Siempre Estaré Ahí ❤

Que empiece el Show

Jerry no dió opción a mucha más cháchara ya que agarró la mano de Mel y la guió a la salida.

-Ha sucedido algo?- pregunta Jerry mientras conduce hacia casa.

-Porque lo preguntas?- dice Mel extrañada.

-Curiosidad- contesta él, aunque en verdad piensa que a ella le ha pasado algo, pero no va a insistir.

-Me han echado del partido.

-Oh vamos ni que fuese la primera vez Mel.

-Bueno- dice ella riéndose y con ello alegrando a Jerry- ahí te tengo que dar la razón.

La tarde pasa de forma tranquila hasta que quedan menos de dos horas para el dichoso baile y se nota en todos los nervios.

Jerry y Nate preocupados por como se va a dar lugar a todo, indecisos de como van a hablar con Tatiana y como narices le van a explicar la loka situación.

Mel está ansiosa, necesita saber que va a pasar, como acabará todo, pero también quiere que nunca llegue ese momento porque existe la posibilidad de que algo malo pueda pasar.

Tom tiene muchas cosas en la cabeza, tiene una gran incertidumbre sobre como actuar, como hacer todo de forma que dañe a la gente lo menos posible, como lograr todo lo que tiene que suceder.

Mel ilusionada se despide de Jerry para empezar a arreglarse.

*FIN NARRADOR OMNISCIENTE*

Maldita sea, esto de ser la una chica es malo para poder arreglarse.

Me repito a mi misma una y otra vez mientras me intento arreglar el pelo, por lo menos he hecho un milagro con el maquillaje y se ve bastante decente, me siento orgullosa y todo.

Oigo como dan unos golpes secos en mi puerta por lo que me giro para encontrarme a Nate vestido de traje gris que por cierto, oh dios mío como le queda el traje, hace un contraste perfecto con su pelo y ojos.

-Has dejado de adorarme- dice este mientras se apoya en el marco de la puerta cruzando sus brazos.

-No te estaba adorando- contesto mientras me giro en mi silla mirando de nuevo hacia el espejo intentando hacer algo con mi pelo.

-Deberías recogertelo un poco para que se pueda ver tu espalda desnuda- me dice mientras se acerca a mi y aparta mi pelo de la espalda.

-Lo haría si fuese capaz, pero soy nula a la hora de hacerme peinados.

-Trae- dice mientras me quita la plancha y el peine de mis manos.

No digo nada mientras espero pacientemente a ver lo que Nate quiere intentar lograr.

Todo va tomando sentido en mi pelo cada vez que Nate mueve un mechón de una lado a otro, y no puedo estar más contenta cuando veo el resultado final. Mi pelo está medio recogido y se deja caer hacia un lado de mi cabeza.

-Oh dios mio Nate- digo girándome hacia él- has hecho un milagro.

-Tengo buenas manos.

Me levanto de mi asiento y giro sobre mí misma mirándome en el espejo.

-Estás preciosa Mel- dice Jerry entrando por la puerta de mi habitación- vas a dejar allí a todo el mundo embobado.

Lo mejor de todo es que me dice a mí eso mientras que él está vestido como un dios griego vaya.

Me ruborizo ante sus palabras y niego con la cabeza.

-Venga es hora de irnos.

Bajamos las escaleras, bueno yo parece que soy inválida porque me agarro a la barandilla como si no hubiese mañana.

-Voy a ir arrancando el coche- dice Jerry mientras se ríe viendome bajar las escaleras.

Cuando por fín las bajo, agarro mi bolso el cual me ha obligado Jerry a llevarlo, yo no quiero es un coñazo la verdad.

Salgo a la calle y me dirijo al coche de Jerry.

-Mel?

Me giro hacia la persona que me llama y me encuentro con un Sam mirándome sorprendido, supongo que por mi atuendo.

-Sam? Que haces aquí.

-Pues quería hablar contigo de algo importante.

-Mel- me llama Jerry desde el coche- nos tenemos que ir.

Me giro hacia Sam sin saber que decir.

-Sam... Me tengo que ir.

-Solo será un momento, quiero hablar sobre nosotros.

De pronto siento alegría en mí al escuchar sus palabras. Veo en su mirada decisión y cariño.

-Sam...- voy a contestarle cuando unos brazos me rodean y me suben al coche.

Me giro hacia Jerry que se sienta de nuevo en el asiento del conductor.

-Vamos tarde Mel- me dice simplemente.

Bajo la ventanilla y le digo a Sam.

-Hablaremos cuando vuelva si?

Veo como este asiente mientras el coche se va alejando de la casa de Jerry.

-Podrías haberte parado un minuto al menos- le digo a Jerry mirándolo de reojo

-Hay un numero limitado de personas que pueden entrar a la fiesta, milagro será si logramos entrar ahora.

Llegamos al local y no puedo evitar abrir mi boca del asombro. Parece como un castillo de una princesa, estos que salen en las pelis vaya.

-Cierra la boca Mel- dice Jerry mientras me ofrece su brazo para que entremos.

Llegamos a la entrada, pero unos guardias nos paran.

-Lo siento- dice uno de ellos- el foro ya está al completo.

-Pero...- intento decir

-Lo siento señorita- vuelve a repetir.

-Dejenlos pasar- dice una voz detrás de los guardias- son mis invitados.

Los guardias se giran para mirar a esa persona y así permitiendo que Mel cruce miradas con John.

-Si señor- se gira de nuevo hacia nosotros- pasen y disculpe las molestias.

Nosotros entramos con un asentimiento de cabeza hacia los guardias y John se acerca a nosotros.

-Me estás siguiendo Mel?- dice este a modo de burla.

-Creeme John, es más complicado que todo eso.

Este me mira sin entender y yo miro a Jerry ya que no sé que hacer muy bien con esta situación.

-Vayamos poco a poco- me dice Jerry para luego girarse hacia John- verás, Mel conoció a Tatiana en el orfanato al que hoy les estaís dedicando fondos y entre otras cosas... Hemos venido para crear un reencuentro.

John me mira asombrado y yo analizo las palabras de Jerry, a ver, mentira no es, pero lo ha pintado demasiado bien para ser verdad.

-Mi hermana aún no ha llegado- dice John- cuando lo haga los buscaremos a vosotros al momento de acuerdo?

-Muchas gracias John- le digo de forma sincera.

El pobre nos está ayudando sin saber donde se ha metido... Tu verás cuando se entere de todo.

Jerry me invita a bailar a lo que yo rechisto, porque no sé bailar, y menos aún bailes de salón.

-Oh vamos, que yo te voy a guiar en todo momento.

No consigo llegar a responderle porque una mano agarra dulcemente la mía y me aparta de Jerry el cual hace un mohín pero lo deja pasar.

Me giro hacia los ojos que me miran de manera intensa y le dedico una sonrisa.

-Vaya forma de saludar no?- le digo iniciando conversación.

-Que puedo decir, me has dejado sin palabras con ese vestido- me contesta Tom dedicándome una sonrisa torcida.