Desayuno con bombones y crepes

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Ya ha pasado una semana tras mi intento de secuestro. Me levanto temprano un miércoles, llevo sin ir a clase desde ese dia porque no quiero ni sé como dar explicaciones a las marcas de mi cuello.

Los moratones casi han desaparecido, pero el cuello no, sigue un poco inflamado y rojo. Por lo menos ya tengo más movilidad, no puedo hacer movimiento bruscos... Pero puedo girar la cabeza.

Entro a la cocina bostezando y me encuentro allí a Jerry cocinando con un delantal rosa. Si obviamos lo del delantal sería algo normal, pero Jerry está en carzoncillos.

Tampoco es nada nuevo para mí ya que llevo toda la semana viéndolo así. Pero eso no quita que se me haga raro.

Bueno yo no soy tampoco nadie para hablar, ya que voy sin pantalones, pero oye, mi camiseta es muy grande asi que en ese aspecto no hay problema.

-Buenos días Jerry- digo mientras me siento en una silla alta al lado de la isla de la cocina.

He de decir que me encanta su cocina, es toda blanca, armarios y encimeras, y tiene un toque moderno, pero no deja de ser acogedor.

-Buenos dias preciosa, hoy me he levantado glotón y estoy haciendo crepes.

-Bieeen- digo dando palmas- pensaba que iban a ser todos los dias tostadas.

-Oh no, cuando no tenga ganas de cocinar creeme que serán cereales o algún dulce que compre.

-Muchas gracias Jerry.

Este deja de cocinar y se gira para mirarme a la cara.

-Mel, que te he dicho, no me tienes que dar las gracias de nada.

-Oh, para nada, solo estoy viviendo en tu piso, me alimentas y no pago nada. Dejame al menos pagarte o limpiar la casa.

-No Mel.

-Pero...

Jerry avanza hacia mí y coloca sus brazos a cada lado de la encimera. Aun estando yo sentada en una silla alta, él sigue sacándome altura, asique miro hacia arriba encontrándome con unos ojos marrones muy cerca de los mios.

-Mel, tu vida es una mierda. Es horrible, lo único que tienes bueno ahora mismo es donde estás viviendo, yo no estoy aportando nada a la investigación- dice apartando la mirada, pero no se separa de mi- no estoy haciendo nada, solo llego tarde siempre a todo- clava su mirada en mi cuello- quiero darte estabilidad, quiero que sientas este sitio como un refugio, quiero por lo menos encargarme de que tú puedas ser feliz, aunque sea una felicidad pequeña, ya es algo Mel.

-Jerry mi vida no es una mierda. Os tengo a vosotros, sé que por mí moveríais cielo y tierra al igual que yo por vosotros. Soy feliz Jerry, soy feliz porque cuento con vosotros y ahora lo soy más aún por tus palabras.

Jerry me abraza muy fuertemente susurrando una y otra vez gracias. Yo le devuelvo encantada el abrazo. Necesitaba un abrazo así.

-Interrumpo?

Intento separarme de Jerry pero este no me lo permite mientras se gira hacia el recién llegado.

-Para nada, te quieres unir?

-Mm... Vale

Y ahí me encuentro yo abrazada por Jerry y Nate. Desayuno entre bombones y crepes.

-Bueno querida Mel, creo que ha llegado la hora de una pijamada.

-Es por la mañana Jerry.

-Pero estás en pijamada- dice Nate- venga coge los crepes y sientate que yo me voy a poner también mi pijama y empieza la ronda de cotilleos.

Siempre Estaré Ahí ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora