XV Premiación

2.8K 245 208
                                    

—Y bien. Te daré lo que desees, ¿Cuál quieres que sea tu premio?

—Hmm...

Me miraba con expectanción.

"Te desea."

¡No!

"Se está esforzando por contener sus ganas de acariciarte..."

¡No!

"...de follarte..."

¡Basta!

—Libi... —susurró, acariciando mi rostro—, sólo dime qué quieres.

Lo hacía sonar tan simple, pero no lo era en absoluto, mucho menos después de su beso detector de alcohol.

—Yo... te quiero a ti...

Lo oí tragar saliva.

— ...Te quiero a ti cocinando mañana.

—¿Ah?

—Eso. Como lo haces tan bien, quiero que mañana cocines tú.

Se apartó, algo pasmado.

—De verdad... ¿quieres eso?

Asentí, divertida por la notoria decepción en su voz.

—Y... ¿Quieres que prepare algo en especial? —preguntó de forma mecánica y la mirada sin brillo.

—No, me dejaré sorprender.

Él asintió aún confundido y salió de la habitación. Di un gran suspiro, dejándome caer en la cama. Las piernas me temblaban, eso había estado muy cerca. Antes de dormirme me metí al baño, necesitaba una ducha muy fría.

Narra Lucy

Desperté sintiendo un agradable aroma a chocolate y panecillos. Me sorprendí al ver al chico de Libi en la cocina, pero más me sorprendió ver lo que había preparado.

—Hola ¿Esos son Scones? ¿Has estado en Gran Bretaña?

Se quedó pensativo un momento.

—No sé —dijo, dándome la espalda para seguir en lo suyo.

Los Scones eran panecillos originarios de Escocia, ampliamente consumidos en Inglaterra. Fue allí donde los probé el año pasado.

—¿Viste la receta en youtube?

—No sé qué es eso —contestó, concentrado en su labor, sin mirarme.

Me quedé viéndolo con admiración. Este tipo debía ser un chef, no encontraba otra explicación para lo que había hecho.

—Buenos días­ —saludó Libi muy animada al llegar

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Buenos días­ —saludó Libi muy animada al llegar.

En cuanto vió la mesa, se quedó boquiabierta. Estaba tan impresionada como yo. Se sentó sin dejar de mirar el fascinante desayuno frente a ella. Cuando recobró la compostura, miró al chico desmemoriado y le dio una sonrisa encantadora. Lamentablemente él se la perdió, ya que seguía ocupado en la cocina. Al parecer no desayunaría con nosotras.

Vidas cruzadas [Illumi Zoldyck] (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora