XXVI Visitante

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—Sólo teníamos una discusión —continuaba explicándole a Lucy, que no dejaba de caminar de un lado para otro por la sala.

—¿Discutiendo? ¡Te tenía acorralada contra la pared y te besaba a la fuerza!

Rayos. Sí que debió verse mal.

—¡Lucy, no! No es lo que parece, él no me besaba a la fuerza, sólo intentaba calmarme para que habláramos. Illumi nunca me ha lastimado, de verdad.

Nuevamente lo arruiné todo, él sólo quería hablar.

—¿Cómo haces para salir de una y entrar en otra peor? Por Dios, necesitas un repelente para locos.

Ambas nos miramos y finalmente reímos.

—¿Ese tipo aún no recuerda quién es? —preguntó, más relajada.

—No —contesté, recogiendo los trozos del jarrón que Lucy hizo trizas sobre Illumi.

No dejaba de quejarme, pero si él no fuera quien era, más de alguno de estos trozos estaría bañado en sangre.

—¿Puedo saber por qué discutían? De hecho, también quiero saber cuándo regresó.

Suspiré, sentándome junto a ella, inventando mentiras creíbles que pudieran satisfacer su curiosidad.

—Regresó ayer, nos reconciliamos y todo estuvo bien hasta que discutimos. Yo... yo me puse celosa porque ha estado viviendo con una tipa a la que ayuda con la remodelación de su casa.

Lucy permaneció pensativa, analizando mi historia. Nunca fui muy buena mintiendo y ella lo sabía a la perfección.

—Él me dijo que entre ellos no pasaba absolutamente nada, pero igual me molesté. Ya sabes, después de lo de Damien, me puse muy desconfiada.

—¡No vuelvas a mencionar ese nombre frente a mí jamás! —dijo de pronto Lucy, dejándome helada.

Por un momento, sentí como si Illumi nunca se hubiera ido y fuera él quien desprendía esa aterradora sed de sangre que calaba mis huesos. Más me valía borrar el nombre de Damien de mi vocabulario.

—¡Es cierto, lo había olvidado! La exhibición es hoy —le dije, recordando que su presencia aquí se debía a que iríamos juntas a una exposición de arte grecorromano—. Me cambiaré para que vayamos de inmediato.

Era la oportunidad perfecta para dejar de lado el tema de Illumi y relajarme luego de la discusión.

—La exposición se canceló —contó con molestia—. El apagón de anoche causó daños en el sistema eléctrico de la galería.

Era cierto. Anoche estaba muy concentrada en Illumi, pero recordaba que se había ido la luz.

—Dicen que estará resuelto para el lunes, podríamos ir la próxima semana.

Cancelada nuestra salida, me dediqué a preparar unos bocadillos, mientras Lucy servía café. Una tarde tranquila en casa con mi mejor amiga nunca estaba de más.

—El próximo mes me iré de viaje con Joshua —anunció ella.

Aún no se había aburrido de Josh, eso era toda una novedad. Algún talento oculto debía tener el hombre para retenerla a su lado con lo escurridiza que solía ser.

—Sus padres viven en Alemania así que iré a conocerlos.

Me atraganté con el bocadillo que comía y tosí pesadamente, incrédula.

¡Lucy conocería a sus suegros!

Pensé que no viviría para este momento. Definitivamente lo suyo con Josh era serio y me alegré por ella. Él era un buen chico y por fortuna no era un asesino, ni su familia tampoco, supuse. Yo nunca había tenido suegros, Damien no se llevaba bien con sus padres y jamás me los presentó. En cuanto a Illumi, era preferible no pensar en ellos.

Vidas cruzadas [Illumi Zoldyck] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora