Una vez que Milk y Raditz se despidieron de Goku y Lazuli, continuaron el breve camino de regreso a casa tomados del brazo y en silencio absoluto. Ninguno de los dos quería arriesgarse a ser descubiertos por sus enemigos debido a alguna declaración, gesto o reacción corporal.
Habían llegado demasiado lejos con la farsa aquella noche en el instante en que uno se vio obligado a mantener en pie la mentira del compromiso.
-Estuviste a punto de sabotear mis planes - habló Raditz, al tiempo que soltaba con violencia el brazo de Milk - si hubieras contestado la ridícula pregunta de tu marido, te hubiera roto el cuello ahí mismo.
-Pero no lo hice - contestó Milk con firmeza.
-Porque lo impedí.
-Así es. Justo como yo impedí que murieras esta noche al no revelarle a Goku que todo entre nosotros era una mentira y que era tu prisionera.
-Tenemos un trato.
-Entonces no me reclames por cosas sin sentido.
Al final todo salió como esperábamos. Solo que de ahora en adelante, nos hemos echado la soga al cuello.
-Sabíamos que sucedería. Pero no somos los únicos que han firmado sentencia esta noche.
-¿El apretón de manos? - inquirió ella.
Él asintió.
-Ahora tanto ellos como nosotros hemos comenzado una carrera contra reloj. Y tenemos que acabarlos primero.
-Basándome en tu manera hablar, diría que estas tenso.
¿Acaso volviste a ser consciente de que no tienes oportunidad contra Goku, apenas verlo a los ojos?
Raditz levantó el brazo contra Milk, que se había sentado en uno de los sofás de la sala, pero no consumó la agresión.
-Con lo inteligente que eres, creí que no tendría que repetirte que es mejor que guardes silencio.
La fémina clavó los ojos en los del villano.
-Será mejor que te sientes y te relajes, antes de que cometas una estupidez por haber olvidado que te tengo en mis manos.
Milk se colocó en pie al tiempo que Raditz se desparramó sobre el sofá. En silencio la miró caminar hasta la cocina y una vez ahí, servir dos copas de licor.
Con toda la elegancia que poseía, Milk llevó hasta él una de las copas y se la entregó.
Este la bebió de un sorbo y Milk colocó entre sus manos la segunda.
-Bebe más lento - le aconsejó - eso hará que te relajes con mayor rapidez.
-¿Que pretendes? - inquirió él, receloso.
-Puedes estar tranquilo, no voy a envenenarte - contestó ella, aún de pie.
Digamos que es mi forma de pagar por tu intervención cuando estaba por fallar. Solo trato de ser...agradecida.
Toda aquella frase había sido dicha en un extraño tono. Como sugiriendo burla y misterio al mismo tiempo.
Hubo un segundo de silencio, en el que la fémina se percató de que aquella era una gran oportunidad para desahogar un apetito, no precisamente de alimento.
-¿Por qué no te quitas la chaqueta? - sugirió inclinándose y acercándose mucho a Raditz, de manera que sus senos quedaran directamente a la altura del rostro de este.
Con solo llevar a cabo este movimiento y aun sin saber si Raditz correspondería a su provocación, Milk pudo sentir su sexo humedeciéndose.
La cercana y lenta respiración de Raditz, se sentía como una caricia en la piel visible de los senos de Milk.
ESTÁS LEYENDO
RELATO CORTO DE GOKU Y MILK #Wattys2019 #Wattys2020
FanfictionMilk había sido durante años una esposa amorosa y ejemplar. Sin embargo los largos periodos de ausencia a los que su marido la sometía, terminan por hacerle ver una realidad que jamás había contemplado antes; La idea de que nunca la había querido, s...