La crisis de llanto y rabia que abrazó a Lazuli en cuanto Krilin la enteró de la decisión de Milk, remitió de forma considerable en cuanto ella ingresó al cuarto de baño. El agua fría la ayudó a controlar aquellas emociones que no la dejaban pensar con claridad. Pero en cuanto el nido de abejas en el que se habían convertido sus pensamientos se tranquilizó, la certeza de que debía hacer justicia por su propia mano, continuó invadiendo su mente.
Fue así como abandonó la vivienda del padre del hijo que esperaba y tomó un taxi hasta la que fue el hogar que alguna vez compartió con Goku.
Hizo el trayecto hasta la casa en silencio y se mantuvo mirando por la ventana con la tristeza impregnando su rostro.
¿Cómo podía ser que Milk se atreviera a rechazar algo que ella tanto anhelaba?
Si de algo estaba segura era de que Raditz no era mejor que Goku en ningún aspecto.
Apretando los puños, Lazuli recordó las palabras de Krilin cuando conversando con su amigo, le recordó que este todavía amaba a su ex mujer.
Cuando el vehículo se detuvo ella pagó lo que debía y bajó del transporte para luego quedarse mirando por largo rato su casa.
Las escenas en las que Goku le demostraba amor gracias al hechizo volvieron a hacerle sentir cálido el corazón al menos por unos segundos. Pero al recordar el modo en que toda posibilidad de permanecer al lado del amor de su vida se había eliminado, todo el cuerpo le dolió.
Caminó, con paso lento hasta la entrada de su vivienda tratando de que sus pasos hicieran el menor ruido posible. Cuando estuvo frente a la puerta supo de antemano que está se abriría sin menor dificultad y así fue; El lugar pareció darle la bienvenida.
Hizo una pausa en su andar para mirar el desastre en el que se había convertido su cristalería en la cocina.
¿Qué rayos había pasado después de que ella huyera con Krilin?
Bastó con repetirse el motivo por el que estaba ahí para que los vidrios desperdigados dejaran de tener relevancia.
Subió las escaleras con una mano puesta en su vientre. Aquella acción debía estar siendo impulsada como un tranquilizante para la ola de nervios que la invadió de pronto. Su corazón latía con fuerza y su estómago comenzó a revolverse.
Tuvo que correr al baño antes de poder entrar a la habitación contigua a las escaleras. Se inclinó sobre el retrete y vómito.
Un líquido amargo le llenó la boca y al sentir el gusto de este, las horcajadas aumentaron.
Estando en este proceso, ella no se percató de la presencia masculina que se apostó a su espalda, observándola con preocupación.
Al terminar de devolver el estómago, ella caminó hasta el lavabavo y accionó el grifo. El agua brotó, fresca y reconfortante.
Se enjuagó la boca y escupió el agua más insegura aún de encontrarse con el hombre que tanto se había esforzado en conseguir. No deseaba que él pudiera encontrarla más desagradable de lo que probablemente ya la hallaba.
Se humedeció la cara y enseguida la secó con una toalla para después girar a medias con la intención de salir del baño.
Fue entonces cuando se encontró con él.
-¿Cómo te encuentras? - lo escuchó preguntar.
-Hasta hace un momento bastante mal, pero ahora que he vaciado el contenido de mi estómago... bueno ... pues - ella sonrió, intentando convertir en un momento gracioso, el incidente de hace un rato. Pero él no se río, solo continuó mirándola con cierta preocupación.
-¿Y tú? - inquirió la fémina para romper el incómodo silencio.
-No tengo... nada bueno que comentar - su rostro se cubrió de tristeza al pronunciar estas palabras.
-Krilin - comenzó diciendo ella, pronunciando aquel nombre una vez más - me ha contado la decisión de Milk. Sé que no debería opinar al respecto, pero no me parece que haya tomado una buena decisión.
-¿Krilin está aquí? ¿Por qué no ha subido?
Lazuli negó con la cabeza.
