Vuelve a reinar el silencio en la sala, pero todos tenemos nuestra atención en el libro que está en la mesa.
Me levanto para poder cogerlo pero el libro ya no está ahí.
-No puedes Mel- me dice Nate sujetando bien el libro.
-Perdona?
-No puedes leerlo, es una orden de Tom.
-Nate, quiero leer ese diario, yo lo encontré. Damelo- digo mientras me acerco a él.
-Jerry- dice Nate mientras me mira muy seriamente.
Este se levanta y me agarra del brazo sacandome de la habitación.
-Jerry no es justo, debo leer ese libro.
-No Mel, no debes- dice cuando llegamos a la parte delantera de la librería- escuchame. Nosotros lo leeremos y luego te diremos.
-Si me lo vais a decir no tiene sentido que no pueda leerlo.
Este me mira dulcemente y pone sus dos manos en mi mejilla pegando su frente a la mia.
-Claro que lo hay Mel, las palabras usadas son diferentes, y si Tom ha dicho que no lo leas es porque te hará daño. Anda por favor, haznos caso, ve a ver como está Tom. Por favor.
Me quedo en silencio mirando a sus ojos. No dudo de ellos, sé que me dirán lo que pone ahí. Pero no soy tan frágil como para no poder leerlo, quiero decir, vale seguramente sea una mierda lo que ponga ahí y me afecte o me duela. Pero soy fuerte y podría controlar ese dolor.
Abro la boca para decir algo, pero sé que no serviría de nada, por lo que resignada asiento con la cabeza lentamente.
Jerry me dedica una sonrisa triste y tras besarme la frente se va de nuevo dentro de la habitación.
Bueno, supongo que tendré que buscar al pequeño Tomy.
Al primer sitio donde me dirijo es la habitación. Si está muy borracho querrá dormir.
Al entrar veo que no está ahi, bueno, siguiente opción.
La cocina.
Esta vez acierto, aunque no sé si hubiese preferido que estuviese en otro lado, ya que me lo encuentro con una botella en una mano y en la otra...Chocolate?
Una mezcla un tanto rara.
Está de espaldas a mi, sentado en una silla de la isa, por lo que veo no se ha dado cuenta de mi entrada. Tiene los hombros hundidos y la cabeza apoyada en la botella.
-Tom- digo en un tono muy suave mientras apoyo mi mano en su hombro.
Al parecer le he asustado ya que tira la botella de tal forma que mancha toda su camiseta.
-Ups, perdona, no quería asustarte.
Este gruñe dandome a entender que es igual.
Me siento en la silla de enfrente a él y lo observo. No sé si está borracho, su cara es la de siempre. Serio, aunque no me mira, su mirada ahora está fija en su camiseta mojada.
-Estás bien?- le digo
-No estoy borracho- responde un tanto borde.
-No te he dicho que lo estés, te he preguntado como estás.
-Mojado.
-Pues vete a cambiarte tonto.
Este se va a levantar pero veo que se tambalea por lo que me levanto corriendo.
-Es igual, quedate aqui, yo te traigo una camisa de Nate.
Salgo de la cocina y vuelvo a la habitación de Nate. Paso al lado de la sala donde los demas estan reunidos. Me entran muchas gnaas de pegar la oreja y escuchar lo que sea que estén hablando pero... Creo que es mejor que ahora haga compañia a Tom.
Vuelvo a la cocina con una camisa negra y me encuentro a Tom dormido encima de la isla, sin camiseta.
-Tom- le digo zarandeandolo- Tom te has dormido en la cocina vamos arribaaa.
Este o le da igual lo que le digo, o está dormido profundamente.
Resignada, lo agarro de tal forma que un brazo está alrededor de mis hombros y yo le agarro como puedo de la cintura, he de decir que en verdad lo estoy arrastrando ya que sus rodillas están en el suelo mientras lo llevo a la habitación de Nate.
Cuando llego allí al final he acabado agarrandolo de los dos brazos y tirando de él.
