TREINTA Y SIETE

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Cuando sus hijos volvieron del sanitario, Goku les comunicó que su madre había despertado y que podían pasar a verla.

Aquella noticia alegró los corazones de los dos hermanos que sin perder tiempo avanzaron rumbo a la habitación en la que se encontraba Milk. Goku y Vídel fueron siguiendo sus pasos.

Tocaron la puerta antes de entrar y la voz de su madre les autorizó el acceso.

Al verla se dieron cuenta de que ya estaba vestida con uno de los juegos de ropa que Gohan le había hecho.

Parecía una muñeca, limpia, resplandeciente y feliz.

Goten no esperó para lanzarse a sus brazos.

-¡Mamita - gritó - que bueno que ya estás bien!

Ser testigo de una escena como esa, provocó que el corazón de Goku se hinchara de sentimiento, pues aquello le demostraba que en todos sus años de ausencia, su esposa había hecho un buen trabajo como madre.

Gohan se unió al abrazo de Goten, envolviendo a su madre y hermano con fuerza.

Se había sentido tan conmovido por aquel escenario y lo revelado por Goten lo había afectado tanto que las lágrimas habían comenzado a caer de sus ojos.

Vídel se mantenía a cierta distancia y observaba con ternura. Pero en silencio, se encontraba esperando que su suegro se uniera al gozo de los muchachos, cosa que no paso.

Cuando Gohan y Goten, soltaron por fin a su madre, ella avanzó.

-Señora Milk, me da mucho gusto que su salud se haya restablecido - comentó Vídel con una sonrisa sincera en el rostro.

Su suegra entonces le sonrió y tomando la mano de la joven entre las suyas, le agradeció por cuidar de Gohan y también de Goten durante ese tiempo.

Vídel guardó silencio e hizo una inclinación respetuosa para luego ocupar sitio junto a Gohan.

Solo faltaba una persona por hablar.

-Goku - pronunció Milk de modo tan suave que apenas se escuchó.

-Hola Milk - saludó el guerrero, con un esbozo de sonrisa en el rostro.

-¿Como éstas, Raditz te ha hecho daño? - preguntó ella, preocupada.

-No - contestó él ahora en un tono más serio - un simple mal entendido.

Las cosas se aclararon.

Gohan entrecerró los ojos.

-Me alegra - comentó Milk aliviada - ¿A que debemos tu visita?

Aquella pregunta resultó extraña para las tres personas más, que estaban dentro del lugar.

Una pareja no solía hacer preguntas como esas.

-Ya les explicaré cuando salgas de aquí - contestó Goku.

No revelaría nada que pudiera darle una idea a Milk de lo que se trataría porque de hacerlo, estaba convencido de que ella evitaría que esa conversación sucediera a toda costa.

Una alarma se encendió en Milk, pero no estaba dispuesta a preocupar a sus hijos y se limitó a cambiar de tema sin efectuar las preguntas que hubiera querido hacer.

-La enfermera me ha dicho que con suerte, saldré esta tarde - dijo más para sus hijos que para Goku - y ya que los Son tendrán una reunión importante, me encargaré de cocinarles algo rico.

En esas palabras se escondía otra pista de que algo iba mal, pues en otro tiempo, Milk hubiera dicho "tendremos."

A esas alturas Gohan empezaba ya a alterarse un poco. Pero tenía que seguir fingiendo que se encontraba bien, con tal de no asustar a Gohan y Vídel y también de no dar evidencia alguna a sus padres de lo que se encontraba sintiendo.

RELATO CORTO DE GOKU Y MILK #Wattys2019 #Wattys2020Donde viven las historias. Descúbrelo ahora