su mirada era de espanto y el llanto se pausó por la sorpresa.

―Lucy no está muerta ¿Por qué pensaste eso?

¡¡¡¡QUÉ!!!! ¡ESE MALDITO PAYASO HIJO DE PUTA! ¡¿CÓMO MIERDA ERA POSIBLE QUE NO PUDIERA HACER NADA BIEN?! ¡CÓMO HABÍA PODIDO SER TAN ESTÚPIDO Y CONFIAR EN ÉL! ¡YO MISMO DEBÍ ENCARGARME DE ELIMINAR ESE ESTORBO! ¡YA VERÁ HISOKA QUIÉN ES ILLUMI ZOLDYCK! ¡CÓMO DEBÍA ESTARSE RIÉNDOSE DE MÍ EN ESTE MOMENTO!

Evitar que saliera mi sed de sangre requirió de un esfuerzo sobrehumano.

¡CUANDO TE VEA HISOKA, VOY A GOLPEAR TU PUTA CARA SONRIENTE HASTA QUE SEA UNA MASA VISCOSA EN MIS PUÑOS!

―¿Illumi? ―preguntó Libi, preocupada.

Temí que me hubiera descubierto.

―¿Ah?

―Tu nariz... Está sangrando...

De seguro se me había reventado alguna vena en el cerebro. Tomé uno de sus pañuelos.

―¿Por qué comenzaste a llorar así? Pensé que algo malo le había pasado a Lucy

¡Maldita sea!

―¡Pero no está muerta! ¡Por todos los dioses, ni siquiera pienses en algo así! Si eso pasara creo que yo me moriría con ella.

Tragué saliva.

―Entonces ¿Qué pasó?

Esperaba que fuera algo útil.

―Ella... ella se fue a Alemania. ―Sus lágrimas volvieron a caer―. El otro día me dijo que iría a conocer a los padres de su novio...

¡La muy puta tenía novio y se acostaba con el imbécil de Hisoka! ¡¿Cómo esa mujerzuela podía ser amiga de Libi?! Ahora más que nunca debía apartarla de ella. No quería que se le pegaran sus malas costumbres.

―Dijo que se iría por unos días, pero... según Doris, se fue a vivir allá, se llevó todas sus cosas... No entiendo qué pasó ¿Por qué no me lo dijo? ¿Por qué no se despidió de mí?... ¿Por qué no contesta mis mensajes?

Tal vez esto fuera mejor, tal vez Hisoka era un genio después de todo.

―Para mí está muy claro, Libi. Ella escogió irse con su novio y te abandonó sin importarle. Eso es lo que hacen los amigos.

―¡No, Illumi! Eso no es cierto. Lucy no es sólo mi amiga, ella... ella es mi hermana... ―Sus lágrimas no dejaban de caer.

―Tal vez ella lo era para ti, pero tú no lo eras para ella. ―Acaricié su bello rostro lleno de dolor―. Ella prefirió vivir una vida feliz con su novio y te dejó atrás, debes olvidarla y seguir adelante.