Él me ha contado la noticia pero no ha venido conmigo. La verdad es que yo salí corriendo de casa en cuanto él terminó de contarme.
Goku frunció el ceño, confundido.
-¿Por qué has hecho eso?
-Porque quería verte - contestó ocultando sus verdaderos motivos - quería acompañarte en un momento tan duro.
-Está bien para mí que Milk haya elegido a mi hermano.
Después de todo nuestro matrimonio no fue lo mejor que pude haberla hecho vivir. Cometí muchos errores y no me di cuenta del daño que estaba haciéndole. Ella solo se cansó de que yo pusiera más atención a otras cuestiones que a mi propia familia.
-Pues yo no te dejaría.
-No hace falta poner mucho esfuerzo para darse cuenta de que lo nuestro no funcionaria. Tu dices que no me dejarías, sin embargo no te costó demasiado acostarte con Krilin una y otra vez.
-Eso tuvo un motivo - expresó ella odiandose - me enamoré de ti de una forma tan ciega, que sólo podía pensar en quitar a tu esposa de en medio. Si podía lograr eso dándote un hijo, entonces lo haría. Pero tú no eras tonto, tú no querías comprometerte conmigo y por eso sabía bien que no me darías la fortuna de llevar un hijo tuyo en mi vientre. Razón por la que embauqué a Krilin.
Planeaba que la relación entre él y yo se terminara ahí, sin embargo él no tenía intención de dejarme en paz. Tal y como Milk tampoco tenía fecha en la que cual dejarte tranquilo.
Siempre pareciste más interesado en ella que en mi a pesar de todo el amor que te daba y esto acabó por envenenarme, a tal punto de que no me importaran las consecuencias de mis actos.
-¿Lo ves?
Ahora eres tu quien con sus declaraciones, me ha dado la razón. Yo no soy una buena pareja, no sé cómo comprender a una mujer.
Te aseguro que estas mejor con Krilin que conmigo y que tienes suerte de que el hijo que esperas sea suyo y no mio.
Hubieras vivido una vida muy solitaria a mi lado, tal y como Milk la vivió.
-La viviría sin problemas sabiendo que estás conmigo, que tus sentimientos me pertenecen.
Goku yo solo acabé liada con Krilin por perseguirte desesperadamente pero no lo amo.
El hombre que tiene mi corazón eres tú y me temo que eso no va a cambiar aunque me force a quererlo.
No importa si tú amas a Milk.
No importa nada. Solo dame otra oportunidad.
Demonos otra oportunidad.
-Mucho me temo que mis sentimientos por Milk nunca van a cambiar - Goku confesó, repitiendo las palabras de la rubia.
-Te acabo de decir que no me importa eso - contestó ella abrazándose al pecho del varón - yo no tengo problema con aceptarte de esa forma.
Digas lo que digas no pierdo la esperanza de que tus afectos tomen otro rumbo algún día.
Por favor.
Lazuli estaba suplicando y por primera vez en mucho tiempo, el corazón de Goku se estremeció de manera genuina por el llanto y sufrimiento de la mujer que ahora abrazaba en un intento de darle consuelo.
Ella aspiró el aroma de su piel.
Disfrutó por última vez de su calor corporal. Porque algo le decía que esa sería la última vez que podría tenerlo tan cerca.
-No te hagas más daño - dijo él abrazándola con fuerza - no te lastimes más.
-Es que no me importa si me lastimo.
¡No me importa, no me importa, no me importa!
Sueño con una familia feliz a tu lado. Podemos tener nuestros propios hijos y los tuyos pueden venir a vivir con nosotros; Podemos construir nuestro castillo en medio del dolor.
Dejame curar tu corazón.
Lazuli acercó tanto su rostro al de Goku, que ambas frentes toparon.
Él cerró los ojos, dolido, y negó con la cabeza.
-Lo intenté una vez y ambos salimos heridos aunque creo que fuiste tú quien cargó con la peor parte.
A veces hay cosas que pueden doler de una forma casi insoportable. Pero esto debe verse como lo que es, el principio de un cambio.
-No quiero cambio alguno en mi vida si tu no formarás parte de ella.
-No desprecies lo que tienes - le aconsejó Goku - en casa tienes a un hombre que te ama de la manera en la que yo no pude hacerlo.
Tienes al padre de tu hijo contigo y por fortuna él desea con todas sus fuerzas formar un hogar decente, en el que tú puedas ser la prioridad ante cualquier cosa.
Lazuli, tienes a alguien que daría su vida por ti.
No minimice eso y te arrastres por alguien que no te quiere.
La rubia se mordió el labio inferior para no gritar a causa del dolor físico que las palabras del guerrero le estaba originando.
Al ser demasiado fuerte, la mordida le trajo una punzada de dolor.
-Es que tú no entiendes - pronunció la fémina sintiendo que su cuerpo perdía fuerzas.
Estás tan cegado por el amor que le tienes a una mujer que ya ni siquiera te toma en cuenta, que te niegas a dejar entrar al verdadero amor a tu vida.
Solo necesito tiempo. Sé que sí me das eso, puedo hacer que las cosas cambien.
-Estuvimos juntos por mucho tiempo y nada cambió.
No te engañes.
Esa oportunidad que me pides a mi, atrévete a concedersela a Krilin, deja que él te enseñe lo que es amar de verdad a una mujer.
-No me interesa el amor de tu amigo.
A mi me interesas tu.
-Teniendo en cuenta los encuentros sexuales que tuvieron, me parece que con un poco de esfuerzo él podría llegar a ser el hombre de tu vida.
El cuerpo de Lazuli tembló a causa de la ira.
Cerrando los puños con fuerza, contenía el creciente deseo de abofetear al varón a su frente.
Este continuaba hablando sin percatarse de la lucha interna que ella estaba teniendo hasta que la escuchó gritar.
-¡Cállate, ya no sigas hablando, ya no digas más!
Tan solo de imaginarse la vida al lado del mejor amigo del hombre que amaba, se sentía asqueada.
Odiaba a Krilin con todo su corazón y se odiaba a si misma por haber tenido aquella idea tan estúpida de convertirse en madre para tener a Goku.
Si tan solo pudiera deshacerse del producto que llevaba en sus entrañas.
¡Si tan solo pudiera volver el tiempo atrás!
Tuvo que resignarse a que la opinión de Goku no cambiaría y entonces empezó a caminar con la vista fija en la escalera, deseosa de alejarse y no volver jamás.
En aquel instante la presencia de Goku se transformó en nada y ni siquiera se molestó en despedirse de él.
Sus movimientos ahora eran similares a los de un robot. Hechos sólo para ponerse a salvo de lo que le hacía daño, actuando en automático.
El varón dentro de la casa la miró alejarse y articuló un "perdón" al que nunca le agregó sonido.
Al llegar hasta la puerta de su antiguo hogar, Lazuli contempló la casa en ruinas, aquellas ruinas de las que ahora ella formaba parte. Aunque compartiera la vivienda de Krilin, ella nunca se sentiría parte de ese lugar porque el muchacho no era con quien ella estaba cómoda.
En el firmamento el sol se ocultó y el aire se tornó gélido. Una ráfaga le movió algunos mechones de cabello. Fue entonces cuando clavó la vista en la vivienda de al lado.
Había hecho su último esfuerzo para conseguir el amor de Goku y había fracasado pero tenía una tarea pendiente y el hecho de que el varón que amaba la hubiera rechazado, no le quitó las ganas de tomar venganza contra Milk.
Se percató de que en esta ocasión, los guardias que resguardan aún la casa no estaban en sus puestos y se preguntó si la suerte estaría de su lado al menos en un sentido ese día.
Se encaminó a la casa y presionó el timbre.
Esperaba que Raditz no estuviera para que no se transformará en un obstáculo para lo que deseaba hacer.
Sonrió al ver que quien emergía de los adentros de la vivienda, era esa mujer a la que tanto quería reprochar por sus malas decisiones.
Milk caminó con elegancia hacia las rejas que las separaban y preguntó sin darle mucha importancia.
-¿Qué deseas?
-Vengo a hablar contigo - le hizo saber quien hasta hace poco era la pareja de Goku - de mujer. mujer.
Su interlocutora no pudo evitar reír.
-Estoy segura de que tu y yo no tenemos nada de que hablar - contestó Milk en tono burlón.
-¿De verdad ni siquiera te importa como lo has dejado? - Lazuli masculló enojada.
-Sé más especifica. Yo no leo tus pensamientos, querida.
-Hablo de Goku - contestó Lazuli apretando los dientes.
Tenía que cuidarse de que su voz no llegara a oídos de su ex pareja.
-Oh - Milk agregó, fingiendo que apenas comprendía - considero que mi situación con mi ex marido no es de tu incumbencia. Pero debo suponer que a ti si te importa mucho su estado actual. Sobre todo porque debes estar buscando enmendar tus errores después de haberlo traicionado con su mejor amigo.
-Eso es algo de lo que una persona como tú no puede mofarse.
Siendo su esposa te acostaste con su hermano y el hecho de que vayas a casarte con Raditz, no limpia tu pasado.
Milk negó con la cabeza.
-Yo no soy como tú. No busco limpiar mi nombre tratando de que el hombre que amo se olvide de mis errores. Mucho menos lo obligo a amarme valiendome de métodos como la brujería.
Hay una brecha muy grande entre tú y yo.
-Jamás he querido ser similar a ti. Ni siquiera de broma.
Imagino que tu vida debe ser amarga a pesar de que trates de hacer creer todo lo contrario.
Uno de tus hijos te detesta y el otro lo hará cuando crezca y comprenda las bajezas que su madre ha cometido.
Tendrás mucho que ocultarle a ese bebé que esperas ¿no?
-No más que tú.
¿Seguirás manteniendo la mentira de que es hijo de Goku o te atreverás a decirle que es el resultado de una estrategia para conseguir que alguien se quede a tu lado?
Lazuli se habría arrojado contra Milk, de no ser porque los barrotes de la reja se lo impedían. Después de todo no le importaba lastimarse y ahora que había perdido definitivamente a Goku, tampoco le importaba lastimar a Milk.
Los ojos de la hija de Ox Satan brillaron al haber conseguido la victoria en aquel duelo verbal.
-Ahora largate - ordenó la princesa de cabello azabache - no tengo tiempo para perder contigo.
-Deberías ser un tanto más inteligente.
Conociste a Raditz siendo infiel y quizá él, al igual que yo solo se regocije robando las parejas de otras personas.
Quizá la situación del que dentro de poco será tu marido, sea idéntica a la mía en menos tiempo del que crees.
Entonces querrás volver con Goku y espero que para entonces, él ya no quiera estar contigo.
-Me alegra mucho que te preocupes por lo que podría sucederme en un futuro pero me abstengo de creer en tus predicciones. Después de todo son deducciones que provienen de tu amargura y dolor por no haber conseguido a quien amabas.
Me compadezco de tu persona. Te lo digo con la mano en el corazón.
-Te diré esto por última vez Milk, si te casas con Raditz no tendrás más que arrepentimiento.
Cuando cayó la noche, Milk no lograba conciliar el sueño, pues las palabras de la rubia continuaban haciendo eco en su cabeza.
¿Goku seguiría en aquella casa destruida?
¿Acaso seguiría sufriendo por ella?
ESTÁS LEYENDO
RELATO CORTO DE GOKU Y MILK #Wattys2019 #Wattys2020
FanfictionMilk había sido durante años una esposa amorosa y ejemplar. Sin embargo los largos periodos de ausencia a los que su marido la sometía, terminan por hacerle ver una realidad que jamás había contemplado antes; La idea de que nunca la había querido, s...