Siempre Estaré Ahí ❤

Muñeco, segundona y sangre

- bueno verás... No te lo puedo contar.

- porqué?

- porque no Tom...

-joder Mel, que estabas haciendo.

Esta cabreado. Pero no puedo decir nada

-nada Tom, déjalo.

Me está poniendo de los nervios

- Mel, no lo comprendo porque no??

- es un secreto del entrenador...- me tapo la boca.

Mierda se me ha escapado.

La cara de Tom parece cambiar de color a un rojo muy intenso.

- que coño hacías con el entrenador!

Vale, la he cagado las cosas están saliendo de contexto.

-joder espera. Te lo cuento todo pero porque creo que estás malinterpretando las cosas.

Nos sentamos en un banco y le cuento todo.

La cara de Tom pasa de cabreo a sorpresa y después a risa conforme le cuento lo sucedido.

- Pero Tom, por favor no digas nada. Te lo he contado a ti y mucho ha sido. El entrenador me lo ha pedido por favor.

- lo comprendo Mel. No te preocupes. Y ahora- dice poniéndose de pie y ofreciendome su mano - nos vamos princesa.

- a donde? y por favor no me digas princesa.

- Reina?

-No

-Elefante?

-Elefante??

- no sé, por decir algo.

- Eres tonto. Bueno donde vamos.

- te va a encantar.

Sin más, caminamos por la calle cogidos de la mano.

- no me lo creo.

Digo observando lo que hay enfrente de mi.

- Te gusta??- dice Tom mirándome con una sonrisa torcida.

Me giro en su dirección con una sonrisa de oreja a oreja.

- Me encanta!!-corro hacia dentro del edificio tirando de él - por cual empezamos?? Béisbol? Basket? Fútbol? Dardos? Billar??.

- wuou wuou despacio Mel - dice parandome - empezemos por fútbol si?

Asiento encantada y nos dirigimos a la sección donde hay un muñequito que da vueltas delante de una portería.

Tom tira primero y marca sin ningún problema.

Coge la pelota y me la pasa.

- solo te voy a decir una cosa - le digo - el futbol no es mi fuerte.

Tiro a portería.

Tom se tira al suelo riéndose pero a la vez quejándose sujetandose sus partes

- Pero si a ti no te he dado!!- le digo.

- pero al muñeco si, y he sentido el dolor que hubiera sentido ese muñeco si estuviese vivo.

Vale, le he dado al muñeco en sus partes. Pero yo he avisado. Soy mala.

Hago un puchero y le doy la espalda a Tom que sigue riéndose.

Empiezo a caminar.

- Mel, espera - dice mientras me agarra del hombro para voltearme.