Bien, ahora toca meterlo en la cama.
Miro la cama, luego miro a Tom en el suelo que parece que está muerto, lyego otra vez la cama.
Creo que va a dormir en el suelo.
-Tom... Por favor, estoy intentando que no duermas en el suelo. Venga ayudame a meterte en la cama por favor.
*NARRADOR OMNISCIENTE*
La situación en la librería es un tanto cómica. Todo está en silencio, pero son diferentes silencios.
En la sala Nate y Jerry acaban de dejar de leer el diario. No lo han terminado de leer pero con lo que han leido tienen bastante por hoy. No dicen nada, ni comentan lo que han leído, no saben que hacer, es algo... que ni ellos mismo pensaban que pudiese pasar.
No se levantan de las sillas, Nate tiene la cabeza entre sus manos mientras le da vueltas a lo que acaba de leer una y otra vez impactado, ahora entiende el porque Tom está asi, piensa en Mel, en su dulce Mel, no es capaz de mirarla ahora mismo a la cara.
Jerry está mirando a la pared, sin ningún tipo de expresión en su rostro. Él es una persona que lo ve todo blanco o negro, no hay punto intermedio, pero tras lo que ha leído ha llegado a la conclusión de que a parte de blanco y negro, hay otros extremos, mucho peores...
En la otra sala está Mel mirando a Tom esperando que ponga algo de su parte. A ella no le importa dejarlo en el suelo durmiendo, así aprende la lección. Pero antes de hacerlo, debe por lo menos intentarlo.
Tom...está despierto desde que Mel lo tocó para llevarlo a la habitación, pero no ha querido ayudar, está muy cansado y no quiere hablar con Mel. Los dos temas de conversación que les toca a los dos hablar... es algo con lo que Tom no se quiere enfrentar aún.
Decide poner un poco de su parte y levanta su brazo acercandolo a la cama.
Mel al verlo se acerca corriendo y lo empuja haciendo que este quede en la cama.
Mel se apoya en la cama, el capullo pesa como su madre, piensa mientras intenta volver a una respiración tranquila. Se ha sentado tan al borde de la cama que se resbala y está apunto de caer al suelo. Lo cual no sucede gracias a Tom que este la rodea de la cintura y evita que caiga.
Mel sorprendida se gira a su dirección.
-Subirte solo no, pero sujetarme para que no me caiga si no??
Mierda, piensa Tom, me ha pillado un poco. Pero este en vez de contestarle, tira de ella hacia él y la abraza.
Así da gusto dormir, piensa Tom y poco a poco se va quedando dormido, mientras tiene a Mel entre sus brazos y apoya su barbilla en la cabeza de esta.
Mel está petrificada.
Bueno y tambien le cuesta respirar. Tom la ha pegado tanto a él que tiene su cara enterrada en su pecho, por poder puede respirar perfectamente, el problema esque al hacerlo se lleva por delante el aroma de Tom. Por lo que, Mel no respira del todo bien.
Intenta salir de ahí pero desiste al mirar la cara de Tom. Refleja paz y tranquilidad. Sabe que si se mueve lo va a despertar, y esa cara... No quiere ser la causante de que desaparezca. Resignada por tercera vez en tan poco tiempo, Mel decide dormirse, lo cual no tarda mucho tras el día tan largo que ha tenido.
Pensaba que le costaría dormirse, ya que con tanta información sin saber, su cabeza se pondría a divagar, intentando averiguar el porque, algo que le ha estado pasando las últimas semanas. Pero, escuchar la respiración y el ritmo del corazón de Tom, la relaja, haciendo que se duerma a los pocos minutos.
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Siempre Estaré Ahí ❤
Teen FictionHola soy Mel Un nuevo curso en el instituto empieza con la gran sorpresa de que mis dos mejores amigos de la infancia vuelven tras haber desaparecido sin decir nada. Vuelven como si nada, pero su llegada tendrá consecuencias que marcarán mi vida...