VEINTINUEVE

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Después de un largo rato de pensarlo, Raditz decidió trasladarse a Kame House solo. Le pareció una idea entretenida hacer de espía por esa ocasión.

Dejó a su subordinado en la casa de los Son y entró en la nave en la que habían llegado.

Sería interesante ver la cara de Milk cuando se percatara de su presencia.

Mientras tanto en el hogar del maestro, Goten se había encontrado con los guerreros estando al interior de la vivienda.

Al principio todos saludaron con alegría al pequeño. Pero cuando se percataron de que se encontraba llorando, el silencio se hizo presente durante un momento hasta que Krilin se atrevió a romper el incómodo ambiente al preguntar que estaba sucediendo.

-Con confianza muchacho - dijo el viejo a Goten - abre el refrigerador y come todo cuanto se te antoje.

El infante no tenía apetito alguno de comer, más bien deseaba que alguien le explicara que había sido todo lo que le había tocado observar, hacía apenas unos minutos. Pero era lo bastante inteligente para entender que cuando el viejo hablaba y lo mandaba a hacer algo, era porque él no podía escuchar alguna cosa que se comentaría entre adultos.

Resignado a los modos estúpidos de los mayores para evitar que se enterara de algo que tarde o temprano descubriría, Goten obedeció abriendo el frigorífico y poniéndose a comer con rabia.

A mayor número de comida, mayor llanto.

Cuando cerraba los ojos para alejar la sensación de nauseas que se hacía presente por estar alimentándose cuando se sentía satisfecho, lo unico que contemplaba era aquella escena en la que la rubia besaba a su padre.

Una y otra vez.

Sin ser capaz de controlar su enojo, arrojó una botella de bebida frutal hacia un costado.

El objeto fue lanzado con tal fuerza que explotó al tocar el suelo.

Aquella acción sorprendió a los que estaban dentro, pero nadie reprendió al pequeño por su conducta.

-Krilin - dijo de pronto el maestro al muchacho calvo - por favor acompaña a Goten.

En respuesta el hombrecito asintió y fue a sentarse justo al lado del menor de los hijos de Goku.

Goten lo miró aturdido y sin comprender la acción que el otro había llevado a cabo. Hasta que -con una sonrisa amable - Krilin hizo una seña al niño para que se sentara junto a él.

-Dime Goten ¿Qué es lo que te tiene tan triste?

Aquella pregunta ocasionó el desborde sin límite de las lágrimas del niño. Entretanto el resto de los presentes escuchaban el suceso que había causado el enfado de Goten.

-Milk vino a pedirme que entrenara al chiquillo. Pero en lo que Goten mostraba lo que era capaz de hacer, llegó Goku trayendo de la mano a la muchacha de la que nos habló.

En la cocina, los rostros de asombro y las respiraciones contenidas era lo que predominaba.

Una vez teniendo completo conocimiento de la situación, los "guerreros z" quisieron salir para ayudar a Goku. Pero hacer aquello solo convertiría lo ocurrido en un problema mayor y en consecuencia, la congoja de Goten no haría más que aumentar.

Afuera la discusión entre Lazuli y Milk había continuado solo un instante después de que la hija de Ox satán hubiera abofeteado a la rubia.

Sin estar dispuesta a permitir que Milk la humillara de esa manera, Lazuli quiso contraatacar y levantó la mano al aire con la intención de abofetear a Milk, que parecía estar aguardando solo a recibir el golpe, para poner en su lugar de nuevo a aquella mujer.

RELATO CORTO DE GOKU Y MILK #Wattys2019 #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora